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Documental brasileño “Kalungas: as escravas eternas” obtuvo el premio periodístico Rey de España. La Posta Noticias, 18 de enero de 2016

Foto: www.ebc.com.br





Documental brasileño “Kalungas: as escravas eternas” obtuvo el premio periodístico Rey de España

El documental denuncia la explotación sexual a la que se ven expuestas las mujeres de la tribu kalunga


El reportaje brasileño “Kalungas: as escravas eternas” recibió el pasado 12 de enero el premio internacional de periodismo Rey de España en la categoría de Televisión. El documental fue emitido por primera vez el 15 de junio del año 2015 a través de la cadena televisiva Rede Record, y está dirigido por Marcelo Magalhaes.

El informe galardonado cuenta a través de diversos testimonios la explotación sexual a la que se ven expuestas de forma involuntaria varias mujeres pertenecientes a la tribu brasileña Kalunga. Eternas esclavas de una pesadilla diaria, que denigra su integridad física y moral sin piedad alguna.
Kalunga es una comunidad perteneciente al municipio de Monte Alegre de Goiás, al norte del estado de Goiás. Sus habitantes mantienen una identidad propia que estableció sus cimientos sobre una cultura que conjuga elementos africanos y europeos, y con un fuerte arraigo al catolicismo tradicional.

Gracias al galardón obtenido, el documental cobró cierta dimensión y en Brasil la denuncia del informe instó a las autoridades de gobierno a formar una comisión parlamentaria para investigar la situación y tomar serias medidas al respecto.

Marcelo Magalhaes, director del documental, afirma que el premio es “una satisfacción increíble” y “además es una oportunidad de mostrar la situación de estas mujeres a más personas. Cuantas más personas sepan sobre los crímenes barbaros que estas niñas sufren, más oportunidades tendrán ellas de tener una vida más digna”.








Una realidad que trasciende fronteras

La explotación sexual es una forma extrema de violencia de género que afecta los derechos de todas las mujeres que se ven expuestas a esta situación.

En Uruguay, la cifra de mujeres que han denunciado esta situación es de 270 desde el año 2011, cuando se creó el Instituto Nacional de Mujeres (INMujeres). “Parece un número bajo, pero en realidad para la proporción de la población de nuestro país es un número que preocupa porque seguramente es la punta de un iceberg” afirma Mariela Mazzotti, directora del instituto INMujeres.

Según un comunicado emitido por el instituto INMujeres, la explotación sexual y la trata de mujeres, niñas y niños constituye un delito internacional de lesa humanidad y representa una forma moderna de esclavitud; una dura realidad de la que nuestro país también forma parte.

A nivel nacional, esta institución mantiene un intenso trabajo de coordinación con diferentes actores del Estado, con el fin de establecer diversas formas prevención y persecución del delito, protegiendo los derechos de mujeres, niñas y niños. Dado que representa un delito internacional que trasciende fronteras, se hace necesaria la coordinación de formas de actuación interinstitucionales con los países fronterizos.

Por este motivo, existe una campaña que incluye a todos los países miembros del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), en donde se difunde un diagnostico regional de la situación de mujeres y adolescentes con fines de explotación sexual y un protocolo de actuación ante estas situaciones; el objetivo de dicha campaña consiste en establecer modelos similares en las diferentes fronteras, así como también mantener informada a la población y a los agentes sociales para que puedan ser capaces de detectar posibles situaciones de abuso.

La violencia de género existe en todas sus formas, y no distingue edad, raza ni clases sociales. La explotación sexual representa, sin lugar a dudas, una de sus formas más visibles.

En los últimos tiempos se ha asumido un fuerte compromiso por parte del Estado e instituciones independientes, para el desarrollo de planes de prevención y tratamiento de estas problemáticas; sin embargo, el esfuerzo en este sentido parece no ser suficiente, ya que a diario se ha constatado que los derechos humanos continúan siendo vulnerados.


Fuente: La Posta
18 de enero de 2016










Premio Rey de España de TV dice sentir una "satisfacción indescriptible"
12/01/2016 


Sao Paulo, 12 ene (EFE).- El brasileño Marcelo Magalhaes, director del reportaje "Kalungas: as eternas escravas" sobre la explotación sexual de mujeres, afirmó hoy que siente "una satisfacción indescriptible" tras haber obtenido el Premio de Periodismo Rey de España en la categoría de Televisión.

"Me siento profesionalmente realizado", dijo a Efe Magalhaes al conocer que había sido premiado.

Magalhaes resaltó que el reportaje, emitido por la cadena brasileña Rede Record, narra una historia que "nos hubiera gustado no haber tenido que contar", pero cuya difusión -dijo- es "importante" para poder cambiar la realidad.

El reportaje premiado fue emitido el 15 de junio de 2015 en el programa "Reporter Record Investigaçao" y cuenta con testimonios de personas que explican que en la región de Quilombo Kalun, a 320 kilómetros de Brasilia, se fuerza a trabajar y a practicar sexo a jóvenes de la tribu kalunga.

"El premio es muy relevante, nos permite poder exponer el problema de estas niñas, para intentar que sus vidas mejoren", agregó Magalhaes, quien admitió que todavía deber "digerir" la noticia del premio.

El brasileño consideró importante que el relato "repercuta en los cuatro rincones del mundo" para "dejar ver este tipo de problemas" y enfatizó el papel que la prensa juega a la hora de dar visibilidad a las historias "encubiertas".

"El papel de la prensa es exponer situaciones que están encubiertas, que son incorrectas", agregó.









Magalhaes recordó que gracias al reportaje "Kalungas: as eternas escravas" fue abierta una comisión parlamentaria de investigación en el estado brasileño de Goiás, en el centro-oeste de Brasil, lo que fue valorado por el jurado de la XXXIII edición de los Premios Rey de España.

Los premios son convocados anualmente por la Agencia EFE y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
El jurado eligió por unanimidad como ganador este trabajo entre los 43 presentados en la categoría de Televisión.

En su acta, valoró la elegancia del lenguaje visual y la capacidad de resumir múltiples problemas sociales del reportaje y destacó que la denuncia planteada por el programa fue recogida por las instituciones políticas brasileñas. EFE



Fuente: LaVanguardia






























Mariana Rondón continues to get recognition for "Bad Hair": "During my childhood, I thought cinema was only one movie: Yellow Submarine"—Interview by Viviana Marcela Iriart, Buenos Aires, October 22, 2014








 "…I understood that what was happening was that the movie was watching the audience, that the audience's reactions depended on their personal experience"







·         Member of the San Sebastian Festival jury (where last year she was awarded the Golden Shell) together with Nastassja KinskiOleg SentsovReinhold VorschneiderFernando BovairaVlad IvanovEric Khoo, and Marjane Satrapi, and having had the chance to interact with celebrities such as Denzel Washington, Pedro Almodóvar, Antonio Banderas, Charlotte Gainsbourg, François Ozon… Mariana Rondón has arrived at Buenos Aires to receive the Argentores Prize, hold conferences and attend the "Bad Hair" (PeloMalo) premiere (October 30).

·                  “Bad Hair”, written and directed by her and produced by MaritéUgás, has already won 13 international awards since its premiere last year: San Sebastian, Cannes, Montreal, Turin, Argentina, Viña del Mar, Puerto Rico, Greek, Morocco; and it has been sold in 32 countries. Samantha Castillo y Samuel Lange star in the movie.

·         Mariana Rondón is a director, producer, scriptwriter, and visual artist. She studied film-making in France and Cuba. “Bad Hair” is her third movie after “Street 22” (“Calle 22”, a short film), “At Midnight and aHalf” (“A la medianoche y media”, 2000), co-directed with MaritéUgás, and “Postcards fromLeningrad” (“Postales de Leningrado”, 2007). In total, she has received more than 60 international awards.  

·         As a visual artist, she created You Came with the Breeze (“Llegaste con la Brisa”), presented in different cities around the world and at the Beijing Olympic Games (2008). As a producer she founded, together with MaritéUgás, Sudaca Films, she produced “The Kid WhoLies” (“El Chico que Miente”, 2011), directed by Ugás, and she is now preparing “Contacted” (“Contactado”), by MaritéUgás, for 2015.


“I'M NOT A PERSON NOR AN ARTIST OF CERTAINTIES”





It's four thirty in the afternoon and Mariana Rondón has been giving interviews since morning for the most important media in Argentina—radio, television and print media. How strange - and how wonderful - that a Latin American movie has got so much attention from the press. There is something in this “Bad Hair”. At the time of my interview, Mariana is with a journalist. Erica Denmond, the incredibly polite press officer from the film distributor in Argentina, approaches to apologize for the delay. After me, she'll have to deal with more interviews and a private screening and discussion at 8:30 p.m.



Marité Ugás& Mariana Rondón,    San Sebastián 2013




Mariana's simplicity, friendliness and cheerfulness are overwhelming. During the interview, which lasted one hour, we went from chortle to guffaw and vice versa. It was only for a few seconds that her face became a little gloomy.  I think Mariana's laughter is a shield behind which you can see sorrow piercing her through and through, like the Caracas Guaire River, deep and loathsome.  And like an alchemist she manages to make us see the scented, crystal-clear river in which our grandmothers used to bathe and on whose banks they used to have picnics.
But her sorrow is still there.
Because Mariana is a survivor.
And this is the story about her, her films, her art.
And it is also the story of Latin America in some way.




Samuel Lange, Samantha Castillo & Mariana Rondón



 “Nothing is lost if one has the courage to proclaim that all is lost and we must begin anew.” 
Julio Cortázar







To begin with, Mariana, I want to tell you that I'm not going to ask you about the political situation of Venezuela, as much as it hurts me, because I don't want politics to overshadow art. And I'm not going to ask you either about why you always shoot with the same women nor why your production company is only integrated by women, because if you were a man, no one would ask you such stupid questions. That said, let's begin. You have just won the Argentores Prize in Argentina and last year you won the Golden Shell in San Sebastian, apart from several other major prizes. How do you feel about it?

I feel great, it's awesome. You know what? Recognition is somehow necessary (laughs), you feel gratitude, you want to get it. Now, I have also experienced situations in which the awards won by the movie are at odds with the audience, they do not necessarily respond to what happens with the movie and the audience. But in this case, it's also happening with the audience, so that feeling of being able to really find a point of contact and see how the audience is affected, touched, impressed by the movie is also wonderful, you know?

Erica told me that yesterday you had a very emotional screening, in which people could not stop crying.

Extremely emotional. The theater was packed, people were already leaving and the lights were turned on. Someone said I was there and it was very funny, because everyone just stood standing there. So a conversation among 600 people began, but everybody was standing, and some would talk to me without a microphone, others would ask for a microphone, and others spoke from very far away. But it was really great because they also asked about important issues in the movie.

What impacted them so much?

They were impacted by the pain in the movie. And they asked me why so much pain, and I told them that partly this was the pain I was feeling when I made the movie. I felt and feel - I'll tell you why now - oppressed when I see how human beings are so dumb and keep chasing the impossible.

Mariana, I haven't seen the movie, and it's not clear to me, when reading the synopsis, watching the trailer or listening to your winner speech at San Sebastian, what the movie is about: if it's against racism, against sexual discrimination or against nothing (Mariana laughs). What's the movie about?

Well, let me answer with what I said yesterday at the forum. I thought I was making a movie about Venezuela, but not with the idea of accusing or defending, but as a way of saying: this is what is happening to me, regardless of everybody else's truth. The thing is that there's a pain in here and I can't find hope for it. So what happened to me when screening the movie around the globe was that I realized that this problem is not unique to Venezuela. Apparently, that's the situation in the world, so now I'm a bit more distressed than when I began making the movie (laughs).

Oh, come one, dear, you're not God, and you don't have to bear the pain of the whole world on your back.

(Laughs) No, of course not. Mind you, I don't mean to play the victim. I'm having a good time, but I have also had to face the fact that the world is full of rifts. And that's why the movie is about many things, that's why it resonates. Because when I decided to make the movie, it was about the absolute, urging need to respect differences, to respect those who think in a different way, who believe different things, who are different.

Is the fact that the boy is Afro-Venezuelan circumstantial, or are you condemning racism in Venezuela?

No, you see, I don't mean to condemn.

Did you choose him by chance?

No, not by chance, because as you know “bad hair” is not a coincidence in Venezuela—most people have bad hair even if they're not black, which is also the most interesting combination in Venezuela. I started to make Bad Hair not to speak about black people only, but about the great mixture of racial groups that we have. And if we are so mixed, if we have such a complex mixture, why not respect mixtures? But at the same time, for example, the mother in the movie doesn't accept the fact that the boy wants to straighten his hair, and that also is a sign of disrespect—not allowing you to straighten your hair. Not all traditions need to be respected, however. I think we need to respect individual needs, I deeply believe in the construction of identity, which may be that of a country but also that of the individual. Each person's needs are important too. So, given that I don't judge my characters and leave room for each spectator to stand before the movie and watch it from their personal experience, the movie is actually about many things, and it relies a bit on the particular standpoint of the spectator at the time they watch it.
For a theater full of black people, in Washington, the movie was about racism. But if the theater is full of gays, it's about homophobia. If it's in Istanbul, it's about religion, politics and fundamentalism. And if it's in France, men and women get into an argument about whether women are like that, whether a mother can be like that or not. So what's so fascinating about the work we've done is how its scope has broadened and is now talking about differences and respect, but for the whole world.

And did you imagine this when you started to write the script?

That's what I set out to do, but felt completely incapable of achieving (laughs).

And when you finished the script, did you still feel incapable of doing it?

Yes, of course. I was really surprised when I saw what happened after screening the unfinished movie for the first time in France, at a Films in Progress festival, which is made to raise funds to finish movies. There were about 5 movies that had been chosen. They would screen a movie and say: “Well, you should improve montage, add the music…” I was very nervous because my cut was not as well-prepared as that of the other movies, it was far from being ready, I had no mockup, it was all very raw.  I thought: This is the end, they'll tear me to shreds. After screening the movie, a brutal discussion began, but people were talking about their mom, their uncle, their cousin. I thought: What is going on here? This is very bad, this is serious.   Because the fights in the room were also very violent. All the differences among people came out, and these were all people from the film industry and from several countries, who were used to watching movies. I didn't understand what was happening and went out of the room, but a person who works in a very important festival went after me and told me:  “Hey, Mariana, are you OK? You know what just happened?” I said: No, well, it's all really complex, really unsettling.” And he said: “No, you didn't understand whathappened.” I asked: What happened? And he said: You've succeeded. People are talking about their personal issues, and when a movie makes the industry talk about their personal issues, then you've just made a very good movie, so come on, don't be sad and go have some wine because this is very good. And if by the end of the festival you're not already in another one, then you're in mine, OK?” (laughs).

How wonderful.

That's right, and after he told me that I swear I still couldn't understand his words, because it's very disturbing to show a movie that is not ready and witness such chaos. I still couldn't understand what had happened but then I started to get an idea, because I immediately received 5 offers from very important sales agents, and the movie was not finished yet. So I went back home and continued working as before, given that at the festival no one had told me to change anything. At the Toronto Festival premiere I was more conscious of what was going on, because several distributors took it on the first day. And by now, the movie has been released in 32 countries—there were 50 copies in France, and it was a great success in Brazil, in Italy…

I found out about the success of the film through my friend Luis Sedgwick Baez, a critic that covers the Toronto Festival, because as you know in Latin America we find it hard to watch our movies and even have news about them.

Yes, bringing the movie to Latin America is harder than for the rest of the world, though we're making it. There's a film distributor called Aura Cine that decided to take the movie; however, releasing movies in Latin America is always a very difficult and complex journey. I'm talking about art films, of course.

Mariana, I have the impression that “Bad Hair” has actually been very good for you, like an international recognition. Because when I saw you at Televisión Española as a member of the jury in San Sebastian, I felt so happy and said: oh, this girl whose work I discovered when she made her first short films (Mariana laughs) is next to Nastassja Kinski, an icon of my generation!

And mine too, because I'm a huge fan of Paris, Texas.

So when I saw you there I said: Mariana has made it. Do you feel the same?

Yes, meeting the Paris, Texas star is closing a loop in your life. (We laugh out loud).

Do you feel you're there already?

No, not at all.

Really? Don't you feel it'll be easier to shoot from now on?

No, I don't think it'll be easier.

Didn't the San Sebastian award open any doors for you?

Yes, yes, of course, there's surely more respect, people who used to walk on by now stop to ask what projects you have (laughs), but I think that the type of cinema I make requires hard work and continues to be made in an intimate, private space, austerely. Otherwise you would have to believe there's a higher level for this. But no, what you have is, on one side, an industry that's very far from me, with huge industrial mechanisms, and on the other, there are directors like me who try to build a project little by little.

Is the industry not open or are you actually not willing to be open to it?

Oh no (laughs), I'm open to anything. But I believe the main point is that you need to have your own space, have the support of your country, and I'm not sure how open that is (laughs).

So you feel that if you don't have Venezuela's support you can't shoot.

I think it's very complex, yes, very complex.

Getting money from the rest of the world is very difficult.

Yes, very difficult, because the rest of the world needs it as well.

Even after winning San Sebastian and so many other awards?

Sure, there's more respect of course, and I imagine that any project I present now will have much more attention than I used to have, but it's not like 'You're there'. No.

No one is going to offer you 10 million dollars.

Oh no, no one. Where are they? Please tell me! (Laughs out loud).

And what happened in Venezuela when you released it?

It was very interesting. The movie ran for 5 months, and for this kind of movie, this is very difficult; in the end, it stayed in 3 small theaters and people kept going. We had a bit more than 240 thousand spectators, which is also a good number. Of course it ran at the same time as a commercial movie which had 2 million spectators, so my 240 thousand sound small, but these are two completely different worlds, I'm very conscious of that. Perhaps people are not so conscious of it but I am, and I think we had really good numbers. But above all I think that what happened with the movie was fantastic in two ways—first with the critics, who only write their reviews, and then with the audience. And what happened with “Bad Hair” is that from housewives to historians, philosophers, psychologists - especially psychologists - everybody took some time to write about it. There were tons of articles in Venezuela, there were also numerous international reviews, but what was so magical about it was that so many people in Venezuela took the task to write about and reflect on “Bad Hair”.

What about the audience?

I was coming to that… on the other hand, there seemed to be no theater where showings did not end up with arguments, conflicts, “I'm not like that!”, “Of course you are!” (laughs). The internal discussion of recognizing oneself, of identity, of who you are similar to and who you're not, how you behave…

Do you like it when this happens?

Of course I like it, I love it, and I'm very surprised at some of the audience's reactions. It happened to me, and to the actress too, that we found people who told us furiously: “I didn't like it, it's a bad movie.” And I would say: “Ok, you didn't like it, that's alright, it's bad, tell me why it's bad.” And the answers were: “It's that you end up really sad!”,  “There's no hope, they don't tell you what they're going to do”, “I couldn't finish my popcorn” (we laugh). So when you start to analyze people who say “I didn't like it”, you find out that these people were actually deeply hurt, they didn't like the fact that they had suffered. Those comments changed my perspective. And some people told me: “I don't get why people say Bad Hair is violent, there's nothing violent in it; besides, nothing happens in this movie.” This shows there are people who live in contexts where they've assumed and decided that this violence is natural, so that's really shocking. Starting to see those signs, to discover those things, has been incredible.
Once I went to a forum where there were many psychologists, and people would stand up and say: “After watching it three times…”, wow, “After watching it four times…”, what's going on here? In the end I said: “Look, next round is on me, I'm begging you, I'll organize a screening for you, I'll give it to you as a gift, but don't watch it 4 or 5 times because that makes me nervous” (we laugh out loud).  And something very beautiful happened that helped me understand the movie. A psychologist stood up and started talking, nothing unusual at first, but then she started taking her fury out and proved to be a homophobic, a racist, and she was expressing all that and the whole theater was absolutely appalled, and I was thinking: “What should I do?” Because something really personal had happened to her with the movie. She was taking out some significant personal issues, because she was not talking about the movie, she was talking about her problems. When she finished, the only thing I could tell her was: “Look, not only were you watching the movie but the movie was watching you.”

That's beautiful.

When I said that, the woman broke down, and I had to comfort her for hours, so I understood it was actually true, that what was happening was that the movie was watching the audience, that the audience's reactions depended on their personal experience.

Mariana, isn't that exhausting?

Yes, you can't imagine…but it made me reflect and understand the ethical side of it. That you have to be careful with your work, because you also need to support the audience, and you won't always be there to take care of them yourself.

But that's not your duty.

Of course not, but you do have to reflect on the ethical side of filmmaking, and when you make a movie, you need to be careful… You don't have to leave out what you want to say nor the way you need to say it, but… In “Bad Hair” there's a final sequence that is very important to me, which I didn't want to include, and the editor said: “If you cut it out, I quit.” And given that she was also the producer, I would have been in serious trouble. “If you don't put this scene in the film, I can't keep on shooting, because it's essential, because when this film is over, you have to give the audience the chance to breathe.” I didn't want to. In the end, we came to an agreement and the scene stayed, and now I thank her every day, because there are many spectators who can only manage to stand up because of that final scene.

Well, and have you considered writing an article to explain “Bad Hair” so that spectators don't need to come crying to you or tell you “I didn't like it!” and all that?

(Laughs) Actually, I've been thinking about this for two days, about how my trade is that of the abyss, of doubt, of uncertainty, working with pain and with the soul… And now I understand the dimension of each word. But I'm an artist who needs doubts, contradictions, to be able to survive with my own contradictions, and feel one thing today and something different tomorrow, but I'm not a person nor an artist of certainties. No, I don't have any. And suddenly you end up surrounded by universes and worlds where…

Where you wound up by chance.

That's right! And you say: but tomorrow I may tell you exactly the opposite from what I said today and it will be alright, it must be alright, because that's how I am as a human being and that's what my work is about.

Mariana, why did you decide to be a filmmaker? Did you choose cinema or did cinema choose you?

No, I chose it, as I also chose to abandon it. But it's not that I quit, it's just that I understand there are things about cinema that I don't like so much.

What things?

What I don't like about cinema - see how contradictory I am - is its excessive love for certainties, for techniques, for its unique truths. So what I do to escape from cinema is to become an electronic artist, and I make robots! (We both laugh). And when I talk to engineers, they are very dogmatic with bolts, and you need to be dogmatic with bolts, because if they're not straight, they don't fit into the nut. So that's when you say: look, being dogmatic is reasonable and logical in certain spaces, but not all of them!

Ok. But that doesn't tell me why you chose cinema.

I chose cinema because some members of my family were close to cinema but I also chose it because of the kind of life I've had, where every ten minutes I would think: “Well, you could make a movie with this.” It was the life I had with my parents, who… I'm not sure if you had the chance to see “Postcards from Leningrad”…

No, but I would really appreciate it if you could tell me about that movie.





‘…IT WAS A COMIC STRIP BECAUSE, GIVEN THAT YELLOW SUBMARINE WAS MY ONLY REFERENCE, HOW ELSE COULD I DO IT? WITH YELLOW SUBMARINE AND THE SONG I LIKED MOST, WHICH WAS BATMAN'S THEME, BECAUSE THE ONLY SONG I HEARD UNTIL I GREW UP […] WAS “HASTA SIEMPRECOMANDANTE”…’





Well, that movie starts like my life did. My mom was in the guerrillas in Lara, she went down to Barquisimeto to give birth, she arrived at the hospital, I was born and I happened to be the first baby to be born on Mother's Day in Barquisimeto. Given that nothing more important ever happened there, we got to the newspaper front page with a picture of me and my mom (laughs). Well, from that day we started running away. From then until I was about 6, when Caldera started the Pacification…

Did your mother go to the mountains?

No, she was with me in the city all the time… There was no home, we moved from one place to another, always living in the shadows, using fake names…

Were you conscious of what was going on?

Yes, fairly conscious. The other day I talked about something terrible, that when I had an argument with my dad, I used to threaten to say his real name at the laundromat. I was actually threatening to give him away! (We laugh). And that's what the movie is about—about how to construct a false identity.

And when did you become Mariana Rondón?

With the Pacification.

Have you treated such painful childhood experiences in therapy?

No, that's why when I made “Postcards from Leningrad” a very good friend of mine told me: “Mariana, it would have been cheaper to do some therapy, instead of spending a fortune on this movie”, though it wasn't that much actually.

And when did you start thinking about writing it?

When I was a child, because one of the few places where I could escape to, to have some privacy, was when they took me and my cousins to the Cinemateca to keep us occupied for a little while. But they always got it wrong and took us to see the same movie, so we watched Yellow Submarine like, I don't know… 200 times. That's why, during my childhood, I thought cinema was only one movie: Yellow Submarine. And the first time I went in and they were showing something different from Yellow Submarine, I said: This is not cinema! Let's go because this is not cinema! (We both laugh out loud). So, of course, when, some years after this, I watched Yellow Submarine I thought, and my cousins too, that we had to make a movie, and I started to realize that every story could become a movie. For a long time, I said: No, I'm not ready to make that movie, because I still had this pompous idea of the heroic guerrilla fundamentals (smiles). Until a friend told me: “Look, Mariana, that movie is never going to work, you'll never be able to make it and, of course, you'll never be ready if you don't get into it, if you're not a character in the movie.” That changed my perspective completely. And the movie is a complete mess, because it's not the story of a particular guerrilla but a story of memory rebuilding and a story of fear, of the way we learn to fear. (A shadow of sadness crossed Mariana's ever-cheerful face for a moment).

Was it painful to write the script?

No, but one day I remembered a scene about the start of Pacification, when they told us: “You're all going to be free”, and my mom said: “Not me, because I escaped”. Before I was born, my mom had been put in jail and had escaped. So my mom said: “There will be no Pacification for me; I'll have to serve my previous sentence and then I'll be out”. So we packed our things and left, she turned herself in, and we were taken into a small room for hours…

Your mom turned herself in?!

Well, yes, she turned herself in because it was the time of Pacification and they told her: “You're free of these charges, but you have to serve the previous sentence, you must stay in jail, have a trial…” It was like the standard procedure, you know? She did it, and never parted from me. I was about 5 or 6. They kept us in this room for hours and hours, and then they took us to the Los Teques jail. It was early morning, they made us wait at the gate until they opened, and we went in. This instant, while waiting at the gate… when I remembered this instant, which I had forgotten about, I said: Oh, what I'm talking about is fear. That scene is not in the movie, that one's mine, it's the one I'll keep for myself, but that's when I knew that one of the things I wanted to talk about was fear. Of course the movie is absolutely playful because my parents are absolutely playful and have taught me to play with everything (smiles), and that's one of my signatures, I play, I build toys, toys are my trade.

But, sorry, did your mom stay in prison?

Yes, she did, and I was with her for a while - sometimes I went out with my dad, other times I went back with her. Political prisoners could keep their children and could have them in their own cell.

So you were in prison as a child?!

Yes, exactly, that's why at 12 I gave up all political affiliations - with that background, I could easily retire already (laughs and makes me laugh). They asked me about this yesterday, and I said I was not interested in any political affiliation - I don't believe in that.

In spite of this tragic situation, I read that you created the film as a comic strip.

Yes, it was a comic strip because, given that Yellow Submarine was my only reference, how else could I do it? With Yellow Submarine and the song I liked most, which was Batman's theme, because the only song I heard until I grew up and was able to buy my own discs, was “Hasta siempreComandante” (“Until forever, Commander”) by Carlos Puebla. If I'm not indoctrinated, then no one could be. So I asked the musician to make a version of “Hasta siempreComandante” but using Batman's theme (we laugh). The guy stared at me like this (makes a bewildered face) and told me: “Mariana, could it be the Green Hornet? Because Batman is too ambitious for me.” And I said: Sure, the Green Hornet! (We both laugh out loud).  And then we were joined by lots of Mexican rockers, and they made a wonderful version.  So for me this was great because it allowed me to affectionately and nonchalantly put an end to my relationship with all this world, all this universe, with complete love and criticism.

Did your mom and dad see the movie?

Yes, they love it. My mom has seen it like 15 times, and she keeps on watching it. There's a scene - and this is amazing - where the little girl asks her mum: “Mom, what if they kill you, what would I do?”  And my mom turns around and tells me: “Did you know that you used to ask me that question?”  And I thought: This woman has not seen anything; who knows what happens to her when she sees the movie. So I told her: And how do you feel about the movie, mom? And she says: “The thing is that when they mention my mom”- that is, my grandmother - “I can't really see it anymore, I'm no longer aware of what's going on.” Imagine (laughs). So all my actors tell me I'm a bit of a psychologist.  All of sudden, life puts you in situations in which you learn to discover and… my dad was the guerrilla chief of intelligence, and I believe he just passed me those mechanisms you need to protect yourself, by watching other people and knowing how they move and so on. For many years, I've been making efforts to block those mechanisms and avoid guarding against anyone, so I end up doing foolish things and talking nonsense to the press, because I don't want to be careful, I don't want to be careful anymore, I want to say whatever I want and make mistakes, and if I made a mistake, so be it, and if I didn't make a mistake and there's a problem with that, well, there's a problem, but that needn't be serious.

And what was the public's reaction to “Postcards from Leningrad”? Because I don't remember many films from Venezuela about the guerrilla.

No, there aren't, and at that time - 2007 - we didn't have the opportunities we have now, with the Cinema Law; however, many people saw it, about 40 thousand people, which was a lot in those days. This was a very strange movie for Venezuela at the time. After that, there were other movies, not with the same topic but sort of imitating the way the movie was made.

Was there no controversy like with “Bad Hair”?

No, with “Postcards from Leningrad” people were very respectful.

With your pain?

With the universe. I think there was an acknowledgement that we were talking about the grounds of memory, and I also believe I made the movie in a very respectful way, which was also true for “Bad Hair”, though they've not been so respectful. But the audience in general has been very generous.

Wouldn't you like to write a novel about “Postcards…”?

Oh no! Here I'll give you the same answer my mom gave to me when I told her I would make “Postcards from Leningrad”: “Oh no, Mariana, that's so boring, who would want to talk about that!” And I kept on going. When “Postcards from Leningrad” was released, that same year there were very similar movies made across the continent. My generation sort of needs to talk about this topic, about what happened.  For me, it was really interesting to talk about it, to know if I would still want to make movies after that.

And did you?

Yes, I still wanted to make movies… (laughs out loud).

“…THE EXHIBITION IS AN ILLEGAL LAB WHERE EVERY 12 SECONDS AN ATTEMPT IS MADE TO CREATE A NEW MYTHOLOGICAL BEING, A NEW GENETIC COMBINATION”





You've make few movies in 20 years. Is it because you don't get the money or because you're interested in other things?

Both actually. After I made the first movie, there was no more funding for shooting in Venezuela, it was hard, I couldn't get anything. When I made “Postcards from Leningrad”, there was barely any money and they told me “Take it or leave it”. I took it, and though I didn't rip everybody off, I had to ask for help and shoot with such a low budget that it was almost a rip-off, but if I hadn't made it this way, I wouldn't have shot anymore, because it was a long time - almost 7 years - until I could shoot again. During this path, this awfully hard path before shooting “Postcards…”, I told myself: I can't limit myself to cinema, because for me, you need several worlds and several ways of doing things, and money can't be an issue. I said: Well, I'll start by stealing things, and so I would walk along the street stealing things, and I made an installation that was like a cop story: Y Yo que la quisetanto (“And me, who loved her so”).  It was a crime scene, and you had to find the clues to discover how the crime had been committed. So what I did was to take cinema into a museum room, at the Museum of Contemporary Art. And every day they would call me because someone had damaged the installation, so I went there and… the room where the crime had been committed was really seedy, and every time I passed by, I would write some really obscene phrase on the wall. So the Museum was very nervous because the artwork was being damaged (laughs), and they made me go there every day, but when I arrived, what they had discovered was one of my obscene phrases (we both laugh out loud). Another thing that happened once was that there was a couple making love, and one day I arrived and thought: How strange they haven't discovered this image, what's going on? So I went to the back and discovered they had put tape covering the genitals (she can't stop laughing) of the characters.

Censorship?

Yes. What we don't know is if the person who did this was the watchman, the curator, the Museum director. We don't know who was responsible, it was a mysterious censorship.

And did anyone solve the crime?

No, but there were some teenage fans who would stay there the whole weekend.

Wow, you've mobilized young people.

Yes, it's funny because they say I make elitist cinema and popular installations with big box office takings, because it always happens to me that installations become a big sensation among people. I did that and discovered I had a whole world before me, and that if there was no money for cinema, I still had a lot to do.

And could you make a living from it?

Oh no, none of the things I do allow you to make a living. But I live. So it's OK (laughs). That installation had a lot of electrical components that I worked out sort of intuitively. So I started to work on a new project, and that project took 10 years. All movies need hard work, but with that project I was stepping on grounds I had never imagined I would explore. In order to fund it, I started to make projects and get support from different sources. I got a grant in Mexico and spent some time working in a Robotics department. After that, still in Mexico, they asked me for a synopsis, I gave them 10, they asked me for 20, I presented scripts with my partner MaritéUgás and they hired us as directors, and we shot a television series for the USA here in Argentina. It's called Post-Data and I'm not sure how that turned out, but I could live off my job, and they let me write the scripts, direct. I worked with amazing Mexican and Argentinian actors. It was at that moment that I said: I'll make “Postcards from Leningrad” with whatever is available, and I made the best I could with it, and I went back to Mexico and there I finished “Postcards…” and shot another movie for television. So I put my things in a box and said: I'll be right back, I have to release “Postcards from Leningrad”. But I didn't go back. I left my house fully furnished because we were shooting films in Venezuela with Sudaca.  Marité shot “The Kid Who Lies” and she did very well abroad. We had the premiere in Berlin and it was right after that, while we were attending a series of festivals, that I started writing “Bad Hair” and shot it.

Are things a bit better now?

Right now we are preparing Marité's movie, which she's going to direct and I'm going to produce.

You're having a bit of continuity.

Yes, we're having a bit of continuity after 10 extremely harsh years trying to be able to shoot again, but not bad for making robots.

What are the robots like?

You can see them at the Sudaca Films web page - there you have all the videos - or you can search for “You came with the breeze” in Vimeo. Robots are defined by their degree of freedom. This (makes a movement) is a degree of freedom. And if a robot can do that automatically, it becomes a robot. But it also has 8 independent programs. First, I built a robot with bicycle and roller skate wheels, but then I looked for an engineer and in the end, engineers made it, though only after I had made the whole curve, learned how it was, learned to make circuits. So I went to a Simón Bolívar University lab with a suitcase and I told a professor I needed somebody's help to make that robot solid, and he got help from the least busy professor in Simón Bolívar University as well as two students who had to prepare a thesis but didn't know which topic to choose. So I got my robots and made the exhibition “You Came with the Breeze”, which I would present at least every 6 months in a different place. The last version was at the Beijing Olympic Games. The cultural activity at the Olympics was an electronic art exhibition, where everyone who did this kind of art attended, and I traveled with my engineers. We were there 15 days - I don't even know how to add, subtract or divide, but I was there, and afterwards I also ended up teaching at Simón Bolívar, a subject called “Ingenuity”. From that project onwards, they changed a bit the way they assessed professors, because the project was very hands-on and they needed theoretical data, but given that it came with a whole artistic concept… the thesis ended up being gigantic. When I presented it in Mexico, people thought I was an electronic artist, no one imagined I made cinema. I also presented it in France, Spain, many countries, in its different versions.

How strange, Mariana, to go from cinema to robots, which is like the exact opposite.

Yes, but I was only talking about the machine. Now, what happens within that machine, what that machine does is the reason why I began to make it. The thing is that I had so much fun building the machine that I almost forgot about what happened within it, and what happens inside is much more fun. The robot creates a soap bubble that is 2 meters in diameter, and inside it I project transgenic beings, genetic combinations between human beings and animals.

And where do you take them from?

I make them. And for me the exhibition is an illegal lab where every 12 seconds an attempt is made to create a new mythological being, a new genetic combination, which I believe is what happens in genetic labs these days. This is not something I made up, I heard it from a member of the European Community Bioethics Commission, who was telling a nephew that they had to dismantle home genetic labs where geneticists were trying to create a mythological being.

And do your robots manage to create the mythological being, do they always fail, or is that something you can't reveal?

There's an instance in which they are created and another one - the one I'm most interested in - which is the genetic accident, because I believe that in a couple of years we'll start seeing genetic accidents walking down the street.

Are you worried about this issue?

Oh no, I love it because I consider it a creative space. Why are geneticists trying to create a mythological being? Because writers have done it, painters have done it and sculptors too. In the past, they were made of stone, clay, paint, now they're created through genetics. (Erica plays the video, and Mariana continues to talk about the images). At that installation, I start playing with images, mixing them. Sometimes the fish has a human eye, and there's a really magical moment in which the bubble pops and that being starts to vanish.

What was the public's reaction?

This is totally hypnotic. When I want people to love me, I show this. People simply ask to give me a kiss, which gets unbearable after some time (laughs).

How did you manage to make the bubbles?

It took me 9 months to create a formula that could stretch like that, it's called surface tension.

Have you studied Engineering or anything similar?

No, I played it all by ear, "de guataca" as they say in Venezuela. And the total weight is 1100 lb.

Mariana, you're a scriptwriter, director, producer and visual artist. Which is your best means of expression?

It depends on the moment. I work in production because I need to, not because I like it, but if I didn't have the ability to produce, I wouldn't be able to make this (referring to the robotic installation).

Mariana, what do you wish would happen in your artistic life? What are your dreams?

There are so many things I would like to do that need scientific research, from going to space… Because in cinema the way you do things is clearer, but this, in contrast, is a continuous discovery.

But isn't it the same with cinema? Isn't each script something new? Isn't the public's reaction something new? You've just won San Sebastian and you're already bored, come on girl! How's that possible?

(Laughs) I don't know, I suppose I like challenges, starting new things. I did this because what I wanted to do was study Genetics. That is the creative space right now: Genetics, because that's where you can create the future. But I said no, I can't be bothered to start studying at this stage. And it took me 10 years to finish this project - if I had studied Genetics, I would be making little monsters by now.

If you believed in miracles and you could make one true, what do you wish would happen in your artistic life?

At a personal level, I would like to live without fear - in fact, I decided to talk about fear because I felt that fear was getting closer, that it was about to come. But at an artistic level, I'd like to… what I enjoy most in life is having adventures, so I would like the next thing I do to have a lot of adventure.  Right now we're working in MaritéUgás's project, about which I cannot say much because it's her project and I'm only the producer, but which implies some degree of adventure. It's a project for which we did some documentary research, and it was very exciting, so I want to get into that new adventure.

What about Hollywood?

I would love to make special effects there, see how they make special effects in Hollywood. It's not that I refuse to direct, I don't, but that is not my main objective, unless I come up with a project whose ideal setting would be Hollywood - in which case, I would want to go there - but given that I don't have it… The thing is that I like being backstage, I would love to see the whole Cirque du Soleil machinery, or to participate in the creation of the Olympics opening show.

Who influenced you as a director?

Tarkovski. He'll always be my guide. I'm more of a movie fan than a filmmaker, and I'm a big fan of him.  (Stops to think) Bergman… Italians, of course, whose movies I watched when I was a teenager - later on I set myself aside from them but now I'm starting to appreciate them again. And something very beautiful happened when I presented the movie in Turin, where critics and people from the audience would stop me and say: Your work is true Italian neorealism! OK, this could be my place, I thought. It was really nice, because I received the Scuola Holden Best Screenplay Award, and they told me “Would you like to come and work writing screenplays here?” and I said: Wow, that's nice, it sound good, I'll take some time to think about it (laughs).

Mariana, it's been a very interesting interview. Thank you so much.
Thank you!


Buenos Aires, October 22, 2014
Translation by  ©Luciana Valente














"El gran dictador", pelìcula de Charles Chaplin, 1940.

 

 

 

Discurso final de la pelìcula "El gran dictador"









Lo siento.

Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, yo no quiero mandar ni conquistar a nadie. Quisiera ayudar a todos si fuera posible. Judíos, gentiles, negros, blancos... Todos queremos ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este
mundo hay sitio para cada uno de nosotros y nuestra Tierra es rica y puede alimentarnos a todos. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero hemos perdido el rumbo. La codicia ha envenenado el alma del hombre, ha dividido al Mundo con barricadas de odio, nos ha sumergido en la desgracia y en un baño de sangre.

Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y desconsiderados. Pensamos demasiado, sentimos muy poco. Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener cortesia y bondad. Sin estas cualidades la vida será violenta y todo estará perdido.

Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos clama por lo bueno que hay en el hombre, clama por la fraternidad universal y la unión de nuestras almas.

Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el
mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que lleva al hombre a torturar y encarcelar inocentes. Para aquellos que puedan oirme les digo: no deseperéis. La desgracia que nos aqueja es tan solo la muerte de la codicia y el resentimiento de hombres que temen el progreso de la especie humana.

El odio pasará y dictadores morirán, y el poder que le arrebataron al pueblo volverá al pueblo, y así, mientras los hombres den la vida por ella, la libertad no perecerá.

Soldados!

No os sometais a las bestias, hombres que os desprecian y esclavizan, que en nada valoran vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir. Os tratan como a ganado y como inutil carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina.

Vosotros no sois máquinas, no sois ganado, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo los que no aman odian, los que no aman y los inhumanos.

Soldados!

No luchéis por la esclavitud, luchad por la libertad. El el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios no está en un hombre..." No en un hombre ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres. Y vosotros, el pueblo, vosotros tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad. Vosotros, el pueblo, teneis el poder de hacer esta vida libre y hermosa, de hacer de esta vida una aventura maravillosa.

Entonces, en nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un
mundo nuevo, un mundo decente que dé a los hombres la oportunidad de trabajar, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad.

Fue bajo la promesa de estas cosas que las bestias subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas y nunca las cumplirán. Los dictadores se hacen libres sólo a ellos mismos, pero esclavizan al pueblo.

Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Luchemos todos para liberar al
mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la codicia, el odio y la intolerancia. Luchemos por un mundo en que reine la razón. Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.

Soldados!

En nombre de la democracia, debemos unirnos todos.










El mensaje de Chaplin contra el nazismo cumple 75 años








El 15 de octubre de 1940 se estrenó en Nueva York la película 'El gran dictador', en la que Chaplin hacía un alegato contra los totalitarismos europeos. Se mofaba de Hitler, al que hacía referencia la cinta, y del nazismo y terminaba con uno de los mejores discursos de la historia del séptimo arte.


El día que Charles Chaplin habló por primera vez en una película, se puso serio y miró directamente a la cámara para criticar sin tapujos, amparado en una historia de ficción, las vilezas reales que sacudían al mundo hace ahora ya 75 años, un testimonio que aún hoy mantiene su vigencia. 

El célebre cómico del cine mudo que arrancaba sonrisas con su entrañable Charlot, estrenó el 15 de octubre de 1940 en Nueva York su cinta El gran dictador, una obra que se mofaba de las ambiciones totalitarias de los fascismos europeos y terminaba con uno de los mejores discursos de la historia del séptimo arte. El alegato de más de cuatro minutos y medio con el que Chaplin concluía el filme era una llamada a favor de la democracia, las libertades, la hermandad de los pueblos y contra la avaricia, el odio y la intolerancia.






 Un mensaje que resonó como una declaración personal de Chaplin, quien protagonizó, dirigió, escribió y financió el largometraje que levantó suspicacias políticas y reproches diplomáticos desde su fase de producción. Al actor ” El gran dictador”  le supuso ser calificado como propagandista contrario a los intereses de EE UU por las autoridades estadounidenses, quienes en 1952 le llegaron a prohibir su regreso al país donde había vivido durante 40 años.

 Este artista nacido en Londres volvería a EE UU en una última ocasión, en 1972 para recoger su Óscar honorífico. Antes de su entrada en la Segunda Guerra Mundial, EE UU había preferido mantenerse al margen de las tensiones europeas y del auge de los beligerantes nacionalismos que veía con buenos ojos porque se oponían a la que consideraba la gran amenaza de la época: el comunismo. El antifascismo que emanaba de El gran dictador se entendió en aquel mundo polarizado como un procomunismo encubierto, y muchos juzgaron por ello a Chaplin, quien pasó a engrosar la lista negra de artistas vetados por Hollywood. 

El argumento del filme se centraba en dos historias, la de un barbero que vivía en un gueto en un país imaginario llamado Tomania, y la del ambicioso líder de ese estado, el dictador Hynkel, ambos personajes interpretados por Chaplin. Tomania era una alusión a Alemania; Hynkel, a Hitler; y el barbero simbolizaba la víctima de la tiranía. Paralelismos entre el actor y Hitler Chaplin hizo que Hynkel y el barbero fueran físicamente semejantes para poder intercambiar sus roles, de tal forma que una casualidad hiciera que al final de la cinta el opresor fuera arrestado por sus soldados y el oprimido ocupara su lugar en el clímax del filme. 

Los paralelismos no acaban ahí.
El documental Charlot y el Dictador (2002) indagó sobre las similitudes existentes entre Chaplin y Hitler, más allá del bigote. Ambos nacieron en la misma semana de 1889, tuvieron una infancia difícil, el primero en Londres y el otro en Viena, algo que les llevó a tener vocaciones artísticas, las de actor y pintor, respectivamente, y los dos fueron figuras influyentes, aunque de muy distinta forma. Quien fuera arquitecto colaborador de Hitler, Albert Speer, aseguró en sus últimos años de vida que “El gran dictador” era "el mejor documental" sobre el líder nazi. Se cree que Hitler tuvo ocasión de ver el filme, aunque se desconoce cuál pudo ser su reacción. La película fue el mayor éxito comercial de Chaplin, aunque su estreno se limitó a EE UU, Reino Unido y México antes de la rendición de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. En Francia, que había sido ocupada por los nazis, se pudo ver en 1945, en Italia en 1946 -muerto ya Mussolini-, y en España en 1976, fallecido Francisco Franco. 

El gran dictador gustó a los críticos de cine de la época, no así su solemne discurso final, que se contempló como una extravagancia que carecía de sentido dentro de la historia, aunque sus mensaje, sin embargo, sí encontraría su sitio para la posteridad.















“El gran dictador”: 75 años de un mítico estreno
20 OCT 2015 | El 15 de octubre de 1940 fue el día que Charles Chaplin habló por primera vez en una película. Por este film y por sus ideas tuvo que exiliarse de EE.UU.


El célebre Charles Chaplin, que arrancaba sonrisas con su entrañable Carlitos en infinidad de cortos y varios largometrajes, había nacido en Londres. Fue uno de los cineastas más conocidos y representativos de los inicios del cine mudo. Ha pasado a ser una leyenda gracias a sus interpretaciones cargadas de humor, pero también de crítica social.
Fue el cerebro de algunas de las mejores películas de la historia del cine, como “El pibe”, “La quimera del oro”, “Luces de la ciudad”, Tiempos modernos” y “Candilejas”.
“El gran dictador” fue su primera película completamente hablada, y la de mayor éxito. Comenzó a rodarse en 1939, con gran hermetismo debido a las presiones que estaba recibiendo el cineasta.
Era una agria sátira sobre Hitler, con una fuerte carga de moralidad, parodias y críticas hacia el sistema político, que desalentaban a las producciones anti hitlerianas de moda. Por sus ideas Chaplin sería perseguido e ingresado a la lista negra de artistas vetados por Hollywood, teniendo que exiliarse de Estados Unidos.
En 1972 la Academia de Hollywood intentó saldar la deuda pendiente con Chaplin entregándole un Oscar honorífico, cuando llevaba veinte años exiliado en Suiza. El cineasta volvió a Estados Unidos a sus 83 años. Fue recibido con una gran ovación de más de cinco minutos de aplausos. Esa estatuilla marcó su reencuentro con un país y una Academia que no lo había sabido valorar.
Su discurso pacifista al final de “El gran dictador” sigue siendo hoy vigente a 75 años de su estreno. En nuestro país el film se estrenó el 16 de enero de 1941 en la sala del ex cine Trocadero, y estuvo dos meses en cartel. Chaplin falleció a los 88 años en Suiza, en la Navidad de 1977. Su hija Geraldine, hoy con 71 años, conversó con Subrayado en España y no dudó en hablarnos de su padre.


Fuente :Subrayado











"No puedo y no voy a cortar mi conciencia para adaptarla a las modas de este año..." Lillian Hellman (1905-1984)













(Nueva Orleans, 1905 - Martha's Vineyard, 1984) Comediógrafa y memorialista estadounidense. Su carrera artística está dividida en dos períodos muy distintos uno de otro y muy distanciados en el tiempo. El primer período trascurre desde 1934 hasta 1941, y está dedicado a la producción teatral. El segundo, entre 1969 y 1980, lo dedicó a cuatro libros de memorias. 

Sus años de infancia y adolescencia transcurrieron en Nueva Orleans, en un ambiente social acomodado. Posteriormente, la familia se trasladó a Nueva York, donde Lillian Hellman tomó parte en la vida intelectual y social de la metrópolis, descubrió su identidad judía y se casó con el agente teatral, guionista y comediógrafo Arthur Kober. Gracias a su familia materna, entró en contacto con el mundo de la alta burguesía, cuya condescendencia hacia ella le produjo a la vez fascinación e indignación.


En 1932 se divorció de Kober. Hellman conoció a Dashiell Hammet, comunista y refinado autor de novelas policíacas, y ambos trabajaron juntos en Hollywood como guionistas cinematográficos. Hammet contribuyó a que se afianzaran en ella inquietudes radicales y ambiciones artísticas. El primer trabajo teatral de Hellman, dedicado a Hammet, tuvo un gran éxito: La hora de los niños(1934); la obra representa el escándalo suscitado en una pequeña localidad de provincias norteamericana por las falsas acusaciones de lesbianismo proferidas por una alumna contra dos profesoras; el drama anticipó las delaciones políticas de la era de Mc Carthy, de las que fue víctima el propio Hammet. De ahí que, en 1952, se vuelva a poner en escena La hora de los niños, de la que Hellman destacó en primer plano sus valores políticos. 

Otras obras de gran éxito de Hellman son Crías de raposa (The Little Foxes), despiadada denuncia del mundo de los especuladores sudistas y Watch on the Rhine (1941), que trata de la pasividad norteamericana ante el fascismo. Crías de raposa, así como ya sucedió con La hora de los niños, fue llevada al cine por William Wyler, esta vez con la prestigiosa interpretación de Bette Davis. 

El poco éxito de un par de obras posteriores, y sus obligaciones como enviada especial a diversos países europeos, desvincularon a Hellman del teatro. Después de unos treinta años dedicados a diferentes actividades culturales y ricos en homenajes públicos tras la muerte de Hammet, ocurrida en 1961, el resurgir de las protestas estudiantiles contra la guerra de Vietnam y la administración Nixon reactivaron el antiguo radicalismo de Hellman. 

En 1969 apareció el primer volumen de memorias Una mujer inacabada (An Unfinished Woman); ya sin rastros de su anterior y denso naturalismo melodramático, característico de su producción teatral, Hellman exhibe un estilo fluido y brillante, con un aire hollywoodiense al estilo de los años treinta, evocador de las "parties" del Nueva York literario, los viajes a la Rusia estalinista y la España de la guerra civil. 

Los volúmenes siguientes marcan su retorno a la narrativa: Pentimento(1937), del que surgió la película (Julia) protagonizada por Jane Fonda y Vanessa Redgrave; Scoundrel Time (1976), Juguetes en el desvány Maybe (1980). En este último libro, la autobiografía se tiñe de novela, y el problema de la reconstrucción precisa de los hechos adquiere connotaciones metafísicas. El recuerdo de episodios de la historia política norteamericana -el macartismo sobre todo, y la espinosa cuestión de las relaciones de los intelectuales con el comunismo, estalinista o no- provocó reacciones y acaloradas polémicas: entre ellas, la de una adversaria "histórica" de Hellman, Mary Mc Carthy.


 Fuente: Biografías y Vidas








Lillian Hellman, la mujer que se comió el siglo XX

A los 30 años de su desaparición el nombre de Lillian Hellman sigue ribeteado de acentos míticos. El libro 'Una mujer con atributos' reúne las memorias de la escritora.

 








 Su figura adquiere tintes legendarios cuando se repasa su biografía a lo largo del siglo XX. Lillian Hellman (1905-1984) escritora, autora teatral de éxito, periodista de primera línea, le tocó vivir un presente convulso y en primera persona algunos de los grandes acontecimientos históricos del pasado siglo: de la Guerra Civil española a los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial, de la eclosión del Hollywood dorado de los años treinta a la lucha por los derechos civiles; un itinerario vital recogido ahora en el libro Una mujer con atributos (Lumen) que reúne sus dos primeros libros de memorias, Una mujer inacabada (1969) y Pentimento (1973) y que cerrará con Tiempo de canallas (1973).

Cuando en 1977 el director Fred Zinnemann llevó a la pantalla las memorias de la escritora en la película Julia el rostro de la autora teatral quedó para siempre unido al de la actriz Jane Fonda, una traslación que sin duda mejoraba sustancialmente el físico original. El rostro de Hellman, raíces familiares sureñas y judías centroeuropeas, se hallaba bastante alejado de las armoniosas facciones de la actriz americana y más cerca de sus antepasados germánicos. La película recogía, entre otros episodios, una de las etapas más significativas de la escritora, su relación con el escritor y maestro de la novela negra, Dashiell Hammet –aquí interpretado por Jason Robards– y con el que viviría una larga relación sentimental con intervalos de separación (a causa principalmente del alcoholismo del escritor) hasta la muerte de Hammet en 1961.




Jane Fonda como Lillian Hellman en ‘Julia’.

 





Lillian Hellman y Dashiell Hammet formarán una de las parejas más brillantes y deseadas a caballo entre los escenarios de Hollywood y los bares de moda de Nueva York de los años treinta y cuarenta. Novelas como El halcón maltés, La llave de cristal y Cosecha roja convierten a Hammet en un escritor de éxito mientras su libro El hombre delgado adaptado para la pantalla y protagonizado por la pareja de detectives Nick y Nora Charles –en el cine William Powell y Mirna Loy– y la fox-terrier Asta da lugar a una popular saga cinematográfica inventando de paso un nuevo género entre la comedia sofisticada y el cine negro. Y todo ello regado por generosos Martinis Dry y diálogos chispeantes. El personaje de Nora, la sofisticada e independiente compañera del detective guardaba bastantes similitudes con Hellman y su relación Hammet. Como recuerda la escritora en sus memoria: “Era bonito ser Nora, casada con Nick Charles, tal vez uno de los pocos matrimonios de la literatura moderna en que el hombre y la mujer se cae bien y se divierten estando juntos”.

Nacida en Nueva Orleans, Lillian Hellman vivirá el ambiente familiar de la alta burguesía sudista que más tarde retratará implacablemente en la obra teatral The Little Foxes o La Loba (William Wyler, 1941) en su adaptación para la pantalla y donde la autora ajustaba cuentas con su linaje materno. Una herencia familiar (burguesía de Nueva Orleans, por parte materna, y judíos liberales emigrados a los Estados Unidos, por la paterna) que ha quedado desvelada en las memorias entre la mirada curiosa y a la vez crítica de una niña en tránsito hacia la adolescencia. Mucho más emotivos son sus apuntes biográficos sobre ese mundo de criadas y niñeras negras que velarán el hogar familiar a lo largo de su vida.

Junto a los abundantes retratos familiares Una mujer con atributos recoge sus encuentros  –y también desencuentros– con personajes como Ernest Hemingway, Francis Scott Fitzgerald, el magnate del cine, Samuel Goldwyn o la escritora Dorothy Parker, una de las plumas más ingeniosas y ácidas de la literatura americana de entreguerras. Compañeras en el Hollywood de los años treinta, Parker y Hellman compartirán ideales progresistas, literatura y buenas dosis de alcohol. Entre los recuerdos, Hellman relata una divertida anécdota protagonizada por Dorothy Parker durante el funeral de su marido, Alan Campbell. En el velatorio una señora se le acerca a la escritora y ahora viuda: “Querida, dígame si puedo hacer algo por usted”. A lo que la Parker le responde: "Búsqueme otro marido”. Ante la cara ofendida de la señora, Parker, mirándola dulcemente le apostilla: “Perdone, entonces tráigame un pan de centeno con queso y jamón y díganles que se guarden la mayonesa”.






‘Una mujer con atributos’ recoge sus encuentros y desencuentros con personajes como Hemingway, Francis Scott Fitzgerald, Samuel Goldwyn o Dorothy Parker. Cortesía de Lumen






Lillian Hellman conocerá su primer gran éxito teatral con la obra The Children’s Hour (1934) donde trata algunos temas bastante insólitos para la época como la intolerancia, el lesbianismo o el ejercicio de una moral represora. La obra vence todos los obstáculos de la censura y es adaptada para la pantalla con el titulo de Esos tres (William Wyler, 1936). El mismo Wyler se encargara veinticinco años después de volverla a trasladar a la pantalla, ahora sin tantas cortapisas ni restricciones con Audrey Hepburn y Shirley McLaine en el papel de las dos profesoras que ven su mundo afectivo, social y profesional derrumbarse a partir de la falsa acusación de una alumna.

Prototipo de la escritora independiente e ideología radical, Hellman se comprometerá a lo largo de su vida con las diferentes causas y defensas libertarias que se cruzan en su camino. La Guerra Civil española, como ocurre con otros escritores y personajes de la cultura americana, acabará señalando su vida. Hellman viaja a un país en guerra para dar testimonio de los hombres y mujeres que luchan pordefender la República y los ideales democráticos frente al fascismo. La mujer sofisticada que deslumbraba a la hija de Dashiell Hammet con su armario solo para guardar zapatos, convive durante meses con soldados y brigadistas internacionales compartiendo su comida y sus heridas.

Como su compañero, Dashiell Hammet, abrazará los ideales de la América progresista de los años treinta aunque sin llegar a militar como otros escritores en el Partido Comunista. Una adhesión ideológica que pagará con la famosa 'Caza de brujas' que desencadena el senador McCarthy en los años cincuenta contra todo el movimiento intelectual izquierdista. Hellman pasará a formar parte de la lista negra y como otros guionistas de Hollywood su nombre queda vetado. Ante el Comité de Actividades Anti-Americanas declara: ”No puedo recortar mi conciencia para ajustarla a la moda de este año”. Peor suerte correrá Dashiell Hammet que acabará en la cárcel por negarse a delatar a sus compañeros en el Comité de investigación. ”No permito que ni los policías ni los jueces me digan qué creo yo que es la democracia”, le confiesa a su compañera antes de entrar en la cárcel.





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 Lillian Hellman y el director de cine William Wyler







La vida de Hellman no estará exenta de polémicas como el largo contencioso judicial que mantendrá con la también escritora Mary McCarthy, la autora de El grupo.Una dolorosa polémica entre las dos escritoras que se inicia cuando McCarthy en un popular programa de televisión afirma que “todo lo que escribe Hellman, incluido la “y” y el “el” es mentira”. La querella entre las dos escritoras dará lugar décadas después a la comedia musical Imaginary Friends que pasa con más pena que gloria por Broadway.

Luces y sombras sobre un personaje como las trazadas por la hija de Dashiell Hammet en la biografía sobre su padre cuando escribe: “Mi actitud hacia Lillian oscilaba entre la admiración y la indignación. Cada vez que pensaba en la Lillian manipuladora, mentirosa e irascible, recordaba también a la Lillian graciosa, generosa”. Para Jo Hammet “la única solución es pensar en Lillian como en el colesterol, hay colesterol bueno y colesterol malo, a menudo no concuerdan, pero están en el mismo cuerpo”.

En su primera entrega de memorias, Lillian Hellman se identificó como “una mujer inacabada”, para la segunda entrega buscó el símil del término artístico Pentimentopara rescatar esos recuerdos y vivencias que han quedado desvelados, fragmentos de la intensa y sin duda extraordinaria vida de una mujer que defendió su independencia y compromiso por encima de todo. Unos pocos meses antes de morir el escritor Dashiell Hammet, Lillian Hellman le comenta: “Nos ha ido muy bien, ¿no crees?”. A lo que Hammet responde: “Muy bien es una expresión excesiva para mí. ¿Porque no decimos simplemente que nos ha ido mejor que a la mayoría?”.







Jo Hammet comparó a Lillian con el colesterol: “Hay colesterol bueno y colesterol malo, a menudo no concuerdan, pero están en el mismo cuerpo”.



Fuente: El Pais








Lillian Hellman: el respeto por la dignidad humana


Fred Zinneman contó en cierta ocasión que, cuando trabajaba en el guión de Julia, basado en un capítulo de Pentimento, de Lillian Hellman, dudó sobre la posible relación carnal entre las dos protagonistas, la autora del libro y su gran amiga, Julia. Se lo preguntó a la escritora y ésta, tras permanecer un buen rato ensimismada, le replicó que no se acordaba del detalle, pero que en cualquier caso aquello no modificaba en nada los sentimientos hacia su amiga.En la reciente edición en castellano de Mujer inacabada, la Hellman cuenta -entre otras cosas- su estancia en España durante la guerra civil. Joven americana, autora de teatro, famosa y progresista llega a la España desolada. En su diario hay una fecha importante para comprender su talante: el 17 de octubre de 1937. Conoce a Pasionaria, personaje mítico, a Álvarez del Vayo, a la plana mayor de las fuerzas progresistas. Pues bien, el relato más minucioso lo realiza sobre una pareja que encuentra en una plaza recoleta, ella a medio camino entre la vocación religiosa y la condición de enfermera y él, un hombre maduro, triste y de comportamiento infantil.





Mujer inacabada, de Lillian Hellman


Editorial Argos Vergara. 302 páginas. Barcelona, 1978. 

 





Son dos anécdotas que describen un mismo carácter, una misma personalidad, la de una mujer fascinada por el ser humano. Lillian ama el recuerdo de Julia y se siente atraída con más intensidad por unos personajes insólitos que por quienes representan en vida los ideales políticos. Mujer inacabada, relato autobiográfico de la escritora, rezuma amor, ternura y fascinación por el individuo. Es un mensaje del humanismo más puro de cuantos se conocen.

Si el baremo por el que la autora mide las calidades humanas no es otro que el de sus cualidades en tanto que individuos (política, fama y veleidades públicas al margen), no puede extrañar el que los personajes secundarios alcancen parcelas de protagonistas en los recuerdos de la Hellman. Entre sus amistades surge con frecuencia la constelación mitológica de la literatura norteamericana del siglo XX: allí están Scott Fitzgerald, William Faulkner, un Ernest Hemingway, evidentemente despreciado por la autora, Norman Mailer y, naturalmente, Dashiell Hammet, con quien compartió buena parte de treinta años de existencia. Sin embargo, las historias y aventuras inolvidables surgen en las descripciones de los ocupantes de un hotel moscovita, en plena guerra mundial: japoneses desconcertantes, mercaderes enigmáticos de pieles, prostitutas de la rusia revolucionaria, o en los lugareños de un pueblo castellano durante la guerra.

La lista de conflictos sociales vividos por la Hellman complacerían a buen número de progresistas de todo el mundo, no le falta detalle: desde las ya citadas guerras de España y mundial, a la solidaridad con los judíos, el profundo desprecio por la caza de brujas del senador McCarthy o la defensa apasionada de las minorías raciales norteamericanas. Una lista de afinidades ideológica que firmarían sin dudar desde Fidel Castro a Dubcek, pasando por Enver Hoxa, Willy Brandt o Deng Xiaoping. Lo que ninguno de ellos firmaría -y aquí comienza la auténtica grandeza de la escritora- es la visión que describe la Hellman en este libro.

Un joven fanático o un burócrata de la revolución -que de todo hay en la viña del Señor- calificaría estas memorias de «decadencia pequeñoburguesa», pues contienen las dosis suficientes de sensibilidad y sentimentalismo como para perturbar un espíritu dogmático. Personalmente creo que esa es su gran virtud, la de aproximarse a unos fenómenos colectivos desde el relato de lo anecdótico, o si se prefiere, de lo particular a lo particular, puesto que la suma de las particularidades daría lo general. 

La experiencia histórica da siempre la razón a los humanistas. Para nadie es un secreto que el recuerdo de la guerra civil española ha sido frecuentemente manipulado por las dos partes de la contienda (ahí están los oscuros sucesos de Casas Viejas, la comuna asturiana, la represión contra el POUM o las luchas entre socialistas, anarquistas y comunistas, por citar ejemplos de una parte. La lista de ejemplos de la otra parte sería interminable), quizá por ello se agradezca más la visión de una extraña que cuenta la vida cotidiana. Sobre, el triunfo de la revolución bolchevique se ha escrito mucho y de manera excesivamente fluctuante, según avanzara el proceso de desestalinización del régimen.

Lillian Hellman pasa por la vida y por los acontecimientos sociales traumáticos con un cierto escepticismo y desencanto (¿será una precursora más de lo que los herederos de la épica colectiva llaman «pasotismo»?). En cualquier caso ese escepticismo y desencanto conlleva en su caso un enorme respeto por la dignidad humana. Esa mezcla produjo un libro que se publicó en Estados Unidos en 1969. Ahora se acaba de editar en España: merece la pena leerlo.


Fuente: El Pais






Dashiell Hammett & Lillian Hellman







El autor de El Halcón maltés y la exitosa escritora pelirroja cultivaron durante 30 años una turbulenta relación plena de amor, pero también de sordidez e infidelidades.
Con el tiempo, como sucede a veces con hechos históricos entreverados de mitología, hubo que acordar una fecha convencional para celebrar el día en que comenzó todo. Para ellos fue el amor o lo que fuera que los atravesó de madrugada y con todo el alcohol en favor o en contra: 25 de noviembre de 1930, acordaron después, porque les convenía. 

Fue en Nueva York, en una de esas fiestas rutinarias y excesivas a las que la depresión no solía ser invitada todavía. Esa noche se encontraron el famoso escritor Dashiell Hammett -de 36 años, flaco, alto, elegante y ganador con las mujeres, con un pasado de detective en la Agencia Pinkerton en San Francisco, un vistoso Halcón maltés recién editado en el hombro y un vaso eterno en la mano- y la todavía no escritora Lillian Hellman, una aceleradísima petisa pelirroja de 24, no demasiado bonita pero culta, liberal, incisiva e inteligente, y con un vaso similar. Ambos estaban casados, pero en otra parte y con otra gente que no contaba ni estaba ahí. 








La leyenda sabiamente cultivada por ella en volúmenes de creativas memorias que escribiría medio siglo después -Una mujer inacabada, Pentimento, Tiempo de canallas- asegura que esa noche hablaron largo de T. S. Eliot y que después se fueron del ruido para seguir charlando durante horas afuera, en el coche. De algún modo nunca pararon de hacerlo: con amor y sordidez, con interrupciones, convivencias, peleas, cortocircuitos y epifanías siguieron así, yendo y viniendo durante treinta años. Hasta que Hammett murió, en los primeros días de 1961. 








A fines de 1930, Samuel Dashiell Hammett ya era el escritor que, desde las baratas revistas de misterio -los llamados pulps y, sobre todo, la legendaria Black Mask-, revolucionó el estilo y el universo de la narrativa policial con un puñado de cuentos perfectos, dos detectives inolvidables -el anónimo gordo de la agencia Continental y el Sam Spade al que puso cara Humphrey Bogart- y cinco novelas llenas de cadáveres, inteligencia, ambigüedad y algo de la mejor literatura del siglo. Cosecha roja, La maldición de los Dain, El halcón maltés y La llave de cristal, violentas, sucesivas y contundentes como una ráfaga de ametralladora Thompson de la época, aparecieron entre 1927 y 1931 y le dieron fama, prestigio y dinero, que reventaría veloz y literalmente en excesos de amistad, alcohol casi puro y mujeres mucho menos. Pero, entre los fogonazos y las luces de un próximo Hollywood, Hammett no podía saber que había tocado techo o fondo: estaba literariamente acabado. Terminó a duras penas y publicó El hombre flaco en 1934 -dedicado A Lillian- y, salvo guiones y algunos cuentos cortos, no pudo escribir nunca más. 

Ella sí: como en una carrera de postas, ese año precisamente, la semianónima joven pelirroja se convirtió en Lillian Hellman para la historia del teatro norteamericano. A instancias de Hammett, que le tiró la idea, estrenó con éxito su primera obra -La hora de los niños- y ya no se detuvo: Los zorritos, Otra parte del bosque, Alerta en el Rin, Los días por venir, El jardín de otoño... Una serie de piezas -curiosamente no estrenadas en estas latitudes- y otros tantos guiones cinematográficos que la convirtieron en una celebridad contestataria. 

Ese fue otro aspecto y no menor de la pareja. Paseantes free lance por la izquierda intelectual de los años treinta -antifascismo, solidaridad republicana en la Guerra Civil Española, coqueteos de ida y vuelta con la URSS y el PC, militancia sindical en Hollywood-, Hammett y Hellman fueron por esos años consecuentemente desprejuiciados, ricos, famosos y transgresores. Lo que era arrebato en ella resultaba en Hammett -un escéptico marxista sin partido- la consecuencia del cultivo de una indefinible dignidad. Todo aquello fue bueno y excitante mientras duró. Pero lo pagarían, se lo harían pagar -sobre todo a Hammett- caro y con intereses.

Nunca hubo papeles entre ellos. Papeles legales, quiero decir, porque sobraron de los otros. Se amaron entre libros y manuscritos, y se quisieron escritores pero no por eso. Aunque alguna vez se divorciaron de sus respectivos, quedaron libres y se amenazaron recíprocamente con proponerse en matrimonio, nunca lo hicieron. No hubo hijos tampoco; Hammett ya tenía dos distantes niñas que no dejaron nunca de aparecer -Josephine, la menor, publicó un libro sobre su padre en los años noventa. Ella ha sido pudorosa en los detalles, aunque apuntó que las borracheras y la promiscuidad indiscriminada del Hammett en sus peores momentos la ahuyentaron de su lado-. Alguna reciente biografía de la pareja no escatima sordideces; sin embargo, nadie se atreve a tocar el amor: hubo infidelidades, portazos, rencor y violencia inclusive, y más amistad que sexo en los últimos veinte años, pero siempre lealtad. 

Es difícil calcular cuántos años convivieron: aunque la sureña Hellman tuvo por más de diez años una granja donde pasaron algunas de las más largas y mejores temporadas, no solían estar quietos y habitualmente rebotaban de costa a costa, de Nueva York a Hollywood, llevados por el trabajo y los contratos, pero no necesariamente al mismo ritmo. Además, Hellman solía irse a España, París, Rusia, Berlín, Viena, Londres, llevada por invitaciones oficiales, ideología extraoficial o estreno de sus obras. Hammett, que mientras quiso, pudo o estuvo en estado vivía en hoteles o departamentos que solía abandonar sin aviso, sólo pensó en dejar Estados Unidos para ir a la guerra o sus alrededores, llevado por cierta poderosa coherencia interior que nunca lo abandonaría: la tuberculosis que arrastraba de la primera no le impidió, ya veterano, alistarse con 48 años para la segunda. Su estada en las Aleutianas editando el periódico de los soldados fue probablemente la última vez que fue feliz frente a la máquina de escribir. 

La historia de la pareja -que es la de su tumultuoso país en el corazón del siglo pasado- se convirtió en pesadilla a fines de los años cuarenta. Tras la guerra, Hammett volvió a beber descontroladamente y entonces ella se alejó, no pudo soportarlo. En 1948, él tuvo un episodio de delirium tremens que lo dejó al borde de la muerte. Hellman estuvo a su lado. Fue entonces que Hammett prometió dejar de beber. Y contra todos los pronósticos no volvió a hacerlo: "Lo he prometido", explicó como si bastara. 

Con igual y ejemplar consecuencia obró ante la comisión del Congreso que, con el tristemente célebre senador McCarthy a la cabeza, lo incriminó durante la caza de brujas contra la infiltración roja en Hollywood. Un soberbio Hammett -más flaco que nunca, viejo y enfermo, pero erguido- dio una lección de coraje y coherencia en ese oscuro tiempo de canallas que no vacilaron en delatar, mentir y arrepentirse ante la infamia y las ominosas listas negras. 

Hammett fue a la cárcel seis meses y no se le escuchó una queja: siempre se hizo cargo de sus actos, ideas y convicciones. Ella también debió comparecer ante el tribunal en 1952, vendió la granja para asumir deudas salvajes y los siguientes años fueron duros. Quebrado en salud, Hammett se quedó sin recursos cuando el fisco le embargó todos sus derechos de autor por impuestos impagos mientras la censura política sacaba sus libros de circulación: terminó viviendo de prestado en la propiedad de unos amigos en
Katonah, cerca de Nueva York. 

La crónica de esos últimos años -las temporadas de verano compartidas en Martha's Vineyard y el tramo final en el departamento neoyorquino de ella, cuando Hammett ya no pudo bastarse solo- está registrado amorosa, sabiamente, en el memorable capítulo final de Mujer inacabada.
La última. Los que han visto Julia, la película de Fred Zinnemann basada en el seudobiográfico relato de la Hellman que aparece en Pentimento, asociarán a Lillian y a Dash con los intérpretes. Las películas, como la historia, suelen hacerlas los sobrevivientes. Ella no era tan linda como Jane Fonda, pero él tenía más pinta que Jason Robards.



Fuente: LaNaciòn
























Programa de becas para vírgenes causa polémica en Sudáfrica. CNN , enero 2016



El "Maiden's Bursary Award" es un programa de becas para mujeres en el que las ganadoras deben certificar que son vírgenes a través de una inspección manual que por lo general se realiza sobre una estera de hierba. (Crédito: ISSOUF SANOGO/AFP/GettyImages/Imagen de archivo)
 
 


Lo más importante

 

En uThukela, una población de Sudáfrica, el gobierno local ofrece becas para mujeres vírgenes.

Ellas se mantienen alejadas de los hombres para cumplir el objetivo.

Algunos detractores de la beca dicen que promueve estereotipos sexistas.

(CNN) -Thubelihle, una joven de 18 años de edad, saldrá de su casa en la provincia rural de KwaZulu-Natal para dirigirse en autobús a la universidad en Pretoria.

Thube, como la llaman sus amigos, dice que su familia no podía pagar por sus estudios en la universidad, pero recibió una ayuda que consistió en una beca del gobierno ofrecida por el municipio local de uThukela, uno de los 11 distritos de la provincia de KwaZulu-Natal.

El requisito principal es que Thube tiene que permanecer virgen.

"Nos mantenemos alejadas de los chicos porque queremos alcanzar nuestros objetivos", dice Thube.

"Yo no tengo hijos. Tengo 18 años; debo estudiar mucho para cambiar y conquistar el mundo".

Para cumplir con los requisitos del llamado "Maiden's Bursary Award", Thube tendrá que someterse a una prueba de virginidad todas las vacaciones. Una mujer anciana de la comunidad determinará si ha permanecido como una "doncella" mediante la realización de una inspección manual, por lo general sobre una estera de hierba.

"Solo tienes una oportunidad de ser doncella", dice Thube.


'Invasiva y sexista'


La noticia de la beca basada en la virginidad ha provocado un intenso debate en Sudáfrica, donde algunos grupos de derechos dicen que es invasiva y sexista.

"La beca promueve estereotipos, en relación a que solo te dan una beca porque eres virgen, no en función de tus capacidades", dice Javu Baloyi, de la Comisión de Género e Igualdad.

"Existen mejores maneras de conseguir una educación".

El principal partido de la oposición de Sudáfrica ha presentado una queja ante la comisión de derechos humanos del país y algunos activistas han dicho que es inconstitucional.

Pero la alcaldesa que está detrás de las becas se mantiene firme en su posición.

"Lo que he notado en todos los críticos es que no están aportando soluciones", dice la alcaldesa uThukela Dudu Mazibuko, quien dice que ella quedó embarazada en la escuela secundaria cuando era adolescente y no quiere que las chicas pasen por las mismas dificultades.

Mazibuko dice que han probado distintas maneras de detener los embarazos adolescentes en las escuelas de su distrito, pero nada ha funcionado.

Según las cifras más recientes de 2012, la provincia de KwaZulu-Natal tiene la mayor tasa de nacimientos de madres adolescentes en Sudáfrica.

Ese año, más de 26.000 bebés nacieron de chicas comprendidas entre los 15 y los 19 años de edad. Algunas de las nuevas madres eran incluso más jóvenes.


Altas tasas de VIH


El distrito de Thukela todavía sufre de tasas sumamente altas de VIH/SIDA: alrededor de la mitad de las madres embarazadas han contraído la enfermedad, según la oficina de la alcaldesa Mazibuko.

En Sudáfrica, más de seis millones de personas viven con el VIH, la cifra más alta del mundo."Las chicas jóvenes son vulnerables. No pueden negarse a tener relaciones sexuales con una persona mayor. Ni siquiera pueden decirle a un hombre mayor a que use un condón. No están preparadas para tener relaciones sexuales", dice Mazibuko.

Thube dice que muchas de sus amigas de la escuela secundaria han sucumbido a los encantos de "viejos ricachones" que proveen de dinero, regalos y favores a cambio de sexo.

En Sudáfrica, se anima a las estudiantes que se quedan embarazadas a acabar su educación, pero en la práctica muchas se salen de la escuela y nunca vuelven.

El año pasado, en un discurso dirigido a líderes tradicionales —quienes aún mantienen un poder significativo en las partes rurales del país— el presidente de Sudáfrica Jacob Zuma dijo que las adolescentes que quedan embarazadas deben ser separadas de sus bebés y enviadas a terminar sus estudios en la isla Robben, donde Nelson Mandela estuvo preso.


'No obligamos a las vírgenes'


La alcaldesa Mazibuko dice que la idea de la beca estudiantil surgió de las mismas chicas, quienes se habían unido en los preparativos para la danza anual de la caña que se celebra en el Palacio Real eNyokeni en Nongoma, KwaZulu-Natal.


 Un grupo de mujeres de zulúes transporta cañas al palacio real durante la ceremonia anual de la danza de la caña.



"Nosotros no obligamos a las vírgenes; ellas ya estaban empezando a formar grupos", dice.


La danza de la caña, la cual se lleva a cabo todos los años en septiembre, fue introducida en Sudáfrica a principios de los años noventa por el rey Goodwill Zwelethini a fin de promover la abstinencia de cara a la epidemia de VIH.


A la danza asisten jóvenes mujeres zulúes que primero deben someterse a pruebas de virginidad dentro de sus comunidades.


Sin embargo, las pruebas no han hecho mucho por frenar el galopante contagio del VIH y el embarazo de adolescentes en la última década, y para muchas mujeres sudafricanas, la danza de la caña es anacrónica y ofensiva.


Pero para Thube, permanecer virgen es una forma de estar segura.


"Esta es mi elección", dice.


Y aquí en KwaZulu-Natal, la beca estudiantil para vírgenes es su única oportunidad real de obtener una educación.




Fuente:  CNN






Sudáfrica concede becas públicas de estudio a chicas por mantenerse vírgenes






EFE. 22.01.2016 . Las autoridades locales del distrito de uThukela, en el este de Sudáfrica, aprobaron este mes de enero una nueva categoría de becas de estudios que se otorgan a chicas vírgenes para "celebrar y recompensar su pureza", informaron hoy medios locales.

La concesión de estas becas ha provocado un encendido debate en Sudáfrica, ya que sus defensores ven en la instauración del criterio una legítima defensa de la cultura africana con efectos beneficiosos para luchar contra el contagio del sida y los niveles endémicos de maternidad adolescente que tiene el país.

Por su parte, quienes se oponen denuncian que este parámetro para elegir a los beneficiarios de ayudas públicas vulnera los derechos de las jóvenes y choca frontalmente con el derecho a la igualdad que reconoce la Constitución. De las 113 becas que el consejo de uThukela ha dado este año, que se conceden a alumnos con buenos resultados en los exámenes de ingreso a la universidad, 16 fueron para adolescentes que aún no han mantenido relaciones sexuales "por ser todavía vírgenes". Sin embargo, las chicas "deben someterse a controles (de virginidad) cada final de curso si quieren conservar sus becas.

Si pierden su virginidad les quitaremos la beca", afirmó el portavoz del consejo, Jabulani Mkhonza. El rey zulú apoya la iniciativa La casa del rey de los zulúes, Goodwill Zwelithini, ha alabado la iniciativa y ha recordado que la monarquía aboga porque las jóvenes se mantengan vírgenes hasta el matrimonio. Conocida como Zululandia, la región de KwaZulu-Natal es patria del pueblo zulú, mayoritario en Sudáfrica y muy apegado a su cultura y sus tradiciones. La casa real zulú está reconocida por la Constitución como el resto de monarquías tradicionales, y tiene gran influencia entre los miembros del pueblo zulú, especialmente en zonas rurales.





 
Fuente: 20 minutos









“La Libertadora del Libertador”. Manuela Sáenz (Ecuador, 1797-Perù, 1856).






(Manuela Sáenz y Aizpuru o Sáenz de Thorne, también llamada Manuelita Sáenz.  Patriota ecuatoriana. Esposa del doctor J. Thorne (1817), se convirtió en la amante de Bolívar (1822), al que acompañó en todas sus campañas y al que, en una ocasión, salvó la vida (1828), lo que le valió el apelativo de Libertadora del libertador. Su presencia al lado del Libertador, durante los años cruciales de la gesta emancipadora, marcaría indeleblemente numerosos acontecimientos en los albores de la vida republicana. Siguió el curso cronológico de los principales sucesos políticos y militares de los que fue testigo o protagonista: el encuentro de Bolívar y San Martín en Guayaquil, las batallas de Pichincha y Ayacucho, el conflicto entre el Libertador y Santander, la rebelión de Córdova y la disolución de la Gran Colombia. A la muerte de Bolívar fue desterrada a Perú.


No ha sido fácil para la historia de la América independentista incluir en su nómina de próceres el nombre de Manuela Sáenz. Si su condición de mujer ya lo hacía difícil, su estatus de amante del Libertador complicaba aún más las cosas. La historiografía del siglo XIX, temiendo por la memoria del "más grande hombre de América", se encargaría de omitir la presencia de esta mujer en su círculo. Con todo y con ello, las anécdotas se dieron a conocer, y la misma historia se vio en la necesidad de otorgarle a Manuela Sáenz la categoría de heroína.


Nació en 1795 en Quito, ciudad por entonces de aires afrancesados, en la que los grandes salones que acogían a la aristocracia marchaban al ritmo de una concepción laxa de la moral y de las distracciones entre criollos y españoles, que pronto se convertirían en una sangrienta guerra entre patriotas y realistas. Era hija natural de Simón Sáenz, comerciante español y realista, y de María Joaquina de Aizpuru, bella mujer hija de españoles de linaje, quien en el futuro tomaría partido por los rebeldes.


Desde muy joven entró en contacto con una serie de acontecimientos que animarían su interés por la política. En 1809 la aristocracia criolla ya se hallaba conspirando contra el poder de los hispanos, y a partir de entonces comenzaron a sucederse un conjunto de revueltas sangrientas. Quizá las circunstancias familiares llevaron a Manuela a optar por los revolucionarios: presenciaba desfiles de prisioneros desde la ventana de su casa, y se maravillaba de las hazañas de doña Manuela Cañizares, a quien tuvo por heroína al enterarse de que los conspiradores se reunían clandestinamente en su casa.


Por causa de las propias revueltas, sin embargo, se ausentó de la ciudad para refugiarse junto a su madre en la hacienda de Catahuango. Allí se convirtió en una excelente amazona, mientras su madre le enseñaba a comportarse en sociedad y a manejar las artes del buen vestir, el bordado y la repostería. Tiempo después ambas regresaron a Quito, y la madre decidió internarla en el convento de monjas de Santa Catalina; tenía entonces diecisiete años.


La fascinación de Manuela por la vida pública y su ímpetu rebelde la harían abandonar prontamente la clausura del convento. Aprendió a leer y a escribir, virtudes éstas que le permitieron iniciar una relación epistolar con su futuro amante: Fausto Delhuyar, un coronel del ejército del rey. Con él se fugó para descubrir más tarde el infortunio de su infertilidad, y la desgracia de estar al lado de un charlatán. Las habladurías del amante le significaron la obligación de contraer matrimonio con James Thorne, un médico de cuarenta años que comerciaba con su padre y al que nunca llegaría a amar.


Corría el año 1819 y Manuela deslumbraba en los grandes salones de Lima, junto a su amiga Rosita Campuzano. El resto de la América estaba convulsionada. Simón Bolívar ya había liberado el territorio de la Nueva Granada y se disponía a fundar en Angostura la Gran Colombia. Entrado el año de 1820, José de San Martín se encontraba de camino hacia Perú. Los limeños comenzaban a conspirar, y la Sáenz se convertía en una de las activistas principales. Las reuniones se realizaban en su casa y las disfrazaba de fiestas; actuaba de espía y pasaba información. Participó en las negociaciones con el batallón de Numancia, y en 1822, una vez liberado Perú, fue condecorada "Caballeresa del sol, al patriotismo de las más sensibles".



Con la excusa de acompañar a su padre, Manuelita marchó hacia Quito. Colaboró activamente con las fuerzas libertadoras: llevaba y traía información, curaba a los enfermos y donaba víveres para los soldados. El 16 de junio de 1822, Simón Bolívar entró triunfalmente en la ciudad y, después de un cruce de miradas, fueron presentados en un baile en homenaje al Libertador.


A partir de entonces mantendrían una relación pasional. Los compromisos del Libertador no impedían los encuentros amorosos, y mientras duraba la ausencia, Manuelita participaba activamente en la consolidación de la independencia del Ecuador. Bolívar le regaló un uniforme, que ella utilizaba a la hora de sofocar algún levantamiento. La muerte de su padre la motivó a regresar a Lima. Fue nombrada por Bolívar miembro del Estado Mayor del Ejército Libertador; peleó junto a Antonio José de Sucre en Ayacucho, siendo la única mujer que pasaría a la historia como heroína de esta batalla. Una vez aprobada la Constitución para las nuevas naciones, marchó a Bogotá junto al Libertador.







Eran los tiempos del corto esplendor de la Gran Colombia. Manuelita militaba activamente en el partido bolivariano y se encargaba de llevar los archivos del Libertador. Durante el día vestía de soldado y, junto a sus fieles esclavas de siempre, se dedicaba a patrullar la zona. Cuidaba las espaldas de Bolívar. El 25 de septiembre de 1828, gracias a su intuición, lo salvó de un atentado dirigido por Francisco de Paula Santander, enfrentándose a los conspiradores mientras su protegido huía descolgándose por una ventana; a raíz de este acontecimiento Bolívar, de regreso a palacio, le dijo: "Eres la Libertadora del Libertador". Solía organizar en su casa representaciones en las que era habitual la burla hacia los enemigos del Libertador; la "quema de Santander" era una de las actuaciones preferidas. Los amores eran nocturnos y se prolongarían hasta la huida de Bolívar a Santa Marta en 1830.







 
Siete meses más tarde, al conocer la muerte de su amado por medio de una carta de Peroux de Lacroix, decidió suicidarse. Se dirigió a Guaduas, donde se hizo morder por una víbora, y fue salvada por los habitantes del lugar. Antes de la muerte del Libertador se levantó una ola de calumnias en su contra por parte de Santander, y Manuela decidió escribir, como forma de protesta, La Torre de Babel(julio de 1830), motivo por el cual se le emitió una orden de prisión. Seguidamente, tuvo lugar la persecución de los colaboradores de Bolívar, que la consideraban peligrosa. Así, el 1 de enero de 1834, le ordenaron que abandonara la nación en un plazo de trece días. Mientras tanto, fue encerrada en la cárcel de mujeres y conducida en silla de manos hasta Funza, y de allí, a caballo, hasta el puerto de Cartagena con destino a Jamaica.


Manuela volvió al Ecuador en 1835. El presidente Vicente Rocafuerte, ante la noticia de su llegada, determinó su salida del país. Esto le llevó al destierro. Se radicó en el puerto de Paita, donde subsistió elaborando dulces, tejidos y bordados para la venta, ya que las rentas por el arrendamiento de su hacienda de Catahuango, en Quito, no le eran enviadas. En la puerta de su casa se podía leer English Spoken; era querida por la gente del pueblo y bautizaba niños, con la condición de que se llamaran Simón o Simona. Fue visitada por muchos hombres importantes, entre los que figuraron Simón Rodríguez, Hermann Melville y Giuseppe Garibaldi. Uno de los visitantes del lugar trajo consigo la difteria, enfermedad que contrajo Manuelita y de la que murió, ya pobre e inválida, a los 59 años de vida.












Manuela Sáenz, la Libertadora del Libertador

Por Consuelo Triviño Anzola. Escritora colombiana





El papel de las mujeres en la independencia de América, tal como nos lo presentaba la tradición, se redujo a la realización de tareas como la confección de uniformes y banderas, a ser acompañantes de los ejércitos, cocineras o prostitutas y, en el mejor de los casos, enfermeras, e incluso espías. Casi nunca se reseñaron otras actividades: guerrilleras, líderes y dirigentes —que las hubo—, como es el caso de la mexicana Antonia Nava, llamada la Generala, que reclutó un ejército con el que luchó y al que defendió con ejemplar valentía; o el de la chilena Javiera Carrera, que no solo apoyó a sus hermanos, sino que organizó la primera Junta de Gobierno en su país. Para nada se destaca su papel de consejeras, capaces de opinar y desenvolverse al mismo nivel que los hombres en las intrigas políticas, como ocurre con la ecuatoriana Manuela Sáenz, que alcanzó la celebridad por ser amante de Bolívar, pese a que fue mucho más que eso, como demuestra esta carta de Francisco Antonio Sucre dirigida al Libertador desde el Frente de Batalla de Ayacucho, el 10 de diciembre de 1824:
Se ha destacado particularmente [...] por su valentía; incorporándose desde el primer momento a la división de Húsares y luego a la de Vencedores, organizando y proporcionando avituallamiento de las tropas, atendiendo a los soldados heridos, batiéndose a tiro limpio bajo los fuegos enemigos; rescatando a los heridos».


Por su ejemplar conducta solicitaba «se le otorgara el grado de coronel del Ejército Colombiano. Sin embargo, tan alta distinción no fue suficiente para situarla en el mosaico de la historia, al lado de los próceres o fundadores de las repúblicas hispanoamericanas. El odio y el ensañamiento de sus compatriotas la persiguieron hasta el fin de sus días. Pero la fuerte personalidad de Manuelita Sáenz, como aprendimos a llamarla, se impuso sobre sus enemigos, incluso sobre la leyenda de su vida, dejándonos ver la fuerza de un carácter capaz de romper barreras sociales, morales y de género.


Los prejuicios en torno a las mujeres que se desvían del papel asignado para ellas por la cultura, obviamente, encubren verdades que ponen en cuestión valores pretendidamente inamovibles, pese a que la historia ofrece ejemplos de talentosos «hombres de estado» femeninos, como Catalina de Rusia, quien ejerció el poder con más sensatez que sus predecesores; y antes que ella, otras demostraron capacidad dirigente, valor y coraje en la guerra, virtudes consideradas viriles. Pero no me detendré en notables antecedentes recogidos por la historiografía feminista; tan solo subrayaré que esto fue posible porque hubo momentos en la historia en que las mujeres encontraron mejores condiciones para desarrollar su inteligencia. Uno de esos momentos es el siglo xviii, el de las luces, periodo europeo con el que coincide el proceso de la independencia de las colonias españolas en América y que funda la modernidad histórica. La amplitud de miras del momento trae como consecuencia necesidad de libertad en los individuos y en los pueblos, y en especial en las mujeres. En ese ambiente fue propicio el desarrollo de la inteligencia femenina hasta el punto de que en París, entonces capital cultural de Europa, las mujeres alcanzaron gran prestigio entre filósofos, artistas y hombres de ciencia. Ellas abrieron los salones donde los acogieron en sus tertulias, animando el debate y posibilitando la difusión de ideas. Interlocutoras de lujo, estas eran consideradas iguales a nivel intelectual y espiritual —obviamente solo entre las clases altas, y en pocos casos entre quienes se ganaban la vida desempeñando un oficio—.


Al Siglo de las Luces se asoman próceres de la independencia americana, como Francisco de Miranda y Simón Bolívar. En sus viajes por Europa conocieron un mundo en el que no era extraño que una mujer vistiera uniforme militar y despachara los asuntos de Estado, como la célebre Catalina de Rusia. Sin duda hay paralelismos entre la emancipación de las mujeres y la independencia de las colonias, un tema que abre un amplio campo de investigación y que a partir de la figura de Manuela Sáenz arroja luces sobre el lugar de las mujeres durante la colonia y su reubicación en el nuevo orden, tras la independencia, ya que al final de la guerra, en el reparto del poder, las redujeron al espacio doméstico y en muchos casos se les pagó con el olvido y el destierro sus servicios a la patria. Sabemos que su papel no se redujo a apoyar a sus maridos o a seguirlos hasta el frente de batalla, sino que fue mucho más activo y que en las tertulias agitaron las banderas independentistas y constituyeron una pieza clave en la campaña de guerra desde Nueva España, pasando por la Nueva Granada hasta el Virreinato del Río de la Plata.


El discurso oficial en la historiografía nos dice que la traducción de los «Derechos del hombre», formulados por la revolución francesa, hizo tomar conciencia en América de la opresión y de la necesidad de libertades. Lo que no nos dice el discurso oficial es que los «Derechos del hombre» tienen su correlato femenino y que una mujer llamada Olimpia de Gouges (1748-1793) protestó por el desprecio a los derechos de la mujer. Su encarcelamiento y ejecución por parte del despotismo jacobino demostraron el fracaso de ese intento igualitario y el largo camino que esperaría a las mujeres en el reconocimiento de sus derechos.


En ese contexto internacional debe situarse la figura de Manuela Sáenz, quien participó en la causa patriótica, no por ser la amante de Simón Bolívar, ya que antes de conocerlo se había unido a las luchas independentistas, sino precisamente por lo que él encarnaba: el sueño de unas naciones libres. Su cultura, su conciencia de una identidad americana, así como el papel que le correspondió en la construcción de las nuevas repúblicas se refleja en la correspondencia con Simón Bolívar. Y es que desde muy joven había colaborado en la campaña del Perú por lo que el general San Martín la condecoró con la orden de «Caballeresa del Sol», insignia de la nueva nobleza republicana que también le fue otorgada a otras 111 mujeres en Lima. Pero el nombre de Manuela Sáenz fue borrado por quienes estaban interesados en maquillar una historia llena de miserias que ella puso en evidencia: las conspiraciones contra Bolívar, los intentos de asesinato, la traición de sus compatriotas y las calumnias de que fue objeto por parte de sus detractores.


Manuela fue una pieza fundamental porque se enfrentó a los enemigos del Libertador cuando una fracción de su ejército se sublevó en Lima negándose a cumplir la nueva constitución. La leyenda dice que, vestida de hombre, a caballo, pistola en mano, entró en uno de los cuarteles insurrectos en defensa de Bolívar. Por todo ello hizo temblar a muchos generales que la temían y odiaban a la vez. Ella era consciente de que no se aprobaba su conducta, que hombres y mujeres se escandalizaban de sus aventuras, y se defendía criticando la hipocresía de una sociedad que, tras las buenas formas, ocultaba muchos de los vicios que señalaban en ella.



La bastarda


Fruto de una relación adúltera, Manuela Sáenz nace en Quito en 1797 en momentos de gran convulsión social e incluso de sacudimientos telúricos que presagian lo que ocurrirá años más tarde con la rebelión de las colonias. Un terremoto sacude la región desde la ciudad de Popayán, en el entonces Nuevo Reino de Granada, hasta Quito. Con 60.000 habitantes, la ciudad de Quito vive bajo la influencia francesa y hasta allí llegan los ecos de la revolución. Viajeros como Mutis, La Condamine y Humboldt, que fue recibido en Quito por el marqués de Selva Alegre, amigo de la familia de la madre de Manuela, afín a la causa independentista, dejan su impronta en la juventud harta de un sistema de privilegios que excluye a los criollos. Al otro lado del mar, los jesuitas, expulsados por la corona española, azuzan desde el exilio y agitan las conciencias, en tanto que la masonería prepara la estrategia continental que tiene como meta la independencia de América.


Los padres de Manuela son los españoles Simón Sáenz y Joaquina Aisparú, representantes de la aristocracia colonial. La educación de la niña se encomienda, pues, a las monjas, con quienes es enviada a los once años. Pero de allí se escapa a los diecisiete con un joven oficial, dejando una estela de murmuraciones. Sobre ese episodio se corre un tupido velo cuando el padre la casa con el comerciante inglés James Thorne. Sin embargo, en Quito se decía de ella: «Es lo que cabía esperar de una bastarda».


Manuela, que creció viendo luchar a sus parientes por causas opuestas, presenció en su infancia la ejecución de muchos de los patriotas. Tales circunstancias, sin duda, desarrollaron en ella un sentimiento antiespañol, unido a un anhelo de independencia, así como una conciencia americana que se refleja en estas palabras suyas de protesta cuando los generales se oponen a que ella y las esclavas que la acompañaron por el resto de su vida se unan al ejército:
«Los señores generales del Ejército Patriota no nos permitieron unirnos a ellos; mi Jonathás y Nathán sienten como yo el mismo vivo interés de hacer la lucha, porque somos criollas y mulatas, a las que nos pertenece la libertad de este suelo...».


Pero la sociedad quiteña, a la que pertenecía, reparó más en sus faltas que en sus cualidades morales y en su talento. El historiador Alfonso Rumazo González reacciona contra el estigma que distorsiona su imagen, ofreciendo un perfil más ajustado. Para él, Manuela era «una mujer [que] se conducía en la hora difícil en la misma forma que hubiera procedido el Libertador. Le sobraba genio; sólo faltaron hombres que la secundasen». Sin embargo, en las memorias del general O'Leary se suprimió el volumen donde se habla de los amores de Bolívar y Manuela, exactamente el volumen 56 titulado «Correspondencia y documentos relacionados con la señora Manuela Sáenz, que muestra la estimación que en ella hacían jefes y particulares y la parte que tomaba en los asuntos de la política». Estas páginas desaparecieron de los archivos de Santafé de Bogotá. Solo quedaron los rumores y un silencio que se rompió con la publicación de las memorias del francés Jean Baptiste Boussingault en 1897, quien le dedica unas cuantas páginas.


La hembra voraz



Pero si hubo una campaña en contra de ella, también hubo otra a favor de esclarecer los hechos y ofrecer una imagen más contrastada, especialmente a raíz del escándalo que se produjo con la novela del escritor venezolano Denzil Romero, La esposa del Dr. Thorne, con la que obtuvo el Premio La Sonrisa Vertical 1988 en España. La novela ofrece la imagen de una hembra ambiciosa, arrogante, impulsiva y de extraordinaria voracidad sexual. Romero crea un personaje lascivo e insaciable, el mismo que se construyó a base de rumores.


Obviamente existe una mitología en torno a los próceres de la independencia que se derrumba cuando desentrañamos sus biografías. Pero este también es otro tema; prefiero centrarme en los discursos que nuestra tradición ha formulado en torno a Manuela Sáenz: calumniada, anatematizada, perseguida y proscrita, envidiada, deseada, repudiada y desterrada. Su destino de heroína es trágico. Enferma, inválida y atacada por la peste difteria, muere en 1857 en el olvidado puerto de Paita, en el Pacífico. Allí es enterrada en una fosa común, junto con todos sus recuerdos, cartas y documentos. El testimonio de su vida se redujo a cenizas como una medida de higiene, y también como una venganza del tiempo, que le cobró cara su osadía: su ejercicio de la libertad.


Manuela era una mujer de amplios horizontes por encima de las convenciones sociales. Había crecido en una hacienda, lejos de la ciudad, en contacto con la naturaleza, donde aprendió a montar a caballo a horcajadas para escándalo de la servidumbre. El sentido de la libertad, el placer por la aventura y el riesgo, la sensualidad y la reciedumbre de carácter son los rasgos que ciertos biógrafos le asignan, pero Denzil Romero, haciéndose eco de la leyenda, ofrece otra imagen. Según él, su carne es como «lava no eructada», la lava de todos los volcanes que ofrece la tierra ecuatoriana. Ella es la mujer «personuda», la «varona» satánica que a hurtadillas aprende a fumar... y al ser infecunda se le considera una «machorra». En cambio, el colombiano Víctor Paz Otero en La otra agonía, la pasión de Manuela Sáenz (2006) le da la oportunidad de expresarse en una novela escrita en primera persona: «...yo puedo proclamar y reclamar para mi pequeña e inadvertida gloria, el orgullo de haber sido libre, tanto en la vida como en el amor» (pp. 70-71). Víctor W. Von Hagen sostiene la misma idea: «Había en ella algo muy libre, casi descocado; sin embargo, las manos bellas y cuidadas uñas, que sostenían levemente las riendas, mostraban los ahusados dedos de la dama. Eran manos capaces de acción. Dos enormes pistolas turcas de bronce, amartilladas y preparadas para su uso, estaban enfundadas en sendas pistoleras a la altura de las rodillas. Era fácil leer el nombre en las culatas de bronce: Manuela Sáenz» (p. 16). En cambio, para Santander, el enemigo de Bolívar, «la Sáenz», como afirmaba desdeñosamente, solo «era una ramera».


Pese a la campaña de silencio, de Manuela se supo en Europa, donde también se alimentó una leyenda impregnada de exotismo, como todo lo nuestro. Personalidades que la visitaron en el declive de su vida, como Melville o Garibaldi vieron en ella «una reina». Esto indica que más allá de las adversidades se imponía una gran personalidad. El escritor peruano, Ricardo Palma, que le dedica unas páginas en sus Tradiciones peruanas, dirá que era «una mujer-hombre», «una mujer superior»; para las tropas, «la Generala»; para los campesinos de las aldeas por donde pasa el ejército libertador, «una marimacho».


Victor W. Von Hagen en Las cuatro estaciones de Manuela (1953) resume así las circunstancias de su vida:
Manuela había mantenido a Quito en agitación durante toda su primera juventud; había sido un torbellino. Tenía un genio manifiesto para descubrir las debilidades humanas [...] Nunca había sido humilde ni mostrado el recato de la doncella. Era agresiva, decidida y voluble: alegre, sensible, de genio vivo y valiente según soplara el viento.


Desde luego, se comprendía la razón de todo esto: era un ser al que nadie aceptaba, una bastarda, sin posición alguna en la sociedad. Pero ella era en realidad una dama de sociedad, conspiradora y revolucionaria. En resumen, en Manuela todo fue piedra de escándalo, desde su nacimiento hasta sus primeros amoríos, su matrimonio con el inglés y su relación adúltera con Bolívar.


El destino haría coincidir a Manuela Sáenz y Simón Bolívar en Quito, donde él sería recibido como un semidiós. Se conocieron en casa de Juan Larrea, quien celebró con una fiesta el día de su entrada triunfal el 16 de junio de 1822. Ella tenía 24 años y él tenía 39. Si él era «un hombre con una imaginación poderosa, gran sentido de la organización, de la estrategia en proyectar campañas, con un conocimiento de los hombres, y hábil a la hora de atraerse seguidores fieles», ella sabía escuchar a las gentes del pueblo, ganarse voluntades y adelantarse a los hechos.


Tras conocer a Bolívar, Manuela regresa a Lima con él, abandonando a su marido. Allí nos dicen que: «las damas se sentían escandalizadas hasta las puntas de sus chapines de baile, porque tenía el mismo poder que la consorte del virrey». En respuesta a las críticas de las mujeres, ella les echaba en cara su conducta poco ejemplar.


Mujer vestida de hombre



La leyenda le asigna a Manuela el título de Libertadora del Libertador por haberle salvado la vida a Bolívar la célebre noche de septiembre en Santa Fe de Bogotá cuando este debió ocultarse debajo de un puente para escapar de sus asesinos. Pero ella fue más que su guardaespaldas, como lo demuestra esta carta en la que lo anima a crear la república de Bolivia:
Un pueblo agradecido con su espada y su voluntad de usted, puede ser el abono más extraordinario para que fortalezcan la justicia y las instituciones republicanas. He recogido de manera reservada algunas opiniones de la gente que le es fiel, y comparten el entusiasmo de ver nacer un estado con su nombre, que tenga de usted el amor irrefrenable por la libertad. Permítame ayudar a multiplicar la libertad y juntos habremos logrado procrear una hija, que sólo usted y yo, sabremos es el producto de este sentimiento que desafía la barrera de los tiempos. Ahora, que ya lo sabe, repréndame con indulgencia y con la dulzura con la que corrige los desvaríos de pueblos que aprenden a vivir su independencia. Su enojo será la mejor prueba que la Historia se construye con locuras de amor y de coraje. Y yo, veré nacer una hija que mantendrá en la eternidad mi tributo de reconocimiento a usted, gestado entre los nueve meses que están pasando desde el triunfo de Ayacucho y el primer aniversario de Junín.


Esta carta, impregnada de una profunda conciencia americana, nos indica que no sigue a un hombre sino a un ideal. Ataviada con ropas militares, armada y a caballo emprende la campaña escalando la cordillera. Con el grado de coronela, Manuelita se instala en Lima, donde se comentaba que se comportó con mucha imprudencia (pues se rumoreaba que tenía amantes y Bolívar lo ignoraba) y el odio hacia ella crecía tanto que fue desterrada de la ciudad.


Manuela partió rumbo a Santa Fe de Bogotá llena de temores porque sabía que allí también había una conspiración en contra del Libertador. Seis años vivió en un ambiente de maneras corteses, bajo las cuales se ocultaba la traición. Allí escandalizaba a las mujeres y a los hombres con su indumentaria, atentando contra las costumbres en la capital de la Nueva Granada, donde se procedía lo mismo que en Quito y Lima, solo que Santafé de Bogotá era una ciudad más pequeña. Además, las tensiones se agudizan porque el presidente, Bolívar, y el vicepresidente, Santander, no se entendían. Pese a todo, Manuela se convirtió en el centro de atracción de esa sociedad. En las tertulias que organizaba era acogedora, sabía escuchar y gratar; también era alegre y de una generosidad ilimitada. Bolívar, en cambio, era demasiado confiado, tanto que no llegó a imaginar que se atentara contra su vida.


Héroe / heroína



Bolívar fue el primero en reconocer el talento de Manuela. En carta al general Córdova, le recuerda a este el respeto que se merece: «Ella es también Libertadora, no por mi título, sino por su ya demostrada osadía y valor, sin que usted y otros puedan objetar tal. [...] De este raciocinio viene el respeto que se merece como mujer y como patriota». Lo importante para Bolívar es que Manuela no deseaba nada para sí y por tanto no le traicionaría; por eso cada vez se fue confiando más a ella, hasta dejarla encargada de su archivo.


Algunos biógrafos nos dicen que era una mujer derrochadora que ofrecía fiestas espléndidas agasajando en abundancia a los invitados y luciendo costosos trajes que se mandaba hacer, tomados de modelos de revistas francesas. Pero no lo hacía por frivolidad, sugiere Von Hagen, ya que con ello «estaba ampliando su papel», «estaba influyendo en las opiniones de hombres que tenían importancia para Bolívar». Debajo de sus «locuras» había algo diferente. Al final, aclara: «... todos, demasiado tarde, que la habían juzgado mal», pues «...aquella extravagante conducta era una fachada para ocultar las verdaderas intenciones, las manipulaciones políticas en favor de los ideales de Bolívar». Ella era capaz de medir el ánimo en las distintas capas sociales, ya que sus criadas le traían noticias de las gentes del pueblo. Las mujeres culpaban de la carestía de la vida a Bolívar. Los soldados estaban descontentos por las pagas atrasadas. Los comerciantes se quejaban de ver caer sus negocios, la aristocracia de la pérdida de sus privilegios, los intelectuales de los frenos de la dictadura: «No habrá libertad mientras Bolívar viva», decían todos.


En ausencia de Bolívar era ella quien despachaba la correspondencia con los generales y medía la temperatura moral del ambiente. En un entorno predominantemente masculino y cargado de prejuicios, la vemos desenvolverse, consciente de su papel en la historia, como madre / padre de la patria a la vez. Obviamente, tras la muerte de Bolívar, se le cerrarán todas las puertas, incluso las de su ciudad natal.

 Así la vemos asediada por unos, criticada por otros, y en el ocaso de su vida Manuela se refugia en Paita, ante la inmensidad de un océano, llamando a sus perros con los nombres de los enemigos de Bolívar. Acaso para conjurar los males se valió del humor, como suelen hacerlo quienes son capaces de estar por encima de las mezquindades humanas. Quizás estos versos de Pablo Neruda, incluidos en el Canto General, sean el más bello homenaje a lo que fue su vocación americana: «¿Quién vivió? ¿Quién vivía? ¿Quién amaba? / ¡Malditas telarañas españolas! / En la noche la hoguera de los ojos ecuatoriales, / tu corazón ardiendo en el basto vacío: / así se confundió tu boca con la aurora. / Manuela, brasa y agua, columna que sostuvo / no una techumbre vaga sino una loca estrella. / Hasta hoy respiramos aquel amor herido, / aquella puñalada de sol en la distancia» (Pablo Neruda, «Retrato», La insepulta de Paita).





















Kathryn Bolkovac, la voz de la conciencia, España, noviembre de 2013



LA MUJER QUE INSPIRÓ EL FILME 'LA VERDAD OCULTA' VISITA BARCELONA

Kathryn Bolkovac, la voz de la conciencia

La expolicía que denunció la implicación de miembros de la ONU en las redes de explotación sexual en Bosnia cree que aún hay abusos

Viernes, 29 de noviembre del 2013











            




Kathryn Bolkovac, en un momento de la entrevista con EL PERIODICO, en Barcelona.



El nombre de la estadounidense Kathryn Bolkovac saltó a la prensa a principios de la década del 2000, cuando destapó y denunció el tráfico masivo y la explotación sexual de mujeres de varios países del este de Europa en la Bosnia de la posguerray, lo que resulta más estremecedor, la implicación de soldados de la OTAN, policías de la ONU y civiles de las varias y nutridas misiones internacionales enviadas, tras la guerra de 1992-95, a un país que se había convertido en un protectorado internacional.

Bolkovac era una policía del estado de Nebraska (EEUU) que en 1999 se incorporó a la IPTF, la misión policial de las Naciones Unidas en Bosnia. La mayoría de gobiernos enviaban directamente a sus policías, pero EEUU lo hacía a través de un contratista privado, DynCorp, empresa con la que
Bolkovac firmó el contrato.


«Conocía el problema de la prostitución pero nunca imaginé lo que ocurría y hasta qué punto había penetrado en las misiones internacionales», explica a EL PERIÓDICO Bolkovac, que hace unos días estuvo en Barcelona para participar en el acto de entrega del premio 25 de noviembre (Día Internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres) que cada año otorga el Ayuntamiento de la capital catalana a proyectos de lucha contra la violencia machista.

En Bosnia había en aquellos momentos más de 900 burdeles, en los que mujeres jóvenes procedentes de países como Rumanía, Moldavia o Ucrania ejercían la prostitución en régimen de esclavitud y eran sometidas a una violencia atroz. Habían sido llevadas a Bosnia por la fuerza o con engaños por las redes de tráfico humano, que las desposeían después de sus pasaportes.





Fuente: El Periódico INTERNACIONAL







La chica que expuso el lado obscuro de las misiones internacionales de paz

Kathryn Bolkovac ha hecho un valiente trabajo exponiendo la corrupción de las misiones internacionales de paz, las injusticias que cometen y los contratos multimillonarios que obtienen

 

 


Fueron las fuerzas de paz: enviado a Bosnia como consecuencia de la guerra de los Balcanes , encargado de supervisar a la policía local y restaurar la calma. En azul de las Naciones Unidas para los uniformes, que llegaron de países de todo el mundo, vagando por las colinas cerca de Sarajevo y Ilidza, tratando de mantener el orden en una nación maltratadas por el conflicto civil.

 

Pero a medida que aprendemos en los primeros minutos de la denunciante , que se estrena en salas selectas este fin de semana y las estrellas la ganadora del Oscar Rachel Weisz , muchos de estos hombres y mujeres estaban mal entrenados y supervisados.

Aterrizaron en un país extranjero sin un mandato claro y, a veces, poca comprensión de lo que ellos estaban allí para llevar a cabo. “Nadie sabía lo que la autoridad que tenían”, dice Kathryn Bolkovac, el de Nebraska-policía convertido en las fuerzas de paz de la ONU-que inspiró la película. “Es ridículo”.

En última instancia, cuando Bolkovac descubre que los hombres con “Fuerza Internacional de Policía” a corto plazo para la Fuerza Internacional de Policía cosido a través de sus hombros están involucrados en el tráfico brutal de niñas menores de edad, la respuesta de un comandante de la agencia de alta en la película es: “Esas chicas son las putas de la guerra. Lo que pasa “.

Sí, es el drama, pero la respuesta de la vida real por la ONU en ese momento, y el contratista encargado de la contratación de la agencia, no era muy diferente. Es por eso que ha habido especulación de que el debut como director del cineasta Larysa Kondracki es el thriller de verano que la comunidad diplomática está esperando que usted no quiere ver.

Un memorando interno de la ONU enviado entre asesores de alto nivel el mes pasado (y se filtró a los cineastas) pone de manifiesto las primeras discusiones de la organización de la estrategia sobre cómo manejar la película de liberación, es decir, la posibilidad de aceptarla, por informar al público sobre las “mejoras en la política de la ONU” o restar importancia a todo. La ONU no ha comentado directamente sobre la película, pero le dice a The Daily Beast, citando a una conferencia de prensa el 26 de julio que la organización tiene ” la bienvenida a todos los esfuerzos para llamar la atención sobre tales violaciónes de los derechos humanos . “

Una declaración difundida por DynCorp, los contratistas que contrató Bolkovac en 1999 y finalmente la despidió, por su parte, promociona la compañía “política de tolerancia cero sobre la trata de personas “, y señala que las alegaciones Bolkovac de que la agencia estaba involucrado en el tráfico se” agresiva y responsablemente dirigida “a la vez. La empresa se ​​negó a elaborar más.

“¿Es esto un esfuerzo para confundir al público? Sí”, dice Kondracki, el director. “No hay excusa para que cualquier gobierno internacional, el de las Naciones Unidas , los EE.UU. Departamento de Estado o de cualquier contratista privado, a participar en, alentar o encubrir tales actividades. Vamos, que la cara es lo que pasó.

 

Cualquier similitud con Lisbeth Salander, la heroína de la trilogía Milenio de Stieg Larsson, es pura coincidencia. Pero, al igual que Salander, y guardadas las proporciones, Kathryn Bolkovac también se enfrentó al sistema para denunciar corrupción, abuso e injusticia.  Bolkovac no fue la primera en dar el pitazo, pero su caso consiguió atraer significativamente la atención de los medios.

 

Después de un divorcio amargo pero relativamente civilizado, Bolkovac, que se había hecho policía en su natal Nebraska, decidió responder a una convocatoria para reclutar efectivos americanos al servicio del Destacamento Policial Internacional (DPI) que, en coordinación con las Naciones Unidas, se encargaría de mantener la paz en Bosnia al tiempo que contribuía a fortalecer las instituciones de la ley y el orden en este nuevo país devastado por la guerra civil. El primer punto interesante en esta historia es que, mientras en otros países dicho reclutamiento corre a cargo de los cuerpos de seguridad nacional (los Carabinieri de Italia, la Bundespolizei de Alemania, la Guardia Civil española y la Gendarmerie National de Francia, por ejemplo), en los Estados Unidos, al no existir equivalente, son contratistas (empresas privadas) los que, tras haber ganado la respectiva licitación, asumen esta responsabilidad. A cambio de un año (o menos) de sus vidas en un lugar sumamente peligroso, los efectivos contratados reciben un salario muy atractivo (en ocasiones varias veces su ganancia anual en casa) y algunas otras prestaciones.

Bolkovac – al igual que todos los miembros americanos del DPI en Bosnia – fue contratada por DynCorp.  DynCorp es una de las más exitosas empresas de su tipo (otras famosas son Blackwater, KBR-Halliburton, Pinkerton and Fluor) – negocios que han prosperado en un contexto en el que los compromisos militares y las preocupaciones estratégicas son globales pero los recursos oficiales y el apoyo de los aliados son, en comparación, muy limitados.

 

Empresas como DynCorp dependen casi al 100 por ciento de los contratos del gobierno Americano – y aquí estamos hablando de miles de millones de dólares de dinero público.  Pero el enorme éxito de estas corporaciones no resulta unicamente de una necesidad muy real de mercado – también obedece a la muy escasa regulación y supervisión bajo la cual operan, y que les permite reducir sus costos al máximo sin tener que rendirle cuentas ni al país que les recibe, ni a las Naciones Unidas, ni al gobierno de los Estados Unidos.

 

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Kathryn Bolkovac se dio cuenta rápidamente de lo que sucede cuando no hay suficientes ojos y oídos prestando atención al desempeño de estos contratistas. A pesar de que dos de los requisitios más importantes para poder concursar por un puesto en la misión a Bosnia eran amplia experiencia policial y antecedentes intachables, muchos de sus colegas en el DPI estaban muy lejos de tener ese perfil. Pero lo más grave estaba aún por venir.

 

Poco tiempo después de su llegada a Sarajevo, Bolkovac fue asignada al área de derechos humanos dentro del DPI. Su trabajo aquí la hizo entrar en contacto con víctimas del tráfico sexual en la región – mujeres y niñas provenientes de Croacia, Rumania o Albania (entre otros) a las que se les prometían trabajos como meseras o modelos para, una vez llegadas a Bosnia, confiscarles sus pasaportes y obligarlas a ofrecer servicios sexuales en uno de los múltiples prostíbulos que, disfrazados de bares y/o restaurantes, prosperaban en la zona. Pero lo peor para Bolkovac fue descubrir que el negocio recibía el patrocinio activo de miembros del DPI, efectivos de la OTAN, y diplomáticos de las Naciones Unidas. Además, Bolkovac afirma que personal de DynCorp ayudaba a falsificar documentos para las mujeres y niñas traficadas, auxiliaba a los traficantes durante el cruce de la frontera hacia Bosnia, y avisaba a los dueños de los prostíbulos cuando se iba a realizar una redada (la prostitución, por cierto, era y sigue siendo illegal en Bosnia).

 

Los esfuerzos de Bolkovac se vieron repetidamente obstaculizados pues sus superiores no sólo se rehusaban a proceder en contra de los sospechosos internacionales (pese a que había evidencia suficiente); también se resistían a aceptar que se estuvieran cometiendo delitos: “…no entiendo porque te empeñas tanto en estos casos…” le comentó en una ocasión su jefe inmediato “…si sólo se trata de un montón de prostitutas!”.

 

El denunciante se centra en Bolkovac (Weisz), una madre de tres hijos que, en 1999, tiene un contrato de 85.000 dólares con DynCorp (Servicios de democracias en la película), un contratista de Estados Unidos y pagado que estaba reclutando a las fuerzas de paz de la Bolkovac de las Naciones Unidas pasaría 22 meses en Bosnia, la partida de género de la ONU unidad de asuntos allí, donde empezó a descubrir un vasto comercio sexual bajo tierra.

 

La película se centra en dos adolescentes de Ucrania, Raya y Luba, que son atraídos a slavory por las promesas de un trabajo que buscas. Carácter Bolkovac de pronto descubre docenas de mujeres que son violadas y brutalmente, obligados a trabajar fuera de su “deuda” en los clubes de sexo sucio en el que están encadenados y vendidos. De la policía local, personal de la ONU y sus colegas Bolkovac en EE.UU. están entre los beneficiarios y usuarios.

Pero pronto se da cuenta Bolkovac tiene pocos recursos, y que nadie-y menos aún en el mundo humanitario gran organización está dispuesta a asumir en un escándalo. Cuando se presiona para una investigación formal sobre la trata de personas, es reasignado a su puesto. Cuando las preguntas de sus colegas “inmunidad diplomática-las fuerzas de paz no puede ser procesado por delitos cometidos en el extranjero-que se degrada. Harto, que en última instancia, envía un correo electrónico detallando la hipocresía de la cadena de mando-a más de 50 personas y es despedido. DynCorp, que sigue siendo uno de los principales contratistas del Departamento de Estado en el extranjero , afirma que ha cometido fraude de nómina.

En la película, Weisz se rompe en la ONU para recuperar sus documentos. Con la ayuda de un aliado en particular, que los entrega a la prensa, la película se detiene allí.

Sin embargo, para Bolkovac, tras participar de una demanda prolongada contra DynCorp (que ella ganó en última instancia), pero el cierre poco. Ella tomó su historia a la prensa , y ha escrito un libro (también llamado El Informante ) sobre su experiencia. Sin embargo, ella todavía no sabe quién estaba detrás de su despido, o en qué medida los delitos fueron encubiertos.

“Esas chicas son putas de la guerra. Sucede, “un comandante de la máxima agencia dice en la película.

 




“La ira viene y va”, dice el de 51 años de edad. “Claro, yo gané mi juicio, pero nunca tuve ninguna respuesta real.”

Al menos dos de los hombres involucrados en el tráfico de DynCorp, Bolkovac dice, han sido promovidos a la alta dirección, mientras que ella ha sido forzado a salir del ámbito policial por completo. Ahora están casados ​​y viven en los Países Bajos (su marido, a quien conoció en Bosnia, es retratado en la película de Kaas mentira Nokolaj), Bolkovac funciona un trabajo de escritorio, como un director de proyecto para una empresa de subastas internacionales. Ella ha tratado de obtener contratos de trabajo internacional, pero es una pequeña comunidad: es infame.

Y a pesar de muchas entrevistas, no ha sido capaz de obtener su pie en menos de una organización humanitaria, ya sea. “¿Qué puedo decir?” , suspira. “La vida continúa. Hago lo mejor que puedo, trabajo duro, y espero que algún día las cosas cambiarán”.

En un arranque de frustración, Bolkovac envió un e-mail a más de 50 personas (entre ellas Jacques Klein, el entonces Representante Especial del Secretario de las Naciones Unidas en Bosnia) en el que describía los alcances y horrores del tráfico sexual en la región, denunciaba la complicidad del personal del DPI, la OTAN y la ONU, y pedía a los destinatarios “hacer conciencia” o algo al respecto. Poco tiempo después, DynCorp despediría a Bolkovac argumentando irregularidades administrativas.

En 2001 Bolkovac demandó a DynCorp por despido injustificado. En 2003, un Tribunal de lo Laboral en Southampton, Inglaterra falló a su favor al tiempo que obligaba a DynCorp a pagar daños y perjuicios (en un monto por lo demás modesto). Para entonces, el asunto ya había derivado en escándalo internacional pues otros incidentes en los que se reportaban abusos por parte de personal de las misiones de paz y contratistas militares privados habían salido a la luz.

Hacia el 2008 se habían documentado 29 casos en los que se acusaba a KBR (Halliburton), DynCorp y Fluor de, entre otras cosas, soborno con agravantes, fraude y lavado de dinero.
Bolkovac, por su parte, se convirtió en escritora y portavoz internacional de los derechos de las víctimas de tráfico sexual.  Su versión de los hechos, recientemente publicada en los Estados Unidos por Palgrave-Macmillan, será llevada a la pantalla grande el próximo año.

La historia de Kathryn Bolkovac, más alla de llamar la atención sobre un problema muy grave, invita a reflexionar sobre los factores que facilitan estos crimenes y alimentan la demanda por los servicios a los que el tráfico sexual se destina: Qué personas son contratadas para participar en las misiones de paz? Qué tipo de entrenamiento se les da? Quién supervisa su comportamiento y bajo que jurisdicción se encuentran?

Tanto o más importante es el tema de la regulación y supervisión de empresas como DynCorp. La participación de contratistas privados tanto en el desarrollo de conflictos internacionales como en misiones orientadas al mantenimiento de la paz es cada vez mayor y no exclusiva de los contingentes americanos.  Es inaceptable que el nivel de corrupción y las prácticas muy sospechosas de estas organizaciones impidan proteger y asistir a las poblaciones más vulnerables en zonas de gran colapso social, económico e institucional.

*La obra se titula The Whistleblower: Sex Trafficking, Military Contractors, and One Woman’s Fight for Justice (una traduccion aproximada seria: La Informante – Trafico sexual, contratistas militares y la lucha de una mujer por que se hiciera justicia).


















SERGEANT JOSANNA JEFFREY by Dinapiera Di Donato








(as told to me by a student in my college Spanish class
who came back from the front)



Howls in the furnace
is it not Janis Joplin?
these are not concerts for suicidal dolls

save yourself
come over

A year in Iraq is not a long time
myJosanna, my breath, its fragrance of bamboo

I would seize Josanna Jeffrey
for more time in your arms

the narrow wetlands of Mesopotamia
Josanna Jeffrey with her silken legs
luxurious black mittens

a sacred Ibis, she remains
in my sight


My fear of a tattoo’s venom
in the mind of the Stormfront cavalry
lying in wait

Josanna Jeffrey my keeper with glittering braids
more beautiful than Central Park in winter
tattooed with saffron
by Christo

Nineveh’s night under her helmet
you’ll need the nail clippings
you leave on my bed

may the sky of Iraq protect you

the sky of Iraq to spring from your branch
just in time

in friendly fire
an armed Klansman on the Internet
cares for the chamomile of his Aryan scalp
when unnoticed
the gutted dead with dark hair
flee from his account

I sense the venom of her rite burn by low flame

She turns
Leaps
Josanna Jeffrey

You are dark you are a heaven for kings
queen of Baghdad my lover from the Bronx

rustling of reeds eyes flaring as light breaks
Josanna Jeffrey fires first

come over

I love her priceless kidneys
lost
to the Basra experiment
hot days my tongue thrashing between your legs
by a screen saver
frigid

like Mosul’s burn

Bamboo cracked open on the air
your breath of violets of menstruation
Josanna Jeffrey
lost interest in pharmaceuticals
Your kidneys for thirty thousand dollars
your violets
nothing

bound to the screen saver
as in a womb
rests in me

I lick the inked arrow at my heart
I let you suck
all the pornography we have made
to bring all the fragile heavens
to safety

loved flesh now decaying
scattered over the dust of 10,000 archeological sites
violet essence
used just once
to draw
three drops of oil

that animal
set loose in the novice’s book
one of my toes
in your slit of bamboo

how you liked it

she said she’d come back and give birth to a daughter
Nasiriya

the birds never flew back either

to keep you I play
my hand Josanna Jeffrey:
once upon a time the lovers
were lost
to friendly fire in
each other’s war

the survivors the blissful wretched girls
devastated sent back by kings dead a year later

howls in the furnace

you withdraw your head
like a golden turkey
that has yet to be
pricked

Josanna Jeffrey

with neither shame nor glory

you do not come

the last match
is saved for the darkness




©Dinapiera Di Donato

COLATERALES/COLLATERAL. Akashic Books, New York, 2013. (pp: 45-51)

Translation from Spanish by Ricardo Alberto Maldonado














Ciudadanos y ciudadanas Por Felipe Pigna, Clarìn, Buenos Aires, febrero 2016

 

 

Ciudadanos y ciudadanas.


PorFelipe Pigna


Haciendo historia.En 1789, la Asamblea revolucionaria francesa aprobó la máxima expresión del pensamiento ilustrado, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Pero recién en 1945 las mujeres pudieron votar por primera vez en Francia.

El 26 de agosto de 1789, la Asamblea revolucionaria francesa aprobó la máxima expresión del pensamiento ilustrado, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Pero cuando en la colonia francesa de Haití los esclavos decidieron tomarse al pie de la letra su artículo primero: “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos”, la represión desatada por los “ciudadanos” esclavistas franceses y las tropas coloniales no se hizo esperar, provocando como respuesta la primera revolución independista triunfante latinoamericana, alcanzada a costa de un baño de sangre y la destrucción del país.

Un destino similar sufrieron las mujeres francesas que como Olympe de Gouges exigieron sin más la equiparación jurídica y social, y proclamaron una Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, que constaba de un preámbulo y 17 artículos en los que su autora establecía los derechos políticos de la mujer, el derecho a la anticoncepción y a la libertad sexual. Parafraseando a la declaración aprobada por la Asamblea decía: “La mujer nace libre y debe permanecer igual al hombre en derechos [...]. La Ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las ciudadanas y los ciudadanos deben contribuir, personalmente o por medio de sus representantes, a su formación”.1





Olympe de Gouges 



Esa osadía de reclamar la igualdad jurídica y los derechos políticos, Olympe la terminó pagando en la guillotina, al tiempo que otras mujeres –que desde el inicio de las jornadas revolucionarias se destacaron en las acciones de la “turba enfurecida” contra los aristócratas y sus privilegios– padecieron persecución, cárcel y, en muchos casos, la ejecución.

Pero también hubo hombres dignos que defendieron e impulsaron los derechos de las mujeres como Condorcet, quien pagó con su vida la escritura de textos como el siguiente: “O bien ningún miembro de la raza humana posee verdaderos derechos, o bien todos tenemos los mismos; aquel que vota en contra de los derechos de otro, cualesquiera que sean su religión, su color o su sexo, está abjurando de ese modo de los suyos”.2





 Nicolàs de Condorcet



Y en otro escrito señalaba: “Entre los progresos del género humano más importantes para la felicidad general debemos contar la entera destrucción de los prejuicios que han establecido entre los dos sexos una desigualdad de derechos, funesta aun a aquel mismo que la patrocina. […] Esta desigualdad no tiene más origen que el abuso de la fuerza, y es vano el empeño con que se ha tratado de excusarla con sofismas”.3

Para finales de 1793, Condorcet, el propulsor de la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, autor de Sobre la admisión de las mujeres en el derecho de ciudadanía, vivía escondido y huyendo de sus perseguidores. Fue condenado a la guillotina por Robespierre, pero prefirió suicidarse en su celda.

El Código Civil de los Franceses (1804), el célebre “Código Napoleón” que serviría de inspiración a la legislación continental europea y a la de la mayoría de las repúblicas latinoamericanas, negaba a las mujeres la igualdad jurídica reconocida a los hombres y retaceaba sus derechos de propiedad, de contratar y de disponer por sí mismas de sus vidas.

Correría mucha agua del Sena bajo los puentes y mucha sangre hasta que recién en 1945 las mujeres pudieran ejercer sus derechos cívicos y votar por primera vez en Francia.

1.   Una selección de textos en Olympe de Gouges, Etta Palm, Théroigne de Mericourt y Claire Lacombe,Cuatro mujeres en la Revolución Francesa, Biblos, Bs.As., 2007. 2. Citado en Rosa Montero, Historias de Mujeres, Alfaguara, Bs.As., 1995. 3. Citado por María J. Alvarado Rivera, en su tesis Feminismo presentada en el Primer Congreso Femenino de Bs. As de 1910, en Primer Congreso Femenino. Historias, actas y trabajos, Editorial de la Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, 2008.




 Fuente: Clarìn.









En favor de los derechos de las mujeres, Olympe de Gouges (1748-1793)










El 26 de agosto de 1789, la Asamblea Nacional de Francia aprobaba solemnemente la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Un gran paso, sin duda, hacia las libertades de todos los hombres pero en el que las mujeres tenían una débil sino inexistente presencia. Aquel mismo año, una escritora francesa se atrevió a redactar una declaración análoga para las mujeres. Olympe de Gouges usó la palabra escrita para remover las conciencias en la Francia revolucionaria en favor de mujeres y negros. En su momento fue considerada, incluso por ella misma, un ser extraño que moriría en el cadalso a causa de sus provocativas ideas. Años más tarde, Olympe de Gouges sería recordada como una de las primeras feministas activas de la historia.


La hija de un carnicero de provincias

Marie Gouze nació el 7 de mayo de 1748 en Montauban, en el seno de una familia perteneciente a la pequeña burguesía. Su padre era carnicero y su madre era hija de un vendedor de paños.


Tenía 17 años cuando se casó obligada con un hombre mayor que ella. Con él tuvo un hijo, Pierre Aubry, al que mantuvo económicamente toda su vida pero del que se distanció a causa de sus actividades revolucionarias. Marie quedó pronto viuda y decidió no volver a casarse después de su fatídica experiencia con el matrimonio, al que calificaba de “sepulcro de la confianza y del amor”1.


Una femme de lettres en París

En 1770, con 22 años, marchó a París donde vivió mantenida por un amante y se convirtió en una femme de lettres a pesar de sus escasos conocimientos intelectuales. De hecho, buena parte de sus obras las tuvo que dictar. Pero eso no fue impedimento para que la entonces autodenominada Olympe de Gouges, adoptando el nombre de su madre, se convirtiera en una mujer conocida por sus obras y sus textos de carácter provocativo.


La esclavitud de los negros

Olympe se dispuso a ahondar en algunas de las injusticias intocables para la aristocracia del Antiguo Régimen. Una de ellos, la esclavitud de los negros, algo que, desde la llegada de los franceses a las colonias, se había convertido en una situación habitual para la aristocracia europea. Su obra La esclavitud de los negros se estrenó en 1789 y provocó el inmediato escándalo entre la clase alta, poseedora de esclavos y de negocios relacionados con la esclavitud. A pesar de que su obra fue retirada de los teatros, Olympe no se amedrentó y continuó escribiendo sobre este tema.


Personajes ilustres como el abate Grégoire o el diputado girondino Brissot, alabaron la postura antiesclavista de Olympe.


¡Despierta, mujer!

Con esta frase empieza el epílogo de su famosa Declaración de Derechos de las Mujeres y Ciudadanas, una obra que intentaba reproducir los mismos derechos que los hombres habían conseguido en su declaración de aquel primer año de la Revolución Francesa.


Siguiendo la misma estructura que esta, la Declaración de Derechos de la Mujerdesgranaba los 17 artículos de la declaración de los hombres y reclamaba para las mujeres derechos análogos.


Las tres urnas

Olympe de Gouges mantuvo siempre posturas cercanas a la corona, defendió a la reina María Antonieta y se posicionó a favor de los girondinos. Durante la época del Terror se colocó en el punto de mira de Robespierre, lo que la llevó directamente a ser condenada a muerte.


Consciente de su final, Olympe continuó luchando por sus ideas y escribió un último panfleto titulado Las tres urnas o el Bien de la Patria, por un viajero de los aires. En su valiente y moderna decisión, Olympe pedía un referéndum en el que hombres y mujeres de Francia pudieran escoger entre una república, una monarquía constitucional y un gobierno federal 2.


En 1793 era detenida acusada de defender a la desaparecida Gironda. El 3 de noviembre subía al cadalso para ser decapitada, convirtiéndose en la primera mujer, después de la reina María Antonieta de ser ejecutada por la guillotina. Paradójicamente Olympe de Gouges había escrito en su Declaración de Derechos de las mujeres: “La mujer tiene derecho a subir al cadalso; y análogamente debe tener derecho a subir a la tribuna de oradores”3.


La extraña feminista

Olympe de Gouges fue poco reconocida por sus contemporáneos y contemporáneas. De hecho ella misma reconocía que era alguien extraño. Los derechos por los que luchó y murió Olympe de Gouges desaparecieron oficialmente en 1793 cuando la actividad política les fue prohibida a las mujeres y las luchadoras y activistas de la Francia revolucionaria como Etta Palm d’Aelders, Mary Wollstonecraft o la propia Olympe de Gouges fueron rechazadas y olvidadas4.


Pero su legado pronto fue despertado. Durante las revoluciones de 1848, las mujeres de Europa recogieron el testigo de Olympe de Gouges para reclamar el sufragio femenino demostrando que su obra y el sacrificio de su propia vida no habían sido en balde.

______

1. La mujer en la historia de Europa. Gisela Bock. Pág. 67
2. Ídem. Pág. 69
3. Ídem. Pág. 64
4. Historia de las mujeres. Una historia propia. Bonnie S. Anderson y Judith P. Zinsser. Pág. 849

Publicado porSandraFerrer









Nicolàs de Condorcet o la cara amable de la ilustraciòn hacìa la mujer








 Marie-Jean-Antoine de Caritat, marqués de Condorcet, más conocido cómo Nicolas de Condorcet, fue un aristócrata de ideales revolucionarios y alabada inteligencia y conocimientos que vivió en Francia durante la Revolución Francesa, en la que jugó un destacado papel. 








     Algunos ejemplos de las ocupaciones a las que dedicó su vida este importante personaje son sus carreras cómo político, politólogo, historiador, filósofo, científico y matemático, realizando en todas ellas una notable labor.

     Aunque su extraordinaria existencia nos abrume con sus fantásticos trabajos sobre matemáticas, política, economía, historia... no hay que dejar escapar de nuestra visión sobre Nicolas de Condorcet que fue un pionero en su tiempo en sostener ideas tan actuales cómo la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, que más adelante se desarrollará; además de la economía liberal, la igualdad de derechos entre humanos, independientemente de su raza o creencias religiosas.

     Durante la Revolución Francesa, Nicolas de Condorcet fue nombrado Secretario de la Asamblea Revolucionaria y abogó desde su cargo por un cambio racionalista en la sociedad y defendió las causas liberales, llegando incluso a publicar en un importante periódico francés: “Le Journal de la Société”, pidiendo la admisión de los derechos de la ciudadanía para la mujer, gesto insólito en la época, que le fue concedido por su reconocimiento social, a modo de genio.


     Siendo la Revolución Francesa una etapa de reivindicaciones racionalistas en sustitución de los prejuicios y tradiciones sin fundamento arrastradas con el Antiguo Réminen, se puede llegar a concluir que estos ideales serían un inmejorable caldo de cultivo para estos primeros pasos del Movimiento Feminista, en el que Nicolas de Condorcet, impregnado con las innovadoras influencias que llegaban de Estados Unidos, se sintió tan involucrado.


     Ante este asunto, Condorcet desarrolla argumentos tan sólidos cómo, mediante el uso de las matemáticas, llegar a la conclusión que, aún en el supuesto de que los varones fueran superiores física e intelectualmente al género opuesto, siempre habría una minoría de féminas que estarían por encima de la media varonil, desmontando así, con los mismos términos que sus adversarios, todos los argumentos rivales. Además, abogando por un sistema de co-educación entre géneros, el filósofo sostiene que no hay una diferencia real de facultades, sino de destino social.


     A su vez, cataloga la discriminación de la mujer cómo una “diferencia artificial”, es decir, creada por y para beneficio de los hombres, y asumida con el tiempo por las mujeres, frente a las “diferencias naturales”, que dice, sería peligroso y absurdo querer destruir.


     Pero nada más allá de la realidad, conceptos cómo el de la superioridad física e intelectual del varón, el miedo ilógico a que la familia cómo estructura social fundamental se desmoronase o la propia tradición hicieron que la sociedad rechazase de plano esta propuesta, posteriormente conocida cómo de igualdad de género.


     Pero aunque los frutos de sus esfuerzos fueron casi nulos y finalmente la mentalidad de la época se impuso y, por tanto el Sufragio Universal Masculino fue lo instaurado tras la Revolución, hombres tan relevantes cómo Nicolas de Condorcet consiguieron que a día de hoy “El Siglo de las Luces”, es decir, la Ilustración, sea calificada cómo la primera ola de feminismo racional y riguroso, con pasos cómo este en la reivindicación de los derechos de la mujer.









Entrevista incompleta a Esther Dita Kohn de Cohen: (en el Holocausto la familia) “eran más o menos unas 500 personas; no sabemos con exactitud cuántas fueron asesinados, eso fue terrible” /entrevista de viviana marcela iriart, Caracas, marzo 2016, fotos cortesía Marta Candia



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 Dita Cohen años 80. Fuente: Marta Candia

La economista, mecenas, productora, creadora venezolana Esther Dita Kohn de Cohen, fundadora y/o co-realizadora de instituciones como el Centro Cultural Prisma, la Fundación Espacio Anna Frank; los libros “Exilio a la Vida” (3 tomos),  “Una huella en el Teatro Venezolano”; las exitosas producciones teatrales “El beso de la Mujer Araña” de Manuel Puig y “El Gorro de Cascabeles” de Pirandello, ambas dirigidas por Marta Candia, por citar sólo un mínimo de sus creaciones, no pudo concluir esta entrevista realizada entre minutos robados a sus múltiples actividades los últimos meses: le faltó tiempo pero no voluntad.

Y como creo que conocer “algo” del pensamiento de Dita es mejor que no conocer nada, por eso publico esta “entrevista incompleta” de una de las personas más talentosas, sensibles y humanas que he conocido, de un perfil tan bajo que  mucha gente no sabe quién es.


El texto a continuación lo escribí para el homenaje que la colectividad judía venezolana le realizó en Hebraica, Caracas, en el año 2014 y da una semblanza de esta mujer tan querida, respetada y admirada por su sencillez, don de gente, amabilidad, talento, generosidad, humor…


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Querida Dita: Hace varios años te dije, y ahora me da mucho placer decirlo en público, que el mundo sería un lugar más hermoso si existieran más personas como tú. Tú te sonrojaste, sonreíste con timidez y bajaste los ojos. Hoy agrego que si las Naciones Unidas eligieran a las 7 personas más maravillosas del mundo, tú serías elegida por unanimidad las 7 veces. No porque no haya personas maravillosas, algunas de ellas están en esta sala, sino porque tú eres la suma de todas ellas. 

Tu calidad humana es tan grande que te coloca en un plano espiritual fuera de nuestro alcance, un plano en el que hay muy pocas personas. Pero tú siempre bajas a nuestra altura, porque eres conmovedora y maravillosamente humilde.

Tú has ayudado  a tantas personas que no alcanza la vida  para contarlo. Y  lo haces  en silencio. Y dando no lo que te sobra sino lo que el prójimo necesita.

Es para mí un honor, un orgullo y una alegría que tú seas mi amiga desde hace 30 años, cuando me contrataste como directora de Promoción del Centro Cultural Prisma, en Los Palos Grandes, y desde el primer día me trataste como a una amiga no como a una empleada. Lo que más me conmovió entonces, y me sigue conmoviendo ahora, es tu bondad, tu generosidad y tu humildad. Y me encanta tu humor y tu mente brillante siempre inventando proyectos para ayudar a la gente. En 30 años nunca te escuché hablar mal de nadie, ni siquiera de las personas que te abandonaron cuando tuviste que cerrar tu gran sueño, Prisma, por la desidia gubernamental, y Venezuela perdió la mejor escuela de teatro que jamás haya tenido. Por suerte seguiste produciendo teatro, porque eres una de las mejores productoras del mundo. Pero tu amor por la humanidad no menguó y entonces fundaste el Espacio Anna Frank, una ONG que promueve la tolerancia, el entendimiento y la paz.

Pero había una cosa que me irritaba de ti: que ayudaras a gente arribista  y desagradecida, esa que siempre revolotea a tu alrededor. Cuando te lo reclamaba, tú sonreías con ternura y me decías: “La están pasando mal y, ¿quién es perfecto?” Allí donde yo veía arribismo tú, con tu infinita bondad, veías la necesidad.

Confieso que no te entendí hasta hace 2 años atrás, cuando me invitaste a almorzar a tu  casa y dijiste, no es textual pero casi: “Yo agradezco cuando una persona me pide ayuda, porque al permitirme ayudarla me ayuda a mí a convertirme en mejor persona”.  Querida Dita, tú no existes: tú eres un milagro.

Por todo esto, gracias por dignificar a la raza humana y ojalá que este homenaje se reproduzca por el mundo, porque tú, querida, amada, admirada Dita,  eres el Mejor Patrimonio de  la Humanidad.

Y estoy segura de que  Vinicius de Moraes pensó en ti cuando escribió:


Un abrazo enorme como nuestro Ávila,


Ex directora de Promoción del Centro Cultural Prisma. 
Escritora.  29 de septiembre de 2014.





DITA KOHN DE COHEN Y EL CENTRO CULTURAL PRISMA

LA REBELIÓN DEL TEATRO NO ES SUTIL" 


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Dita Cohen, Griselda Gambaro, Manuel Puig, Marta Candia. Fuente: MC


Querida Dita, antes que nada déjame darte las gracias por concederme esta entrevista después de estar ¡años! persiguiéndote para que hables  conmigo. Sé que te gusta tener un perfil bajo, pero dado que tu vida es tan interesante y creadora, hay un público allá afuera que quiere saber de ti. Así que voy a tratar de hacerte la menor cantidad de preguntas posibles y tú puedes responder con largas, larguísimas, respuestas que suplan a mis preguntas.  Voy a dividir la entrevista en sectores, para que sea más fácil conocer un poco de tu creación, que es tan grande y diversa.




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Vamos a empezar por lo que se cree es el principio, pero no lo es: el Centro Cultural Prisma. ¿Cuándo y cómo tuviste la idea de crear un centro cultural dedicado exclusivamente al teatro? ¿En qué año nació?
Eso fue más o menos a principios de la década de 1980. Pensé que en Venezuela hay tanto talento y tantas posibilidades, y el teatro es el menos favorecido tanto por el dinero del gobierno como por los empresarios.  Empecé sin saber nada de teatro, no estaba relacionada con el medio, pero encontré a Marta Candia que acababa de llegar a Venezuela con Gené y después de ver una obra que ella montó, una obra de Brecht, me pareció que ella podía ayudarme a empezar a enseñar a la gente a hacer un buen teatro.

¿Por qué el teatro y no otra expresión artística?
Porque el teatro habla claro, dice cosas fuertes que son reales, y no recibe  mucho apoyo. Claro que me encantan todas las expresiones artísticas, especialmente la música y las artes plásticas, que tienen mucha gente que las apoya, artes que también dicen mucho pero que la gente no lo percibe de esa manera. El teatro habla, condena, se ríe, se burla, etc. y eso es una forma maravillosa de poder despertar la conciencia en el público. Por eso me pareció que debíamos hacer una escuela de teatro. Primero preparando la gente, hay muchísima gente maravillosa que no tiene ni donde estudiar, no hay de verdad una escuela… bueno, la universidad tiene pero no es una forma tan práctica como estudiar e ir directamente a las tablas.

¿Cuándo nació tu amor por el teatro?
Cuando era muy pequeña me gustaba actuar y recitar y desde la primaria ya me gustaba montar pequeñas obritas de teatro en el colegio.

En una entrevista que te hicimos en febrero de 1985, en la revista Primera Fila,  tú dijiste algo muy interesante: “La rebelión del teatro no es sutil”. ¿Sigues pensando lo mismo?
Pues sí, me parece que no es sutil, es fuerte, es directa, es la verdad, pide justicia. También el teatro, por otro lado,  es tan maravilloso pero por supuesto que de sutil,  pienso yo, no tiene nada. Me parece que está directamente dedicado a despertar conciencia.


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Creaste la mejor escuela de teatro (junto a la de  Juana Sujo mientras ella estaba viva, dicen los que saben) que hubo no sólo en Caracas sino en toda Venezuela y probablemente una de las mejores de América Latina. ¿Cómo nació ese proyecto?

(Se ríe) Bueno, a mí me parece que estás exagerando, súper exagerando. Al lado de Juana Sujo ni hablar, ojalá hubiera podido yo llegar a hacer la cuarta parte de lo que Juana Sujo  hizo en Venezuela. Yo no tenía el  talento, el tiempo ni la dedicación exclusiva para el teatro; yo tenía una familia numerosa y además muchísimas otras actividades dentro de la comunidad judía. Pero traté. Porque vi mucha gente con mucho talento. Hermosa. Esa mezcla de razas que hay en Venezuela, mujeres bellas, hombres bellísimos, que podrían ser excelentes actores y que no tenían ninguna preparación académica. Hacían teatro casi sin haber estudiado y eso me pareció maravilloso. Entonces agarré un local de mi esposo, que es constructor, allá en Los Palos Grandes y allí empezamos a hacer una cosa pequeña como taller de teatro, con Silviainés Vallejo dando clases de vestuario y enseñándole a los muchachos a preparar ellos mismos sus propios vestuarios, muy interesante. Y después teníamos también a Eduardo Gil enseñando actuación, no al principio sino un poco más tarde. Omar Gonzalo me ayudó mucho con la parte administrativa, de lo yo tengo que exigir y cómo debo hacer las cosas, un excelente actor que todo el mundo conoce, increíble. Y poco a poco fui reuniendo gente que de verdad sabía bastante de teatro. Y por supuesto con Marta, que me pareció que ella hizo excelentes cosas pequeñas, dentro de lo que se puede llamar performance y esas cosas que hacíamos al principio y las sabía dirigir bien y un día dije: bueno, vamos a ver si intentamos hacer algo más grande. Y allí encontré en La Candelaria un local donde antes estaba el Teatro Caracas, y yo, furiosa con mi esposo por haberlo tumbado y también con el gobierno por habérselo permitido, tumbaron el Teatro Caracas e  hicieron el edificio Doral Caracas. Allí agarré una mezzanina de 1.200 metros y dije: este es el espacio. Me encontré con Nelly Garzón, que se entusiasmó mucho con la idea y al principio trabajó conmigo pero después no pudimos arreglar que ella se quedara al frente de cómo montar el teatro. Sin embargo, a pesar de no contar con ella,  hicimos aquella cosa verdaderamente extraordinaria no sólo para Prisma. Allí teníamos otros grupos que venían a ensayar, como los de la Escuela de teatro de Horacio Petterson, grupos de danza ya que teníamos una sala de danza, con piano, espejos y todas esas cosas. Yo lo monté con la ayuda de mi esposo, claro, él  no estaba  muy contento pero quería que yo hiciera lo que me gustaba y me apoyó. Y así fue como hicimos lo que hicimos allá en Doral Caracas, y era cerca de donde estaban los grandes teatros, como el Ateneo y teníamos un buen contacto con Rajatabla, con quien habíamos trabajado ayudándolos desde afuera.

Las obras de teatro que producías tenían el nivel de las producciones de Broadway (y nunca te ponías el crédito). Y no era por el dinero, porque me consta que no lo tenías porque trabajé contigo al principio: es porque tú tienes un talento maravilloso, enorme, para producir con dos lochas un espectáculo grandioso.  ¿Estudiaste producción, gerencia cultural?  ¿De dónde te viene ese talento innato para producir belleza de la nada e incluso abordando tragedias de la humanidad?

(Sonríe con gracia y humildad). Pues no, no estudié y aquí también estás exagerando. Primero me dijiste que  yo había creado una de las mejores escuelas de teatro  de América Latina, cómo me voy a compararme yo con las escuelas de teatro Argentina, por ejemplo,  y otras que no conozco pero las de Argentina las conozco bastante y me parece que es una exageración tuya (se ríe dulcemente)   y me da hasta risa. Volviendo a tu pregunta hice lo posible para hacer lo mejor. En Prisma construimos  un teatrico de bolsillo, no cabían más de 100 personas cuando estaba full, cosa que casi nunca sucedía porque en aquella época la gente no era muy adicta al teatro y mucho menos un teatro desconocido y sin dinero para poder hacer publicidad, no era tan fácil. Pero igual yo tenía la intención de montar una institución y de que el gobierno nos pudiera ayudar en parte a sostenerla. Y trabajé bastante al principio para poder arrancar, para ver a quien le podíamos dejar Prisma para que siguieran, porque yo no estudié producción ni gerencia cultural. Yo estudié economía en la Central, soy economista y usé bastante de los conocimientos que recibí en la universidad para una cosa que me tenía realmente encantada de poder hacer y de llevarlo a la realidad. Pero necesitaba gente que me siguiera y que siguiera haciéndolo. Cuando tuve la oportunidad de ver si el gobierno podía hacerlo me negaron todo.

¿De dónde te viene ese talento innato para producir belleza de la nada e  incluso abordando tragedias de la humanidad?
Bueno, eso lo dices tú. Yo no lo percibo así porque yo soy así. Y soy así porque salgo de un hogar judío donde recibí una educación en la casa muy importante de ambos padres. Mis padres eran personas que siempre estuvieron pegados a la lectura, al talento, a las obras importantes de los valores humanos. Y mi hermana también era, es,  una persona extraordinaria en cuanto a todos los conocimientos de la cultura de la humanidad y yo me crie en ese ambiente y eso me ayudó muchísimo. Y creo que tengo un gusto muy especial por la actuación, me gusta ver a la gente actuando. Me encanta el teatro.



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A pesar de tanto trabajo tan bien hecho, el Estado siempre le negó un subsidio a Prisma y la empresa privada tampoco se sumó a tu emprendimiento, salvo Sambil, la empresa que construiste con tu esposo.  ¿Por qué crees qué Prisma nunca recibió apoyo de nadie?
Voy a empezar por la última pregunta. Creo que no recibió apoyo porque como te dije antes el dinero siempre se empleaba en otras artes y… no sé, no estaba bien visto. Yo no era una persona conocida dentro del mundo del arte, no tenían mucha seguridad de que su inversión fuera rentable. Pero no es que no me ayudaran. Hubo algunos momentos en los que el Conac me ayudó en algunas cosas, no me acuerdo bien exactamente en cuáles, pero hubo una cierta intención por parte del Conac antes de que el Dr. Abreu fuera ministro. Fue con el Dr. Abreu que yo hablé para que el estado se hiciera cargo de Prisma cuando yo ya no podía, fui con todo el mundo a explicarle como era Prisma, hasta María Teresa Castillo, Dios la cuide y la tenga bien allá en su gloria, ella también me ayudaba porque se daba cuenta  del esfuerzo que hicimos y del espacio tan hermoso que teníamos para hacerlo todo bien. El vino a verlo y todo y no sé, no tuvo interés, y eso que le dábamos el local completamente gratis, en condominio eterno, es decir, con herencia y todo, mientras hubiera escuela de teatro no le íbamos a quitar el espacio jamás. Así que no entiendo, no entendí muy bien, no sé cuál fue el problema privado que tenían ellos allí, no sé. El mismo Isaac Chocrón fue conmigo allá a explicarle que se trataba de una institución seria, que yo era una persona seria… no hubo manera, no quisieron asumir la escuela. La escuela estaba totalmente montada y en funcionamiento, con profesores para maquillaje, caracterología; Ranzil Izaguirre fue el profesor de iluminación y a los 3 años sacamos unos luminitos espectaculares que fueron a Europa a estudiar posgrados y hoy en día son de los mejores que hay aquí. Los graduados de escenografía, 6, se fueron a estudiar al extranjero pero no pagados por Prisma, porque no teníamos dinero para eso, fueron becados por el Instituto Internacional de Teatro (ITI) y se lo ganaron por meritocracia y se fueron 2 a Italia, 2 a Francia y 2 a Estados Unidos.  Después del cierre de Prisma yo tuve como un colapso de enojo  y no quise saber más nada con el teatro y estuve bastante dolida con el gobierno y con todo.



“EXILIO A LA VIDA”

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Dita, ¿tienes familiares asesinados en el Holocausto?
Bueno, mira, esta es la más importante de las preguntas que me estás haciendo. Por supuesto. Del lado de mi padre él perdió 2  hermanas con toda su familia, ya muchachos que estaban estudiando en la universidad, para médico uno, otro ingeniero, unas bellezas de familia y con mucha dificultad llegaron a estudiar porque allá tenían que ser número uno para poder estudiar, porque siendo judíos y sin dinero, si no tenían notas excelentes no podían estudiar. A todos ellos se los llevaron. Y se salvaron por casualidad dos. Eso por el lado de papá, pero como papá y mamá eran primos  hermanos, prácticamente la familia pertenecía a los dos. Pero del lado de mi mamá, del papá de mi mama que es Bwacher, mi mamá se llama Hanna Bwacher de Kohn. El abuelo de mi mamá tenía 10 hermanos y él era de los menores. De 10 hijos, todos con familia, se salvaron 2: una hija y un hijo. Todos los demás con hijos,  nietos y bisnietos, eran más o menos unas 500 personas; no sabemos con exactitud cuántas fueron asesinados, eso fue terrible. Mi abuelo sobrevivió y se vino Caracas y su hermana se fue a Israel. Eso fue una cosa horrible lo que pasó con la familia Bwacher. Aquí tenemos una tía que es una sobreviviente de los Bwacher, que es muy interesante,  a la cual nosotros le hacíamos entrevistas… Así que bueno… aquí casi todos los que son  askenazí tienen familiares muertos y muchos sefardís que tenían familiares en Turquía y en Grecia, también todos se fueron. Fue una cosa que… es realmente muy difícil hablar de eso pero hay que hablarlo, no podemos olvidar. Tenemos que recordar. Tenemos que enseñarles a nuestros hijos, nietos, que las cosas pueden pasar, se pueden repetir. Es muy grave, muy grave.


¿Cuándo y cómo nació la idea de recoger el testimonio de las y los sobrevivientes del Holocausto que viven en Venezuela en 3 libros?
Todo comenzó con mi etapa en la Unión Israelita de Caracas, cuando era la Directora de Cultura. Lo primero que se me ocurrió es que tenían un espacio para biblioteca espectacular. Las señoras Blum regalaron libros de Shakespeare y anaqueles y todo para poner libros pero no había un solo libro, salvo los que ellas habían donado. No habían empezado a trabajar en lo que realmente es importante en una biblioteca. Entonces lo primero que hice fue montar la biblioteca. Y en menos de 6 meses ya tenía una biblioteca bien estudiada para lo que es la Unión Israelita, con todos los libros, por supuesto que no los compramos todos, la mayoría los recogimos en casas de familia que tenían los libros en distintos idiomas y que después los sacamos porque conseguíamos las traducciones al español y se hizo una tremenda biblioteca que es muy importante. Vienen muchísimos estudiantes de la Católica, de la Central, y de otras universidades, a investigar para sus tesis de grados y tienen todo el material que necesitan. Y Exilio a la Vida se hizo allí, fue un trabajo gigante que hizo la Biblioteca. Ellos escanearon las fotos antiguas de cada uno de los sobrevivientes, las fotos que se pueden ver en los 3 libros, bajo la dirección de Sonia Zilzer que es la bibliotecóloga todavía hoy en la Unión Israelita, más todo su equipo. La cuestión es que Exilio a la Vida fue muy importante porque gracias a Rebeca Lustgarten  que fue una de las muchachas que nos ayudaba mucho en la cuestión de cultura, ella es arquitecto y una muchacha muy capaz, ella nos trajo la idea de hacer un libro que recogiera el testimonio de los sobrevivientes como se hacía en otros países. La idea nos encantó y junto con Marianne (Beker, su hermana), Rebeca y Sonia, con la parte logística, hicimos los libros. Estuvimos como 3 años recogiendo testimonios de los sobrevivientes del Holocausto,  muchas entrevistas las hizo Marianne, muchas otras Rebeca, ese fue un trabajo muy muy fuerte de ellas. Yo lo que hacía  era la parte administrativa y esas cosas, buscar fondos. Fueron entrevistas a sobrevivientes del Holocausto que viven en Venezuela y  que hoy desgraciadamente algunos ya no viven, pero los entrevistamos a tiempo y por lo menos tenemos la historia de estas personas, que en paz descansen.

¿Qué fue lo más difícil y lo menos difícil de Exilio a la Vida?
Lo más difícil, por supuesto,  fue oír las entrevistas, leerlas, eso fue lo más difícil (suspira). Y lo menos difícil fue el amor, porque lo hicimos con muchísimo amor porque todos nosotros  somos parientes de víctimas del Holocausto. Y mucha gente, hijos, la mayoría nietos, estuvieron ayudándonos no sólo en la parte administrativa y de donación, sino que les recordaban a sus abuelos cosas que ellos les habían contado cuando eran más jóvenes. Primero se hicieron los 2 primeros libros y después Sonia hizo el tercero libro que no quedó exactamente igual, porque se hizo mucho tiempo después porque mucha gente no quería hacerlo y después sí. Pero Exilo a la Vida es para leer una historia por mes y no más de eso, no se puede, no puedes soportar de leer más de un testimonio al mes. Pero es importante que se sepa y que quede para que nunca puedan negar el Holocausto, es muy importante para nosotros que la gente sepa que el Holocausto existió.

¿Cuánto tiempo les llevó hacer Exilio a la Vida?
Cuatro años en total: 3 años recogiendo testimonios y 1 año para editarlo.

¿Qué sentiste cuando viste el primer libro editado?
Fueron sentimientos encontrados. Estaba feliz de haberlo hecho, feliz de haber podido lograrlo porque fue de verdad, para Marianne, para mí, para Rebeca, para Sonia, para todas las personas que estábamos trabajando allí, que son muchas más y no me acuerdo todos los nombres, pero mucha gente nos ayudó en esto, era muy importante para nosotras que Venezuela pudiera tener un libro así. Porque son testimonios de sobrevivientes que vinieron a Venezuela, y todos dicen que al llegar a Venezuela encontraron el paraíso. Y por eso es tan importante que Venezuela tenga esos tomos, que los mandamos por supuesto a la Biblioteca Nacional y a las distintas bibliotecas de las universidades, etc. para que la gente que está interesada pueda leerlos gratis. También tenemos algunos ejemplares a precios muy económicos, menos del precio de costo, por si alguien los quiere comprar, porque si los regalas la gente no los lee. Entonces lo que hacemos es venderlos a un precio muy bajo para que la gente los compre y los lea.

¿Qué dijeron los sobrevivientes al ver los libros?
Por supuesto que lloraban, horriblemente, cuando estaban leyendo sus testimonios pero al mismo tiempo estaban felices. Se sentaban a comer en Shabat y se lo leían a sus nietos, bisnietos. Estaban contentos por un lado y también se sentían aliviados de poder hablar, porque tú sabes que empiezas a sacar el dolor y el corazón se te alivia. Eso fue lo que le pasó a ellos.



ESPACIO ANNA FRANK


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¿Cuál es el objetivo del Espacio Anna Frank?
Te voy a leer lo que dice el libro. “Es una asociación civil, sin fines de lucro, creada con el objeto de sostener la coexistencia, el respeto al otro y la valentía moral a través de actividades académicas, educativas y /o culturales, que lleva el nombre de una niña que tuvo la desdicha de nacer en un hogar judío cuatro años antes de que se instalara Hitler en el poder. Por lo cual su vida se vio limitada a conocer la humillación, la huida, el exilio, el encierro en un escondrijo, la denuncia y la prisión en varios campos de concentración para terminar muriendo antes de cumplir los 15 años en el campo de exterminio de Bergen-Belsen.  Ninguna de estas atrocidades lograron empañar su condición humana y sus cartas escritas a una amiga imaginaria han sido leídas por varias generaciones a lo largo y lo ancho del mundo entero. Anna Frank simboliza fragilidad, la precariedad de la vida de cada ser humano concreto sujeto a la arbitrariedad de quienes, aprovechando un vacío de poder en un momento en  que hemos bajado la guardia, se apoderan tanto de nuestro espacio público como del privado y pretenden enajenarnos suprimiendo nuestros más elementales derechos humanos. Como todo lo que ocurre es señal de lo que puede volver a ocurrir, falta aún mucho que aprender para ahuyentar esa amenaza. Es preciso alertar y alentar. Alertar para impedir que el totalitarismo tome cuerpo y alentar al hombre a tomar en sus manos su destino para alcanzar paso a paso pequeños triunfos sobre la mezquindad y el egoísmo que parecieran querer prevalecer. Nuestro objetivo es promover actividades culturales y académicas como estrategia para impulsar al ciudadano a tomar conciencia de los valores morales. Para entender la coexistencia como una necesidad que engrandece al ser humano y permite la convivencia entre los miembros de una sociedad venezolana. Convertirnos en una organización de referencia nacional e internacional como el lugar de encuentro para  las artes, la cultura y la educación que inspire la lucha para alcanzar una sociedad libre de prejuicios, amante de la paz, la libertad y la justicia, coexistencia, respeto por el otro, actividad grupal y corresponsabilidad social”. Estos son los objetivos de nuestra institución.



Marzo de 2016





MRI scan by Dinapiera Di Donato










Sometimes she takes her chair
tothe Mnemosyne River´s shore
and delivers music

howling´s

She opens the lid
and the genie jumps into the water
Flaming June’s calendar girl
in between columns at Frick’s house
for the summer
a shrill piercing patience
when it wakes
with a loudspeaker
applauding over the land
that the oleander drinks

the Bolivarian achievements
being shouted
lowered
native land’s noises
the cherubs from
inflatable orchestras
rescue’s virtuosos
the only beauties
during a crying spell

she explodes with fury
hiding within her flask

patientlyrubbing it



©Dinapiera Di Donato



From the non edited book PICOTAZOS EN EL CÒRTEX/ PECKING IN TE CORTEX


Translation from Spanish by Manuel A. Lòpez









Beatriz Iriart: An Ostracized Poet, Interview by viviana marcela iriart, Buenos Aires, December, 2010









As a little girl, Beatriz started to write poems with the same talent—also known as genius—with which she writes today.Her theme was the same: Death.When she had barely come out of adolescence, she started to publish and receive awards and honorable mentions in her country - Argentina - and abroad.She soon became a rising star dazzling everyone around her.Her talent, combined with her beauty, brought the powerful literary circles to her feet.Beatriz was on the road to become a famous poet and (having worked since she was 14 to help her mother) to be able to live off her poetry.



But major publishers were still reluctant when a strange disease put her at death's door:lupus.Beatriz received the extreme unction, and when everyone was expecting the poet's death, the poet revived.No one knows what was said at that face-to-face encounter with death, but the poet moved away from literary circles forever, and she stopped publishing and participating in contests, though she never stopped writing.



The rising star became a lonely warrior.She spent many years fighting against lupus, working in dreadful places, suffering from the lack of money that would not allow her to get better treatment, and living in rented apartments and, mostly, dark hostel rooms.She went through many universities - Law, Arts, Philosophy, Psychology - learning what she wanted in each of them and not staying in any.Disease was always by her side depriving her of almost everything, from hair to sight, from the possibility of having children to the ability to walk, from being under the sun (a mortal enemy) to eating what she wanted, but she never gave up.And she always gave love a chance, even though it caused her the same problems money did: when she thought it was genuine, it turned out to be fake.Nonetheless, Beatriz loved and was loved.She lived intensely in the midst of war to save her life, which was her daily endeavor.



After a decade, Beatriz won the fight against lupus and got cured from a disease that is considered chronic.Beatriz won and remained unbroken, without any traces or damages from her disease, perhaps because this had not been her first battle or her first encounter with death.Death had been her companion since adolescence, when she used to be her permanent guest, her loving shadow, which would not abandon her no matter how many times the poet stood her up.Death tried to drag her when she was 15, when she was 16, when she was 18… Death.



And the poet kept writing with such genius that when she decided to publish once again some years ago, in Europe and the USA they compared her to Sylvia Plath, Goethe, Alejandra Pizarnik, Novalis.



Her native country ignores her, and she does not care - she keeps staying away from literary circles.



Let's hope Beatriz Iriart does not suffer the same fate as Alejandra Pizarnik, who had to endure the indifference of major publishers and work her heart out to survive.Once dead, Alejandra became a big publishing success—she pays great dividends.



Let's hope publishers do not do the same to Beatriz Iriart because they will end up losing: the poet expects to live for at least 200 years. Publishing, of course.







DECREE
When you leave
cypresses shall not weep
over your grave
for there will be no grave
only memories.










This year you changed your surname - you no longer bear the López Osornio name by which you used to be known, and have adopted "Iriart" instead. Why was that?

It's a late homage to my mom, thanks to whom I was introduced into the world of art and culture, taken by the hand as if it were a game, when I was just beginning to walk.




When did you begin to write?

In primary school.My writing assignments always received congratulations and awards from my teachers and the school.I wrote my first poem when I was about 10 years old and my mom told me I behaved as badly as "Pepita La Pistolera".[1]I didn't know who this character was but I wrote my first poem with that name as a title.






Did you mother read it?

I don't remember, I think she didn't, and the "poem" was lost.From that moment, without being aware of it, writing poems became part of my daily life.




Were any of the poems we read today written during your childhood?

Yes.Decreto (Decree) is a poem I wrote when I was 11 or 12 years old.




Did you show it to anyone?

No, it wasn't until the end of my adolescence that I began to show my poems, after I got in contact with the underground culture movement, in whose magazines I got published for the first time when I was around 19 years old.




When did you publish your first book and what was it called?

Perspectivas (Perspectives), and I published it independently in 1977.It was a short, very sober book that was well received by the literary circle.They made me a cult poet in my town, because they said my poetry was like no one else's.But although I was well received, publishers have always been reluctant: I have published three books and all three of them are independent publications.




Were you influenced by any other poet - man or woman?

No. When I was a little girl I read the compulsory poetry books from school, but even though I was a great reader of legends and short stories, I was not a great reader of poetry.I admire two or three poets, but I don't feel I have been influenced by them, and I've never wanted to write like them:Julio Cortázar - who was more known for being a prose writer than a poet and whose complete work I love -, Sylvia Plath, and Alejandra Pizarnik.




That's curious, because in the prologue of your last book, "La Muerte Quiere" (Death Wants), the Chilean-American professor Sonia M. Martin compares you with both poets.

Yes, I was really surprised when I read that, because I'd never felt my poetry was similar to theirs... They are sublime!So I was very grateful to Professor Martin for her appreciation, which I received as a great recognition that I must honor.




The poems you wrote when you were a teenager have a depth that only comes after living for a long time.Where did you get that depth from?

From life, from a life that never showed me her brightest side.My childhood and my youth were a nightmare from which I still cannot wake up.




Why?

I've had a very hard life since I was a little girl; my mother gave us a lot of love but little joy, as contradictory as it may sound.By when I was 10, I was an old woman already.Writing poetry was a way of transmuting that pain.And if my poetry is as painful today as it was then, it's because my pain has been so loyal that, by life decree, it will not abandon me.




Do you write because your life is hard?

No. I believe my path had already been set.I simply write because poetry emerges, arises; I never stop to wonder why.




Were you not influenced by the 70's, when poets with a tragic life, suicidal poets, were deified?

No, not at all.I read Cortázar, and not only was he alive, but he was also far from being a "damned poet".And when I got in contact with the underground cultural movement I found that theirs was a hymn to life, not death.




It's striking that your poetry does not reflect your life at all.

It doesn't, my poetry is independent from my life - don't ask me why because I don't know.When I write I feel like a bridge between life and death.




Do you feel that poetry saved you from all that pain?

Yes, now I feel it saved me, and saves me, from pain, but I didn't use to feel like that.




Why did you move away from literary circles?

I abandoned them because I felt like those horses that are very well taken care of, but which are locked up, and I needed to come out to an open field.I felt I needed to be alone, and I looked for the company of other lonely poets, that is, not belonging to any literary group, like me.




Were you not affected by the fact that you lost your early "fame"?

Well, I've learned through the years that this is the hand I've been dealt.




Does it not bother you that publishers from your country don't publish your work?

No. I simply wait.I know there will come a day when Zephyrus will grant me the fleeting kiss of recognition.




Besides "waiting", are you knocking on any publishers' doors?

No.




Aren't you interested in publishing?

No. I believe in destiny, and I believe there will come a day when my poems will come to light in many places... I may not be there to see it, but I know it will happen.




Don't you mind not being there to see it?

No. Because I don't write to get joy or be recognized.I write because I can't stop doing it.I know my poetry is destined to be known, the "when" is irrelevant.




Don't you think destiny may need a little help sometimes?

No.




Is your recognition abroad a consolation for the indifference you get in Argentina?

The fact that my poetry has traveled across boundaries is something I take in, celebrate, and thank the gods for.




Do you live off your poetry?

No. I work since I was 14, because even though my mom worked more than 12 hours a day, the money she earned was not enough to pay the house rent and raise my two sisters and me.Making a living has always been a very hard task. I went from being a salesclerk to a civil servant, a secretary for a district attorney and a clinic, and finally a caregiver of terminally ill patients.I've never been able to live off poetry, but I'm only alive because I write.




Did you work and study at the same time?

No. I attended classes for one year and had to quit.Finishing high school was a personal goal I needed to achieve, and I felt really bad because society was very cruel, it alienated me, but at the age of 30, by studying at night and having two jobs, I graduated with honors.And the greatest honor was having graduated despite the fact that I got lupus and nearly died several times.




Is it still hard for you to "get your daily bread"?

(Laughs) Yes.I live very, very austerely.I retired before 40 because of my illness, and my pension is minimal.But I've got used to it.Lack of money does not prevent me from fully enjoying each day as if I were a millionaire.




What do you expect from life now?

I'm still watchful for the mandates of Thanatos, Gnomes, Sylphs, Anubis, Salamanders, Dryads, and Undines, who mark the path I tread.




Beatriz, thank you so much for this interview.I hope a great publisher discovers you soon, and you get all the recognition, and money, that you deserve.

Thank you very much, I hope so too.


Buenos Aires, December, 2010
Translation from Spanish by Luciana Valente

[1]"Pepita the Gunfighter", an affectionate nickname mothers would tell naughty daughters, in reference to the comic strip character Little Lulu.










BIOGRAPHY OF BEATRIZ IRIART

She was born in autumn (May 12,) in La Plata, Argentina.
She is a member of the “Latin American Writers Association of California and International Chapter on the Internet” (whose acronyms in Spanish are SELC and CII), California, USA. Prizes: S.A.D.E, S.E.P.

Books published:
Perspectives” (1977)
“Collage of Five” (1981)
“Strange Lineage”(1984)
Death wants” (2003)
Her literary work is published in English and Portuguese in several countries and in different anthologies in her native country and around the world.

She has studied pottery and art.
She took part in the Underground Movement in the 70’s, collaborating with the literary magazine “Machu Picchu”.


Nowadays, she publishes in digital magazines in the United States, Canada, Spain, Brazil, Venezuela, Uruguay, Argentina, Alemania, among others.



The renowned Venezuelan composer Diana Arismendi wrote in 2015 the work "In memoriam" to commemorate the HOLOCAUST; the second movement of the work was inspired in the poem “Yo estuve en Auschwitz” (I was in Auschwitz) by poet Beatriz Iriart.The concert was organized by Espacio Anna Frank from Caracas with the participation of Venezuela's Symphony Orchestra directed by maestro Alfredo Rugeles.

POEMS IN VIDEO:



Blog:











POEMS ABOUT THE HOLOCAUST by Beatriz Iriart

  Poems and story dedicated to the victims of the Holocaust   





“Dear Beatriz,
Your texts are very touching and truly poetic about a subject which is not easy to write about.  And it is not only a Jewish pain but also a human tragedy.
Thanks for sharing those texts with me."

Warmly

Eliahu Toker

www.eliahutoker.com.ar







YEARNING
                              To the survivors of the Holocaust.
         

I’ve dreamt about you so much
These days
Of potage and bread    
I’ve dreamt about you so much
With the frost and the famine
With chains lacerating the ankles
With terror
settled in the shack
I’ve dreamt about you so much
FREEDOM.



© Beatriz Iriart







 I WAS IN AUSCHWITZ.

                        To the memory of Primo Levi
                       January 27th, 2006
                   

I was in Auschwitz.
I gave birth to children
Of bitterness, pain and horror
I walked barefoot
in the mud of a field with mown flowers
like the fresh seeds
of our flocks
And today after 61 years
Of the camp liberation
I’m a shadow
A woman without face
Desolation and hunger
I…
I Was in Auschwitz.



© Beatriz Iriart







THE SCULPTOR

       
                              To the memory of Anna Frank


To possess a spoon-knife
is to become an avid sculptor.
You shall locate
A piece of brass and let it rise
Not to waste
A drop of potage
And with the knife
We cut the bread
To trade it
For more useful things
Indeed, to possess a spoon-knife
These days
Is certainly an art.




© Beatriz Iriart










NUMBERS

                      
                        To the memory of Itsjok Katzenelson


Don’t ask, don’t wait for an answer
Before the “beasts” we are a thing
A burden
That is hated and justified.
The shack is cold
Like winter out there.
Only the memory of homeland
Is warm and good to snooze
With that ancient flavour.
There’s no way out
Of these fields
But you can wait a “selection”
To metamorphose into a bird
Or simply wait
A shot
At random.




© Beatriz Iriart






THE EXPOSITION


“Only work will set you free”
(Legend about the concentration camp on Auschwitz)


They got a ticket to the following station. The driver treated them kindly.
They  exchanged opinions, memories and a near future. They arrived. The melancholic notes enveloped the morning fog.
Soon, the tasks in the atelier would get started. The music was sliding smoothly. They undressed; the hygiene was the fundamental discipline for that face of art. The showers would help too.
They were accompanied until the vast exposition, before the immense collage where there were dreams, bones, illusions, fears, but no faces.



 © Beatriz Iriart







POLAND


The "Wolf" promulgates
“To design" meticulously
the Treblinka camp
and the Stangl Nazi answers.
Countless souls
Lie at the end of the “deliveries”
The curtain fell.
The work is not the same
But the atavism is still valid
at other times
other areas
other stigmatas
other essences ...
which throughout the centuries are
the enduring panacea of Simon:
"I will never forget you".



© Beatriz Iriart









THE NIGHT OF BROKEN GLASS



They dreamt that life was flowing.
They woke up surrounded by pogroms
Frost, glass, barbed fences
and torment.
Their names already swelled
the list of stiff beings.




Translation from Spanish by D.H








OTHERS POEMS










REAP FRUIT


I give to you
My true sunflowers
You give me
A song
With your killing hands
Both of us create
The cruel and devastating melody
Of a premature exile.



© Beatriz Iriart







THE ORCHARD

To Raul Zeleniuk's memory

At the orchard
Have bloomed seven
Of your "incipient ladies of the night"
Seven were their screams
Seven are the memories
Seven your deaths
And your "incipient ladies of the night"
Bring seven lives
When the sun goes down,
And I
Await.



© Beatriz Iriart






INSOMNIA


I am a wandering nightmare
An aborted dream
A day break blues
A foreseen mourning
On the frozen nights of
The incoming Autumn


© Beatriz Iriart






I WAS IN AUSCHWITZ

To the memory of Primo Levi
January 27th, 2006

I was in Auschwitz.
From bitterness
Pain and terror
I bore children
Barefoot I walked through mud
And harvested flowers fields
Just like the fresh seeds
Of our flocks.
Today 61 years after
The camp liberation:
I am a shadow
A faceless woman
Desolation and hunger.
I...
Was in Auschwitz. 



Translation from Spanish by Olga Y. Mancinelli













La fascinante vida de Lili Elbe, la primera transexual de la historia, El Paìs, enero 2016





No pudo describir con palabras lo que sentía: no existía aún una de definición. Una novela desenterró su vida, pero han pasado 18 años hasta que un director se ha atrevido a llevarla al cine en 'La chica Danesa'.


Begoña Gómez Urzaiz | 2 enero, 2016 







Ese día la modelo no se presentó. Gerda Wegener, la joven ilustradora que se había hecho un hueco con sus estilizados retratos femeninos, quería acabar su esbozo y, a sugerencia de una amiga actriz que pasaba por allí, le pidió a su marido, Einar Mogens, quien siempre había sido delgado y esbelto, que se pusiese el vestido con falda plisada, los tacones y las medias. Un rato de posado sería suficiente.

Es imposible adivinar si Gerda, quien de tonta tenía poco y conocía y amaba a Einar como nadie, sabía dónde se estaban metiendo ambos cuando le pidió a su marido que se vistiese de mujer aquella tarde, en el apartamento que compartían en Copenhague. Pero para ninguno de los dos la vida volvería a ser la misma. Einar nunca se había sentido tan auténtico como cuando se puso esos tacones y, gradualmente, empezó a vestirse de mujer. No de una mujer cualquiera, sino de Lili, la persona que inventó y que cada vez fue pasando más tiempo con Gerda, quien la paseaba por los cafés y la presentaba como su hermana. Tras viajar por Italia y Francia, ambas acabarían instalándose en París en 1912, donde Lili vivía y vestía como una fémina, y Gerda tenía relaciones con otras mujeres.

Unos años más tarde, Lili se convertiría legalmente en Lili Elbe, la primera persona transexual, o por lo menos la primera registrada, en pasar por un procedimiento de reasignación de género. Primero se sometió a una castración quirúrgica bajo la supervisión de Magnus Hirchsfeld, el famoso doctor alemán que fundó la primera asociación de defensa de homosexuales y transexuales, y después pasó por varias operaciones a manos de Kurt Warnekros, el cirujano de Dresde al que Elbe se refería como su creador y salvador. En 1933, Warnekros planeaba completar el proceso implantando a Elbe un útero y creándole una vagina artificial, pero la pintora (que ya casi no lo era: Elbe pensaba que el arte pertenecía a Einar, a su pasado) no pudo superar la operación y murió días antes de cumplir los 50.









Lili Elbe en 1926








Una lucha en soledad



A pesar de su relevancia histórica, la historia de Lili, quien escogió para su apellido de mujer el nombre del río que pasa por la ciudad en la que volvió a nacer, el Elbe, tan solo era conocida entre académicos y activistas de la comunidad LGBTQ hasta que cayó en manos de David Ebershoff hace 18 años. Ebershoff, entonces editor en Random House, la noveló en lo que sería para él su debut literario, La chica danesa (Anagrama). Tras dar muchas vueltas por los despachos de Hollywood –durante un tiempo, Nicole Kidman estuvo asociada al proyecto– el libro ha llegado por fin al cine de la mano de Tom Hooper y con Eddie Redmayne y Alicia Vikander en los papeles de Lili y Gerda. Se estrenará el 15 de enero. El autor se siente orgulloso: «En septiembre, visité la tumba de Lili en Dresde y el director del cementerio me dijo que cada mes unas 10 personas acuden a presentar sus respetos. Le dejan flores y velas o pasan tiempo con ella. Imagino que el número ha crecido en los últimos años y que con el filme se entenderá todavía más quién fue y qué consiguió. Es por eso que necesitamos más historias y es por eso que el público ha escuchado y aceptado las de Caitlyn Jenner, Laverne Cox, Chaz Bono, Renée Richards y muchos otros. Cada vez que una persona transgénero cuenta su experiencia, nuestra comprensión colectiva crece».



Cuando Ebershoff habla de una «pionera» el término adquiere connotaciones heroicas, pero ser el primero, la primera en este caso, en llegar a cualquier sitio implica hacerlo en la más absoluta soledad. Por no tener, Elbe no tenía ni una palabra para referirse a lo suyo. El doctor Hirchsfeld, que trató durante toda su vida de honrar la investigación sobre sexualidad y género en una disciplina médica tan respetable como cualquier otra, hacía poco que había acuñado el término «transexualismus» para referirse a aquellos que querían convertirse en, y no solo parecerse al sexo opuesto. Nadie se la dijo a Einar. Los doctores a los que visitó durante su juventud en Dinamarca lo calificaron de histérico o pervertido. «Una de las cosas que encuentro más significativas sobre Lili Elbe es que ella no tuvo ejemplos o modelos, ningún mentor a quien admirar, ningún recurso, ningún medio que reflejara su vida y prácticamente ninguna información médica. No solo transitó por un camino inhóspito, sino que ella tuvo que ir poniendo los cimientos de ese camino. Estaba sola excepto por su esposa», dice Ebershoff.


 

 


Gerda Wegener, A Summer Day, 1927

 






Tras casi dos décadas viviendo como una mujer con una biografía inventada, la historia de Lili se hizo pública y causó en su país un ruido similar al que generó Christine Jorgensen en Estados Unidos en los años 50. Jorgensen, el soldado que combatió en la Segunda Guerra Mundial que pasó por una operación de reasignación de sexo, se convirtió en una celebridad menor y objeto de fascinación para los tabloides. «Cuando se filtró su historia, Lili no tuvo otra opción que salir del armario y contarla», relata su biógrafo. «Por un lado, disfrutó la oportunidad de contar su transición, pero por otro dudaba sobre cómo respondería el mundo. Una parte de Lili amaba la atención y otra tan solo quería ser una chica danesa con una vida normal». Convertirse en una figura pública la obligó a romper con su pasado y con Gerda.Dinamarca reconoció su nueva identidad con un pasaporte y anuló el matrimonio. Lili albergaba ilusiones fantasiosas, como concebir un hijo con su nueva pareja, pero tenía negras premoniciones. Antes de pasar por la operación que la mataría, escribió a un amigo: «He probado que tengo derecho a vivir existiendo como Lili durante 14 meses. Se podría decir que 14 meses no son mucho, pero para mí es una vida humana completa y feliz».



De candente actualidad



No es casualidad que la película se haya materializado ahora y no hace cinco o diez años y que haya conseguido un reparto envidiable –para Redmayne es su primer papel tras el Oscar y Vikander vive un momento estelar con Ex Machina y Testament of Youth–. Caitlyn Jenner, Transparent, Laverne Cox y Andrej Pejic entre otros han conseguido que las reivindicaciones de las personas transgénero se hagan más visibles. La chica danesa se proyectó en la Casa Blanca en una velada dedicada a los derechos de los transexuales. Que la dirija Hooper, un director de quien se puede decir que su género es «lo oscarizable» (suyas son El discurso del rey y Los miserables) es ya de por sí significativo, como él mismo admite en una entrevista en Time: «Ahora todo el mundo cree que es una opción obvia para mí; dice mucho de la revolución que ha habido en la aceptación de las historias trans». La elección de Redmayne, sin embargo, no estuvo exenta de polémica. Se señaló que debería ser una actriz transexual quien interpretase a Elbe. David Ebershoff, por lo menos, está satisfecho con el actor cisgénero (lo contrario de transgénero) y heterosexual que da vida a su Lili. «Cuando visité el plató, vi que Eddy derramaba cada gota de su talento interpretándola con profundidad, sutileza y una amplia gama de emociones. Como escritor, no me gusta la idea de que algunas historias están fuera de mi alcance». Aun así, reconoce que hay que tener en cuenta esas voces disidentes. «Lili es una parte importante de la historia de esa comunidad. Se sienten orgullosos de ella y su vida se tiene que contar con empatía y dignidad».
 


 
Eddie Redmayne en el papel de Lili
 




Fuente: El Paìs

















Gerda Wegener: La Transgresora - GALERÍA: Gerda Wegener. Pinturas e Ilustraciones
domingo, 3 de enero de 2016










Quizás sea en el ámbito de lo sexual, en relación al erotismo,
 donde se dé una de las mayores perplejidades del ser humano.
La naturaleza utiliza el sexo como medio para perpetuar las especies,
pero el hombre es, que sepamos, el único ser que lo utiliza para otro fin:
como medio para alcanzar una satisfacción física y psíquica
que es tanto más profunda e intensa cuanto más nos hurta de lo efímero,
tanto más eterna cuanto más la sentimos ajena a lo temporal.
Y es su eternidad la del que se ve arrojado fuera de sí,
derramado en el otro, liberado así por un momento
de lo que en uno es caduco —el cuerpo, la materia— para sentirse flotar
sólo en sentimiento satisfecho, más allá del cuerpo propio,
enajenado ahora en otro cuerpo, conquistador etéreo de sus límites.

Reflexiones desde la carne. Héctor Amado









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Gerda Wegener
1885-1940







La Transgresora


.Cuando la conocí posiblemente
fuera una de las personas más amorales que un ser humano de bien pudiera imaginarse. Y digo amoral con todo el sentido y el significado que dicho término posee, pues en la naturaleza de Greta, como descubriría muy pronto, no había el menor atisbo de una consideración moral de la existencia. Actuaba siguiendo el impulso infalible de su deseo. En eso —solía decir ella con media sonrisa que helaba la sangre— consistía la lucha por la vida. Eso significaba estar vivo. Y quien no lo viera así estaba condenado a ser un súbdito o una víctima. Ella, obviamente, se consideraba una aristócrata, un miembro de lo más selecto de la especie, una elegida: alguien a quien había que servir, y a quien le era lícito servirse de los demás, de todo lo demás. Para su libertina conciencia, la moral no era sino una serie de normas que coartaban el natural desarrollo de la rica personalidad humana atesorada por eones de evolución. Si el hombre (o, más propiamente en su caso, la mujer) estaba en lo más alto del escalafón evolutivo, debía hacer honor a este logro conseguido a base miles de años de actuar con su entorno y sus congéneres sin compasión alguna.


.....La moral era debilitante. Aunque había servido —eso hasta ella misma lo reconocía— para lograr la  suficiente cohesión social como para hacer posible la cohabitación en grandes grupos sedentarios conformando núcleos urbanos y prósperas comunidades. Pero ella —eso también lo sabía— apuntaba que la moral era la argamasa con la que los poderosos, aquellos que perfectamente podían prescindir de toda norma, consolidaban los cimientos de su bienestar. Los poderosos —los verdaderos especímenes aristocráticos del género humano, a su parecer— habrían creado la moral para esclavizar la conciencia de sus súbditos, de sus servidores. Así no tenían que molestarse en aferrarlos con cadenas o usar el látigo para que les sirvieran, lo harían como consecuencia lógica de su imperativo moral: el bien común (que, al fin y a la postre, no desembocaba sino en el bien propio de los poderosos que tal estratagema habrían urdido). Oh, sí, éstos, los súbditos, los sirvientes, en definitiva los esclavos, recibían a cambio unas migajas de bienestar en forma bienes de consumo, de tranquilidad de espíritu, de obediencia debida y de servil satisfacción por el trabajo bien hecho. ¡Trabajo! ¡Ja! Un espíritu aristocrático, tal y como ella lo concebía, debía ser por naturaleza refractario al trabajo. Un buen aristócrata debía vivir del trabajo de los demás. Siendo la mayor maldición del ser humano, en esa moral taimadamente impuesta por los poderoso a los espíritus serviles, el trabajo ocupaba el centro de las bendiciones. El trabajo dignifica, solía decirse —solía subrayar la moral social—, y así se conseguía la adscripción voluntaria (e interna, como un imperativo categórico incrustado en la conciencia) del trabajador a su propio yugo. Pero el verdadero aristócrata, el dominador de los subyugados, no debía realizar más trabajo que el que se tomaba para llevar a cabo sus deseos y satisfacer sus ambiciones.


.....Quizás por todo ello Greta hacía llamarse La Baronesa. Aunque había quien apuntaba en este título una alusión a su evidente preferencia por el bello sexo. Tenida por bisexual, se le conocían numerosos y continuos affaires tanto con hombres como con mujeres, bien fuese por turno o a la vez. Las orgías llevadas a cabo en Villa Arcadia se hicieron célebres; quizás más célebres y morbosas de lo que en realidad demandaba lo que allí sucediera. Porque lo único cierto, relatado por los proveedores de la maison, era que en estas fiestas se comía y bebía lo más exclusivo: manjares, vinos y licores traídos desde cualquier punto del planeta. La espléndida bodega, que se extendía por diversas galerías de los sótanos de la Villa encaramada en lo alto de un boscoso cerro, era reconocida como una de las mejor aprovisionadas de Europa (podría decirse del mundo) por todos los marchantes de vinos y degustadores de los clubs más selectos. Allí dormían el sueño plácido del espíritu del sol y la llama los mejores Burdeos y Borgoñas, los más nobles Alsacias, los Nebbiolos más ensoñadores, las malvasías más delicadas, los más densos y licorosos Sauternes y Tockay, los más raros vinos del Rhin, allí donde la Riesling y la Gewurztraminer alcanzan toda su plenitud en comunión con el hielo, los mágicos Ribera del Duero y los concentrados Prioratos, y, cómo no, una envidiable colección de los más refinados —y caros— Champagnes, entre ellos los insuperables Clos de Krug (d'Ambonnay y du Mesnil).


.....Orquestinas de cámara animaban las veladas que transcurrían en ocasiones a lo largo de todo un largo fin de semana. Eran músicos con un alto grado de virtuosismo, pues mientras tocaban tema tras tema permanecían con los ojos vendados. La identidad de quienes acudían a tales bacanales no era secreta, pero sí lo era su comportamiento y actitudes allí dentro. Los lacayos y personal de servicio, al ser contratados, firmaban un acuerdo de confidencialidad que les obligaba a no comentar nada de lo que sucedía en la maison y jardines anexos. Por lo que los invitados actuaban con entera libertad a pesar de la presencia de los fámulos, pues éstos no tenían una condición distinta de la de serviciales estatuas vivientes. De lejos sólo era posible ver, por las noches, los grandes ventanales iluminados, unos velados por cortinas de encaje y otros policromados como si de las vidrieras de una catedral se tratase. Las altas tapias de piedra coronadas por cables electrificados que sellaban el recinto de diez hectáreas que ocupaba la finca, y las cámaras de videovigilancia instaladas cada veinticinco metros en las pilastras que dividían los paños de tapia, celaban la privacidad las veinticuatro horas del día.


.....Gustaba Greta vestirse a la moda de los años veinte, aquellos Locos Veinte que según ella eran el epítome de la despreocupación y la nonchalance consecuentes a un deseo exacerbado de vivir y disfrutar de todo lo placentero, incluido, claro está, el sexo. Se hacía adaptar, no obstante, los modelitos de su vestuario, boas inclusive, a los tiempos modernos, dándoles un ligero toque casual que evitaba la impresión de ridículo, o de intempestivo, que de otra forma hubiese causado. Amaba las transparencias —poseía un cuerpo Greta para podérselo permitir—, y allí cuando podía dejaba entrever partes de su anatomía no sólo sugerentes sino directamente excitantes. Formas rotundas, turgencia en estado puro, sensualidad felina, voluptuosidad irresistible, serían expresiones que no alcanzarían a transmitir lo que el cuerpo de Greta, ya estático ya en movimiento, expresaba. Era el suyo uno de esos cuerpos cenitales en los que la naturaleza parece haber logrado una de sus más excelsas obras maestras. Un cuerpo para gozar y gozarse, para disfrutar disfrutándose, y de ello Greta era no sólo consciente sino fervorosa practicante. Se regocijaba sintiendo en su anatomía todas las miradas, podría decirse que las experimentaba como verdaderas caricias, a las que respondía no con descaro sino con seguridad, como una Venus acostumbrada a hacer ostentación de su impresionante belleza sin recurrir a la soberbia, el engreimiento o la fatuidad. Gustaba de gustar, y lo agradecía mostrándose elegante y naturalmente provocadora.


.....Imbuida de cierto grado de sofisticación por mor de una estética sentida, buscada y recreada —Greta manejaba tan bien los pinceles sobre el lienzo, como sus dedos sobre el cuerpo en el ars amatoria—, era la suya una sofisticación tan connatural como la de una pantera negra o una mantis religiosa. Su sonrisa, sus gestos y ademanes, su mirada, estaban dotados de una gran carga erótica, quizás no pretendida (en absoluto forzada o interesada), pero sí aceptada y desplegada con satisfacción. Segura como una araña ante su tela, desplegaba sus muchos encantos como si de una viscosa trampa se tratase. Ella sólo debía elegir, entre las varias víctimas atrapadas en ella, aquellas que más colmaran su gusto; y no eran pocos los que, desairados, hubieran preferido ser directa y realmente devorados por aquella deseable boca que no dejados de lado.


.....Según el color del día, su pelo podía ser rubio, castaño o moreno; y sus ojos, verdiazules, gris-azulados o castaños claros. Poseía una increíble facultad para mimetizarse tanto con el entorno en que se moviese como, sobre todo, en relación a las compañías de que se rodeara en cada momento. Tan pronto llevaba el pelo largo y suelto, como media melena recortada, elegante moño o coleta trenzada cubierta con redecilla, corte corto a lo garçon o desenfadado peinado de mechas multicolores. Sólo permanecía inmutable en ella su personalidad voluptuosa y arrolladora. Según fuese su humor podía cambiarse varias veces al día de atuendo, pero, como ya apunté anteriormente, siempre éste mostraba, en detalles o casi en su totalidad, el estilo y glamour de los años veinte del siglo XX. No era extraño verla con diademas de tejidos naturales, lisas o bordadas con hilos de oro o plata, en las que en ocasiones prendía joyas auténticas (odiaba la bisutería, como odiaba todo lo que no fuese auténtico en su vida), largos collares de perlas del Mar del Japón, o de cuentas de azabache y marfil, y fumando cigarrettes engastados en largas y artísticas boquillas, de las que tenía una estimable colección. No solía utilizar ropa interior, y, cuando lo hacía, se limitaba a sugerentes bragas de raso; jamás utilizó sujetador (la turgencia y el proporcionado tamaño de sus pechos no lo necesitaba). Dormía inexcusablemente desnuda, arropada con ligeras sábanas de seda cruda en verano y edredones de plumón de ánade en invierno.


.....Su metabolismo basal era alto, lo que hacía que su piel se presentara siempre cálida; cálida y aromática. Uno se acercaba a ella y era como arrimarse a un acogedor hogar cebado con cisco de sándalo. A pesar de ello su epidermis no mostraba el lógico matiz sonrosado que cabría suponer a su temperatura. Sólo en las ocasiones en que se enfurecía, o, por el contrario, cuando se entregaba a los juegos eróticos —cosa que hacía asiduamente— parecía arder su piel en profusas llamaradas de un bello y excitante rosa encendido. Los extremos se tocan, repetía ella cuando se le hacía notar la opuesta relación de emociones que causaban el mismo efecto cromático en su cuerpo. Los causantes de su enfurecimiento recibían, por tanto, junto a la ira o el desprecio de Greta, una regalada dosis de excitación que les provocaba emociones encontradas y la perplejidad más absoluta. Mas no se crea que era fácil enfurecerla (vano hubiera sido pretenderlo intencionadamente). Poseía la suficiente perspicacia como para detectar las estratagemas, y la suficiente inteligencia como para no ofenderse sin motivo real. El gesto habitual de su rostro era el de una leve sonrisa subrayada por sus brillantes, vivos y dolorosamente bellos ojos (y preciso lo de "dolorosamente" porque era tal su encanto que podía llegar a hacerse insoportable).


.....Su fama la precedía, por ello no pude dejar de sentir un íntimo estremecimiento cuando me la presentaron en el Museo del Erotismo de París, en Pigalle. Estremecimiento que no sería sino el preámbulo de otros muchos, sentidos en las más diversas y placenteras circunstancias. Mi destino estaba a punto de cambiar y yo lo sabía, lo vi escrito en aquellos ojos que más que los de Medusa robaban el alma a sus víctimas.





.....En las notas biográficas de la pintora danesa Gerda Wegener se repite hasta la saciedad lo increíble y excepcional de su vida, una vida marcada por la libertad sin barreras y la tragedia jubilosa. Marcada, así mismo, por la transgresión como consecuencia inevitable de ese su deseo de vivir libérrimamente. Ubicada temporalmente en la esquina del siglo XIX con el XX, región donde convivieron un puritanismo exacerbado con un ansia irreprimible de vivir sin ataduras y sin encorsetamientos, en lo artístico es el momento en que tras la brecha abierta por el romanticismo penetró el impresionismo y el simbolismo, y, tras ellos, se colaron en la vieja Europa nuevos y rupturistas movimientos que acababan con siglos de evolución academicista, sujeta a reglas y cánones ya agotados que coartaban los nuevos aires de creatividad que surgían por todas partes (Alemania, Francia, Inglaterra, Italia).


.....Gerda Wegner es un producto de esta efervescencia creativa y de esta reacción antipuritana. Originaria de un país donde el cristianismo, en su versión luterana y calvinista, gobernaba las costumbres, ella se rebeló y decidió partir, junto a su esposo Einar, hacia allí donde se respiraba el aire más fresco (social y artísticamente hablando): París. En París se desarrolló toda su carrera artística con su marido convertido en su mejor modelo. Inútil e improcedente sería deslindar la vida privada de Gerda de su vida artística, tan profundamente imbricadas están. Einar, el hombre que quiso ser mujer muriendo en el intento, poseía una naturaleza ambigua, patentemente femenina en su actitud y sentimientos y masculina en lo anatómico. Fue precisamente su intención de transformar lo anatómico para que se correspondiera con lo psíquico lo que al final daría al traste con su anhelo. Tras la última de las tres operaciones para cambiar de sexo, en la que se pretendía implantar un útero fértil, Einar encontraría la muerte en su camino hacia la libertad y la identidad, transformada ya en Lili Elbe.

.....Gerda se casaría con un oficial italiano, inducida por el propio Einar en vida, tras ser anulado su matrimonio por el rey danés.


.....El erotismo y la ambigüedad sexual, o, mejor, la bisexualidad, están presentes en toda la obra de Gerda Wegener, tanto la meramente pictórica, en retratos y escenas de género, como en su faceta como ilustradora en las revistas más prestigiosas del ramo: La Vie Parisienne, Fantasio, Le Sourire, La Baionnette o Vogue.  Sería, no obstante, su colección de acuarelas para los Douze Sonnets Lascifs, del poeta Alexandre de Vérinau, la parte de su obra más reconocida; en ellas su marido Einar figura como modelo, y en ellas se expresa sin tapujos su naturaleza bisexual, o decididamente lesbiana. Hay que recordar que estamos en 1925, en plena Belle Epoque, Gerda cuenta cuarenta años y su vida en París es de todo menos convencional. La Capital del Vicio y la Joie de Vivre (como fue apodada ya entonces) recibió sin inmutarse una tal muestra de procacidad amoral (¿es necesario recordar que pese al momento y el lugar se trataba de "una mujer", por más que artista?), acogiendo la audacia artística de Gerda con absoluta "normalidad" (en lo que cabe para una ciudad en que lo amoral era la norma artística).


.....El estilo de Gerda sigue el espíritu de la época, embebido de Art Déco, expresionismo, futurismo y cierto matiz naif que impregnaron sus ilustraciones.



.....Aquí, seguidamente, se adjuntará una buena selección de sus obras, incluidas las doce acuarelas de Les Délassements d'Eros (nombre que recibió la colección) que acompañaron la edición de los sonetos de Vérinau. La he distribuido en dos partes: Pintura e Ilustraciones, cuya subdivisión final corresponde a Les Délassements...









...













LILI ELBE, (Dinamarca, 1882 - Alemania, 1931)





‘La chica danesa’, la verdadera historia de Lili Elbe
Publicado el 01 - Oct - 2015





por Jorge Carrión

La chica danesa (The Danish Girl, 2015), filme dirigido por Tom Hooper (The King’s Speech, 2010; Les Misérables, 2012), es una adaptación de la novela homónima escrita por David Ebershoff, publicada en el año 2000, y que a su vez se inspira en la vida de Lili Elbe, la primera persona de quien se tiene constancia de que haya sido destinataria de una operación de cambio de sexo. Interpretada en la película por Eddie Redmayne (The Theory of Everything, 2014), Lili Elbe, como tal, tuvo en realidad una breve existencia de tan sólo catorce meses, interrumpida por su muerte a consecuencia de la quinta operación que le practicaron, en la que se intentó trasplantarle un útero para que así pudiera cumplir con el sueño de muchas mujeres: ser madre. Antes de iniciar con su transformación, antes de su “nacimiento” como mujer, Lili Elbe había sido Einar Magnus Andreas Wegener, un pintor originario de una población rural de Dinamarca.




Sus primeros años y su matrimonio con Gerda Gottlieb


Si bien nació como hombre en el año de 1882, su rostro, su complexión y sus piernas femeninas han llevado a muchos a creer que Einar Wegener pudo haber sido intersexual. La intersexualidad es una anomalía orgánica por la cual un individuo presenta discrepancia entre su sexo y sus genitales, poseyendo por tanto características genéticas y fenotípicas propias de varón y de mujer, en grado variable. Los rasgos femeninos de Einar eran tan marcados que incluso antes de someterse a cirugías recibió alguna propuesta de matrimonio por parte de un hombre que lo tomó por una mujer. Sin embargo, Einar declinó dicha propuesta y terminó casándose con Gerda Gottlieb, una compañera de la Real Academia Danesa de Bellas Artes. El matrimonio se celebró en 1904, cuando él tenía 21 y ella 19. Mientras que Einar se especializó en pinturas de paisajes, Gerda se dedicó a la ilustración de libros y revistas de moda como Vogue o La Vie Parisienne. Wegener se fue ganando un nombre como paisajista, recibiendo en 1907 el premio Neuhausens y consiguiendo exhibir su obra en espacios como la Kunstnernes Efterårsudstilling(Exposición de Arte de Otoño), en el Museo de Arte de Vejle y en el Salón de Otoño en París.




Einar Wegener, alrededor de 1920.






Paisaje de Capri, Italia. Realizado por Einar Wegener alrededor de 1920.






El principio de la transformación de Einar Wegener en Lili Elbe


Según su propio testimonio, registrado en sus memorias, la transformación de Einar Wegener en Lili Elbe comenzó por casualidad, cuando una de las modelos que posaban para Gerda no se presentó. Una amiga en común de la pareja, la actriz Anna Larsen, sugirió entonces que el liviano Einar podría suplirla y posar para su esposa con ropa de mujer. Al principio se resistió, pero eventualmente cedió ante los ruegos de Gerda. “No puedo negar, por extraño que parezca, que disfruté vistiendo ese disfraz. Me gustó el tacto de esas suaves telas”, escribiría Einar años más tarde, ya como Lili Elbe. “Desde el primer momento me sentí como en casa dentro de ese atuendo”.


Por extraordinario que parezca, este despertar accidental desató sentimientos tan profundos que Wegener continuó vistiéndose como Lili –nombre que le dio Anna Larsen–, alentada además por Gerda, quien continuó usándola como modelo para sus ilustraciones. Ya en 1912 este secreto era ampliamente conocido en Copenague, por lo que la pareja decidió mudarse a París para evitar el escándalo. Allí Gerda acompañaba a Lili –a quien presentaban como la hermana de Einar– a bailes y eventos sociales, y observaba como coqueteaba con oficiales que nada sospechaban sobre su condición. En palabras de Einar, Gerda se convirtió en su mayor defensora, y durante quince años más siguieron adelante con su peculiar matrimonio. Hay rumores de que Gerda podría haber sido ella misma homosexual, situación que se correspondería con los dibujos eróticos en los que representaba a parejas de mujeres.




El matrimonio Wegener posando junto a una pintura de Gerda, en una exposición en 1924.





La etapa de las cirugías


Conforme pasaron los años, Einar comenzó a experimentar cierta incomodidad y caía en depresiones. Acudió con algunos médicos, pero cuando les planteaba su problemática le respondían con desdén. Algunos simplemente la diagnosticaron como histérica, y otros como homosexual. “Me dije que, como mi caso nunca había sido tratado en la historia de la medicina, simplemente no existía, simplemente no podía existir”, escribió. Y es que, por cuestiones de época, Einar Wegener vivió en el crepúsculo de la comprensión sobre la sexualidad humana y las cuestiones de género. En 1919, Marcus Hirschfield fundó el Instituto para Investigaciones Sexuales en Berlín, una iniciativa que fue revertida en 1933 con el ascenso del nazismo. Fue Hirschfield quien propuso el término de “transexuales” para aquellos individuos que querían “convertirse” –más allá de la mera apariencia– en personas de otro sexo. (Se establece así una distinción con los individuos “transgénero”, que no necesariamente aspiran a una transformación física.)


Los procedimientos mediante los que Einar se convirtió en Lili Elbe, cuando contaba ya 47 años, no se conocen con precisión. En el libro biográfico titulado Man into Woman, editado por su amigo Ernst Ludwig Hathorn Jacobson –con el pseudónimo de Niels Hoyer–, en el que se recopilan testimonios de Lili a partir de fragmentos de cartas y páginas de su diario, los detalles al respecto no son muy esclarecedores. Con seguridad pasó por una serie de operaciones en Dresden, en la clínica del doctor Kurt Warnekros, que en el libro es postulado como su “salvador” y “creador”, y Einar costeó las cirugías con la venta de sus pinturas. Además del trasplante de útero, que a la postre resultaría fatal, y de la extirpación de pene y testículos, una de las cirugías consistió en la implantación de ovarios de una mujer joven en el cuerpo de Wegener. (Lili Elbe sugiere en sus memorias que cuando fue operada, se encontraron en su interior dos ovarios encogidos ya existentes).



 Lili Elbe, 1930.





“Renacimiento” y muerte de Lili Elbe



Para su nueva identidad, Lili eligió el apellido Elbe en honor al río que pasa por Dresden, la ciudad de su “renacimiento”. Tras las primeras operaciones, su estado de ánimo oscilaba entre una alegría eufórica y momentos de desesperación, en los que temía que nunca sería aceptada. De hecho muchos de sus amigos varones se rehusaron a verla, y tenía la sensación de haber “asesinado” a Einar. Lili renunció a la pintura, a la que vinculaba con su anterior existencia, e intentó desprenderse de los recuerdos que conformaban la memoria vital de Einar.


Al volver a Dinamarca, fue aceptada por su hermana mayor, pero no sin pena ni reservas. “No te enfades conmigo si todavía no puedo llamarte por tu nombre de Lili”, le dijo en su primer encuentro, “si sólo busco a Andreas cuando te miro, en tus ojos, en tu boca, en tus manos, y en tu frente. Porque adoraba los ojos y la frente de Andreas. Lo besaba en la frente a menudo. ¿Sabes eso o no sabes eso? Andreas lo sabía”. Así, su vida pasada iba desapareciendo entre una espesa niebla. El rey de Dinamarca accedió a anular su matrimonio con Gerda y el divorcio se hizo oficial en octubre de 1930. Lili tramitó un pasaporte con su nuevo nombre.


Esta necesidad de alejarse de sus orígenes, vino acompañada del apasionado deseo de crear nueva vida. En septiembre de 1931, después del trasplante de útero que la iba a matar, le envió una carta a su hermana. “Ahora sé que la muerte se acerca”, escribió. “Anoche soñé con Mamá. Me tomaba en sus brazos y me llamaba Lili… y Papá estaba también allí”. Muy poco después, el 13 de septiembre, Lili Elbe murió. La ciclosporina, el fármaco que previene el rechazo de órganos trasplantados, sería usado exitosamente por primera vez en 1980, casi 50 años después de la muerte de Lili.


Tres meses antes le había escrito una carta a otra amiga y reflexionaba sobre su vida, haciendo un balance como si anticipara su muerte, pero irradiando al mismo tiempo una suerte de felicidad. “Yo, Lili, soy vital y tengo un derecho a la vida que he probado viviendo 14 meses. Podría decirse que no es mucho tiempo, pero esos meses me parecen una vida plena y feliz”.


Por su parte, Gerda –interpretada en el filme por la actriz sueca AliciaVikander(Anna Karenina, 2012; The Man from U.N.C.L.E., 2015)– se casó en 1931 con el diplomático italiano Fernando Porta, con quien se mudó a Marruecos. Cinco años después se divorciaron y Gerda volvió a Dinamarca en 1938. Su útima exposición como pintora se montó en 1939, pero para entonces su estilo había pasado de moda. Murió en julio de 1940.



La historia de Lili Elbe recuperada por la literatura y el cine


Cuando a inicios del siglo XXI el escritor estadounidense David Ebershoffrecuperó la historia de Lili y Gerda con su novela The Danish Girl, el libro se convirtió en un best seller y fue traducido a más de 10 idiomas, además de ser galardonado con el Premio de la Fundación Rosenthal de la Academia de Artes y Letras de Estados Unidos, así como con el Premio Lambda para obras que exploran temáticas LGBT.




The Danish Girl, la novela de David Ebershoff inspirada en la vida de Lili Elbe.





En 2009, la primera tentativa de adaptar al cine el libro de Ebershoff contemplaba al realizador sueco Thomas Alfredson (Let the Right One In, 2008) como director del filme, y se pensaba en Nicole Kidman para interpretar a Lili Elbe. Para el papel de Gerda Gottlieb se barajaron los nombres de Charlize Theron, Gwyneth Paltrow, Uma Thurman y Marion Cotillard. Sin embargo, a finales de ese año se dio la noticia de que Alfredson quedaba fuera del proyecto. Más tarde, en febrero de 2011 se reveló que la película se haría bajo la dirección de Lasse Hallström (The Cider House Rules, 1999), también de nacionalidad sueca, y que Rachel Weisz interpretaría a Gerda.


Finalmente, el 28 de abril de 2014 se anunció que Tom Hooper sería el encargado de dirigir la película, con Eddie Redmayne como protagonista, encarnando a Lili Elbe, y con Alicia Vikander como Gerda. El rodaje se inició en febrero de 2015 y la producción del filme concluyó unos meses más tarde, el 12 de abril.



TEXTOS CONSULTADOS:
-Book Review: ‘Man into Woman’, by Lili Elbe, escrito por Earth Angel (artista transexual) (2009).
-Lili Elbe, escrito por Joe Beckwith (2011).
-The tragic true story behind The Danish Girl, escrito por Horatia Harrod (2015).

OTRAS FUENTES:
-Hoyer, Niels (ed.). Man into Woman: The First Sex Change. Blue Boat Books, 2004.
-Ebershoff, David. The Danish Girl.Penguin Group, 2001.


Fuente: ENFILME












Carlos Giménez por Esther Dita Kohn de Cohen, Caracas, marzo 2016



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Yo planté 18 árboles en Israel a nombre de Carlos, porque 18 en hebreo significa vida, Jai, y yo quería por lo menos sentirme bien y que hubiera por lo menos 18 árboles con el nombre de Carlos porque yo lo quería muchísimo. Él estaba muy mal, habló mucho conmigo (cuando Carlos estaba internado en el Centro Médico y ella fue a visitarlo)…y… fue terrible… fue fuerte.

¡Y para la cultura venezolana ni se diga! Claro que significó fuertemente una pérdida demasiado grande para Venezuela, Venezuela quedó como viuda de teatro. Terrible.

No te puedo contar mucho de Carlos porque fueron muchas cosas pequeñas y grandes las que compartimos. Yo le ofrecí Prisma (antes de que Carlos se enfermara) pero él no lo quiso y después ofreció comprármelo pero el espacio ya estaba vendido (ríe con dolor). Yo se lo dije tanto a Carlos y a todos, pero nadie me apoyó cuando quería entregarle el espacio al gobierno, nadie quiso, ni siquiera él que podría haber dicho “déjamelo a mí” pero no quiso.

Tantas cosas que te dije, Carlos, podrías haber seguido con el teatro, tenías un espacio tan bonito conmigo y  hubieras hecho obras conjuntamente con el Rajatabla y yo me hubiera  ido tranquila porque sabía que en tus manos hubiera continuado realmente el seguimiento de mi obra, de lo que yo empecé a hacer.

Y muchas gracias, Viviana, fue un placer  hablar contigo.


Caracas, marzo 2016










Juana Azurduy, flor del Alto Perú, por Felipe Pigna, Buenos Aires






Autor: Felipe Pigna, Los mitos de la historia argentina 2, Buenos Aires, Planeta. 2005.

La lucha de las mujeres fue fundamental en la guerra gaucha. No solamente eran excelentes espías sino que algunas de ellas, como doña Juana Azurduy de Padilla, comandaban tropas en las vanguardias de las fuerzas patriotas. Esta maravillosa mujer había nacido en Chuquisaca el 8 de marzo de 1781, mientras estallaba y se expandía la rebelión de Túpac Amaru. El amor la llevó a unir su vida a la del comandante Manuel Asencio Padilla.

La pareja de guerrilleros defendió a sangre y fuego del avance español la zona comprendida entre el norte de Chuquisaca y las selvas de Santa Cruz de la Sierra. El sistema de combate y gobierno conocido como el de las “republiquetas” consistía en la formación, en las zonas liberadas, de centros autónomos a cargo de un jefe político–militar. Hubo ciento dos caudillos que comandaron igual número de republiquetas. La crueldad de la lucha fue tal que sólo sobrevivieron nueve. Quedaron en el camino jefes notables, de un coraje proverbial. Entre ellos hay que nombrar a Ignacio Warnes, Vicente Camargo, al cura Idelfonso Muñecas y al propio Padilla.

Los Padilla lo perdieron todo, su casa, su tierra y sus hijos en medio de la lucha. No tenían nada más que su dignidad, su coraje y la firme voluntad revolucionaria. Por eso, cuando estaban en la más absoluta miseria y un jefe español intentó sobornar a su marido, Juana le contestó enfurecida: “La propuesta de dinero y otros intereses sólo debería hacerse a los infames que pelean por su esclavitud, más no a los que defendían su dulce libertad, como él lo haría a sangre y fuego”.

Juana fue una estrecha colaboradora de Güemes y por su coraje fue investida del grado de teniente coronel con el uso de uniforme, según un decreto firmado por el director supremo Pueyrredón el 13 de agosto de 1816 y que hizo efectivo el general Belgrano al entregarle el sable correspondiente.

Tres meses después, en la batalla de Villar fue herida por los realistas. Su marido acudió en su rescate y logró liberarla, pero a costa de ser herido de muerte. Era el 14 de septiembre de 1816. Juana se quedaba sin su compañero y el Alto Perú sin uno de sus jefes más valientes y brillantes.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar









La libertadora de Bolivia, Juana Azurduy (1780-1862) 






Este fue el título con el que Bolivia nombró en el año 2009 a Juana Azurduy, considerada una de las heroínas de la independencia del país del imperialismo español. Como este, otros muchos honores recibió en vida y tras su desaparición. No en vano, Juana Azurduy lideró con valentía, primero junto a su marido y después en solitario, las guerrillas que se enfrentaron a la guerracontra España. Pero a pesar de haberse jugado la vida por su patria y ver morir a cuatro de sus hijos, Juana terminó viviendo en la indigencia y murió en soledad. 


Juana Azurduy Bermúdez nació el 12 de julio de 1780 en un poblado llamado Toroca, situado en el entonces Virreinato del Río de la Plata, en la actual Bolivia. Su padre, Matías Azurduy, era un rico propietario de raza blanca que se había casado con Eulalia Bermúdez, una indígena proveniente de Chuquisaca. 


Huerfana siendo una niña, Juana se educó y creció en el Convento de Santa Teresa de esta localidad. La joven de espíritu rebelde, no se adaptó a la vida conventual y pocos años después fue finalmente expulsada. 







Con veinticinco años, Juana se casó con Manuel Ascencio Padilla, quien en aquel momento, en 1805, estaba estudiando derecho. Cuatro años después, la pareja se unía a la revolución de Chuquisaca que terminó con la derrota de los rebeldes y su huida de la zona. 

  



 
Manuel y Juana volvieron a unirse a la causa anti española que supuso la confiscación de todos sus bienes cuando las tropas realistas ganaron terreno en el Alto Perú, la actual Bolivia. 


La pareja, que tuvo cinco hijos, pasó los siguientes años luchando contra el control del imperio español. Juana destacó por su valentía y sus dotes de mando y organización en el escuadrón conocido como "Los Leales", hechos que le valieron algunos triunfos y su nombramiento como teniente coronel en el verano de 1816, cuando se le hizo la entrega simbólica de un sable con el que se la ha retratado en alguna ocasión.


Aquel mismo año Juana Azurduy sufría un duro golpe cuando su marido fallecía cuando acudió a rescatarla de la batalla de la Laguna en la que había caído herida. 




Desde entonces, su suerte fue a peor hasta que terminó viviendo en la indigencia. Juana había perdido a cuatro de sus hijos, muertos a causa del hambre y las penurias de la guerra y al morir Manuel, se encontraba embarazada del quinto hijo.


En 1825 Simón Bolívar la ascendió a coronel y le otorgó una pensión con la que pudo sobrevivir hasta que cinco años después dejó de percibirla. Los últimos años de su vida fueron penosos, en lucha continua por recuperar los bienes que perdió en la guerra y malviviendo con un dinero que no siempre llegaba del gobierno por el que había luchado. 


Juana Azurduy logró sobrevivir hasta los ochenta y un años. Falleció el 25 de mayo de 1862 en la más absoluta de las pobrezas y fue enterrada en una fosa común. 


Tuvieron que pasar más de cien años para que su cuerpo y su memoria fueran restablecidos. Sus restos fueron exhumados y trasladados a un mausoleo construido en su honor en la ciudad de Sucre. En 2009 Argentina la ascendida a general del ejército argentino y Bolivia a mariscal de la república boliviana. 

















Día de la Mujer: acto, velas y reclamos en la Plaza de Mayo, Buenos Aires, marzo 2016





Acto frente a la Casa Rosada

Familiares de las víctimas de femicidios se manifestaron para pedir justicia y avances en las investigaciones

Sociedad - Acto de "La Casa del Encuentro" y familiares de víctimas de violencia de género. Entre ellos los papás de Lola Chomnalez, asesinada en Uruguay, y la prima de Marina Menegazzo, asesinada en Ecuador. 08-03-16 Foto: Fernando de la Orden 


Gritos y bombos acompañaron la marcha a Plaza de Mayo por el Día de la Mujer. Aplausos y velas, en cambio, enmarcaron la “acción pública” a la que convocaron esta tarde familiares de las mendocinas asesinadas en Ecuador y la asociación civil La Casa del Encuentro.
Su pedido desde las rejas del Congreso fue: “Justicia por ellas. Justicia por todas”. “Es un pedido a la sociedad entera y la forma que encontramos de movilizarnos los familiares de Buenos Aires”, explicó Vanesa Lijdens, prima de Marina Menegazzo asesinada en Ecuador.
“Muchos de los femicidios se podrían haber evitado”, dijo a Clarín Ada Beatriz Rico, presidenta de La Casa del Encuentro. Sabe de lo que habla porque desde que fundaron el Observatorio de Femicidios siguen la historia de cada mujer asesinada en la Argentina. De 2008 a 2014 contaron 1.808 casos.


“Marina Menegazzo presente; María José Coni, presente”, repetían a las 19 los amigos y familiares de las víctimas. También lo hacía Patricia que aunque no tiene una víctima en la familia, se identificó y lloró. Su hijo la ayudó a repartir los carteles que vistieron la esquina del Congreso con fotos de las mendocinas.






Dos amigas de La Plata también se acercaron. “Cuatro días antes de que ellas murieran nos volvimos del mismo tipo de viaje nosotras“, contó Noelia.
Entre los que sostenían el cartel en alto estaban Diego y Adriana, los padres de Lola Chomnalez. “Estamos por nuestra hija para que se sepa la verdad y para acompañar a la familia de las chicas asesinadas en Ecuador“, explicó Diego y lo hizo extensivo a “todas las mujeres“.





También estaba la hermana de Adriana Zambrano, asesinada en Jujuy por su ex pareja y la madre de Dana Pecci, secuestrada y asesinada por una red de trata de Olavarría. Ellas y todos los que se congregaron repitieron: “Se va a acabar, se va a acabar” para rematar el canto con un: “Esa costumbre de matar”.
Antes de retirarse prendieron velas que apoyaron en la vereda. “No las dejaremos solas, seguiremos reclamando justicia”, dijo Ada como “compromiso de lucha“ y finalizó el acto. Pero una frase resonó: “Sólo vamos a poder decir ‘feliz día’ cuando dejen de matarnos“.

Fuente: Clarìn







Día Internacional de la Mujer: por qué se celebra el 8 de marzo






La efeméride, que reivindica la igualdad de derechos, se conmemora en muchos países y ha variado su momento en el calendario


 

Madrid 8 de marzo 2016-03-11


La tradición de señalar un día para reivindicar la igualdad de derechos de la mujer es centenaria. Hoy, 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer en la mayoría de los países. Sin embargo, hasta llegar a esta fecha se ha transitado mucho. Por el camino, la efeméride ha evolucionado, ha cambiado de fecha y ha perdido la palabra ‘trabajadora’ de su cabecera, que surgió con su espíritu y concepción sindicalista. El 8 de marzo -declarado oficialmente por la ONU en 1975- se reivindica a todas las mujeres y la igualdad completa de derechos. Y este 2016 todavía hay poco que celebrar, pero mucho que reclamar: el fin de la discriminacion, que se erradiquen las violencias machistas, que se alcance la igualdad salarial, la universalización de los cuidados, la libre elección...

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La idea de un día internacional de la mujersurgió a finales del siglo XIX, pero fueron distintos sucesos en el siglo XX los que han derivado en la conmemoración que conocemos hoy. Uno de ellos, quizá el más simbólico pero no el único, se produjo el 25 de marzo de 1911, cuando unas 149 personas, la mayoría mujeres murieron en el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York. El suceso reveló las penosas condiciones en las que trabajaban las mujeres, muchas de ellas inmigrantes y muy pobres. El suceso no fue único –hubo otro incendio en circunstancias similares tres años antes—pero suscitó grandes movilizaciones y marcó en el calendario un día que ya se había empezado a conmemorar dos años antes también en la ciudad de Nueva York, donde las Mujeres Socialistas –tras una declaración del partido en Estados Unidos-- conmemoraron por primera vez el Día Nacional de la Mujer. Era el 28 de febrero de 1909 y más de 15.000 mujeres salieron a la calle para reivindicar mejores salarios, reducción de la jornada laboral y el derecho al voto.

En 1910, la Internacional Socialista proclamó el Día Internacional de la Mujer para reivindicar el sufragio femenino, la no discriminación laboral, el acceso a la educación, y otros derechos fundamentales. La conferencia no decidió un día concreto pero fue decisiva: el día empezó a conmemorarse al año siguiente. Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza lo celebraron el 19 de marzo con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, la inmensa mayoría, mujeres.

De Estados Unidos y Centroeuropa, la conmemoración reivindicativa empezó a extenderse a otras zonas. El último febrero de 1913, las mujeres rusas celebraron el Día Internacional de la Mujerque en otros países comenzaba a señalarse el 8 de marzo. Cuatro años después, en 1917, como reacción a la muerte de más de dos millones de soldados en la guerra, las rusas convocaron una huelga para ese último domingo de febrero. Las protestas y manifestaciones que iniciaron ese 23 de febrero –8 de marzo en el calendario gregoriano usado en otros países-- condujeron a una movilización general que provocó la abdicación del Zar y condujeron a un Gobierno provisional que les concedió el derecho al voto.

Con el paso de los años, se fueron incorporando otros países -China, en 1922, por ejemplo- y mujeres de todo tipo de realidades hasta que el 8 de marzo se ha convertido en un momento de confluencia para reivindicar la igualdad de derechos para todas y recordar que aún no se han alcanzado.



Fuente: El Paìs












GOLDA MEIR, ( Kiev,Ucrania, 1898 – Jerusalèn, 1978.)








«No nos regocijamos con las guerras. Nos regocijamos cuando desarrollamos un nuevo tipo de algodón, o cuando las fresas florecen en Israel» G.M.



(Golda Mabovich) Política israelí (Kiev, Ucrania, 1898 - Jerusalén, 1978). Era hija de un modesto carpintero judío de la parte occidental del Imperio ruso, que emigró a Estados Unidos en 1906, como muchos judíos ashkenazis que huían de la marginación y las persecuciones que sufrían en Europa oriental a principios de siglo. Establecida la familia en Milwaukee, Golda se hizo maestra y se casó en 1917 con Morris Myerson (más tarde hebraizó su apellido como Meir).

Se adhirió al movimiento sionista que buscaba el establecimiento de un Estado propio para los judíos, dentro de la mayoritaria corriente socialista. En coherencia con sus ideales, Golda y su marido se trasladaron a vivir y trabajar como colonos agrícolas en el kibbutz Mehavia en Palestina (1921), entonces bajo mandato colonial británico.

Pronto se trasladaron a Tel Aviv y Golda empezó a ocupar puestos de responsabilidad en el movimiento laborista judío de Palestina, el Histadrut: trabajó en su empresa constructora (esencial para los proyectos de colonización), dirigió su rama femenina y, por fin, en 1934 fue elegida secretaria general, convirtiéndose en una de las principales colaboradoras de Ben-Gurión al frente del partido Mapei.

Acabada la Segunda Guerra Mundial (1939-45), cuando se agudizó la presión sionista para exigir la independencia de los británicos, Meir ejerció incluso transitoriamente como presidenta de la Agencia Judía de Palestina (1946), que funcionaba como gobierno en la sombra de los colonos judíos (ya que los restantes dirigentes estaban detenidos por las autoridades coloniales). Desde aquel cargo colaboró eficazmente en el proceso que culminó con la creación del Estado de Israel en 1948 (fue una de las firmantes de la declaración de independencia).

Pasó seis meses como embajadora del nuevo Estado en la Unión Soviética, intentando que las autoridades comunistas suavizaran el trato a la comunidad judía y dejaran de poner trabas a la emigración hacia Israel. En 1949 Ben-Gurión le nombró ministra de Trabajo y Seguridad Social, cargo en el que demostró una gran eficacia en la construcción del Estado de Bienestar israelí y la integración laboral y social de las masas de inmigrantes que afluían al país. Luego pasó a ocupar la cartera de Asuntos Exteriores (1956-66), desde la cual desplegó una gran actividad para lograr el reconocimiento y el apoyo al Estado de Israel por los nuevos países independientes que estaban surgiendo de la descolonización africana.







«El hecho de ser abuela, me da la certeza de que la paz llegara algún día  al Medio Oriente: sé que también hay abuelas en Egipto, Jordania y Siria, que quieren que sus nietos vivan» G.M.








Primera ministra israelí, Golda Meir (1898-1978)




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Golda Meir fue la primera mujer en ocupar la presidencia del joven estado de Israel. Mujer luchadora y tenaz, trabajó toda su vida por la defensa de su pueblo y la creación de un estado judío. Sus pasos la llevaron a la presidencia de Israel. Pero su fallida actuación en la fatídica guerra del Yom Kippur, empañó el trabajo de toda una vida de lucha.

La pobreza de su infancia

Golda Mabovitch nació en Kiev, entonces perteneciente al Imperio Ruso, el 3 de mayo de 1898. Golda era la séptima de ocho hijos de una familia tradicionalista judía que vivía en una amenazante pobreza. Su padre Moshé Mabovitch, un humilde carpintero, no pudo evitar ver morir a cinco de sus hijos cuando eran aún unos niños. Además de la pobreza, la familia Mabovitch tuvo que sufrir la creciente oleada de antisemitismo que se empezaba a extender por Europa.


Ante esta situación, Moshé emigró a los Estados Unidos en 1903 dejando en Kiev a su mujer y a sus tres únicas hijas. Poco tiempo después, en 1906, toda la familia se reuniría en Milwaukee, Wisconsin, donde pudieron vivir alejados de la pobreza y las persecuciones.


En la tierra de las oportunidades

Situados en la tierra de las oportunidades, Golda pudo estudiar y dedicarse a su gran pasión, la docencia. Pero sus experiencias en Europa la habían llevado también a querer luchar por la causa sionista, por lo que no dudó en afiliarse al patido político socialista judío.


En la tierra prometida

En 1921, Golda y su prometido Meir Meyerson decidieron emigrar a Palestina, entonces colonia británica. Años después les seguirían el resto de su familia. La pareja vivió cuatro años en el kibutz Merjavia, donde, a pesar de no poder dedicarse a ser profesora de inglés, pasó unos años felices cuidando la tierra de la comunidad judía. No así lo vivió su marido, quien presionó a Golda para marchar a vivir a Jerusalén y tener una existencia mucho más acomodada.


Fue allí donde el matrimonio Meyerson tuvo a sus dos hijos, Menájem y Sara. A pesar de la insistencia de Meir de marchar del kibutz, la pobreza parecía perseguir a la pareja que vivió años de escasez y penurias. La mala situación económica hizo mella en la relación. A pesar de que Golda y Meir nunca se divorciaron oficialmente, terminaron sus vidas separados.


El camino a la presidencia

En 1928, Golda aceptó el cargo de directora de la rama femenina del Histadrut, el movimiento laborista judío de Palestina, y se trasladó con sus hijos a vivir a Tel Aviv. Una de las principales tareas de su nuevo cargo consistió en viajar a los Estados Unidos para recaudar fondos para la causa judía. De vuelta a Palestina, Golda ascendió a delegada del Partido Laborista.


Cuando en 1946 la Segunda Guerra Mundial había terminado y la situación en la colonia inglesa de Palestina se hacía insostenible, tuvo lugar el llamado Sábado Negro. Ante la presión judía en defensa de la independencia, Inglaterra respondió con el arresto masivo de los principales líderes sionistas. El vacío de poder fue ocupado al momento por Golda, quien se convirtió en jefa del departamento de Estado del comité central de la Agencia Judía, la Sojnu.


En su nuevo cargo, Golda protagonizó las negociaciones con Inglaterra para conseguir un plan de Partición de Palestina. El 29 de noviembre de 1947, las Naciones Unidas proclamaban la creación en Palestina de un estado árabe separado de otro judío. Palestina se había liberado de la colonización inglesa, pero empezaría una lucha interminable por el control territorial entre árabes y judíos. Golda Meyerson fue una de los 25 firmantes del acta oficial de creación del estado de Israel, firmada el 14 de mayo de 1948.


Los siguientes años, Golda los pasó viajando por Estados Unidos y Rusia, donde ejerció como primera embajadora de Israel, para recaudar fondos para la inminente guerra con el estado árabe de Palestina.

En 1949, el partido Laborista la eligió como candidata a la primera legislatura del primer parlamento israelí, el Kénset. Al mismo tiempo era elegida ministra de Trabajo y Seguridad Social. Siete años después, cambió la cartera por la de Asuntos Exteriores.

En febrero de 1969, la muerte repentina del primer ministro Levi Eshkol, la encumbró, para sorpresa de la propia Golda Meir, a candidata a la presidencia. Las elecciones posteriores rafiticaron su candidatura. El 17 de marzo de 1969 Golda Meir se convertía en el cuarto primer ministro del estado de Israel, siendo la primera mujer en ocupar el cargo, que mantendría hasta 1974.


Trabajadora incansable

Durante los años como ministra y después como presidenta, Golda Meir no se olvidó de sus orígenes pobres y luchó contra las injusticias sociales. Fue una muy buena representante de su joven estado en el resto del mundo defendiendo la causa sionista. Su trabajo dio a Golda una imagen de luchadora y protectora de su pueblo, quien la llamaba cariñosamente la madre judía.


Un error fatal

En 1973 estallaba la enésima guerra entre árabes e israelíes. La conocida como Guerra de Yom Kipur, se iniciaba el 6 de octubre, día de dicha festividad hebrea, cuando Egipto y Siria lanzaron por sorpresa una ofensiva militar contra Israel.


Israel consiguió hacer frente a la alianza de países árabes pero las negociaciones de paz posteriores dejaron a los judíos en una situación de inferioridad. Los países árabes supieron jugar muy bien la baza del petróleo para imponer sus condiciones.


Los resultados negativos de la guerra llevaron a una campaña de desprestigio contra su primera ministra acusada de no haber previsto el ataque árabe y no haber conseguido una paz favorable para Israel.


Una retirada a tiempo

A pesar de todo, Golda Meir volvió a ganar las elecciones de 1974. Sin embargo, aun con el recuerdo de su mala gestión en la guerra, la primera ministra decidió actuar en consecuencia. El 11 de abril de aquel mismo año, Golda Meir presentaba su dimisión y se retiraba a vivir al kibutz Revivim.


Golda Meir vivió junto a su hija Sara los últimos años de su vida. El 8 de diciembre de 1978, un cáncer terminaba con su vida. Fue enterrada en el panteón de los Grandes de la Patria en el Monte Herzl de Jerusalén.


 Si quieres leer sobre ella

Mujeres líderes en política: Modelos y prospectiva, Michael Genoves

Género: Ensayo






“No podrá haber tranquilidad de un lado de la frontera, y bombardeos del otro lado. Si no tendremos paz en ambos lados, también habrá problemas en ambos”. G.M.










Entrevista a Alicia Moreau de Justo.Por: Jorge Raventos en Revista Panorama, 27 de abril al 3 de mayo de 1972.










"Alicia Moreau de Justo: La madurez del socialismo argentino"



Sobre la mesa del comedor, transmutada en escritorio, los diarios del día y los viejos recortes ocultan casi el mantel amarillento. Las figuras de Alfredo Palacios, Juan Bautista Justo y Enrique del Valle Iberlucea emergen desde un antiguo aviso de La Vanguardia: “Vote al socialismo unido”.

En el pequeño departamento de Alicia Moreau de Justo la actualidad y los recuerdos se entreveraban, el viernes 21, cuando recibió a un periodista y un fotógrafo de Panorama. Faltaban algunas horas para que se iniciara el congreso del socialismo argentino, y La Doctora, como la llaman sus camaradas, aceitaba sus armas. La calma del lugar no surgía de la proximidad del río, ni del silencio de ese séptimo piso de una calle tranquila de Olivos: más bien de los rasgos pacientes de esa mujer que a los 86 años, conserva la juventud concentrada en sus ojos y guarda en su conducta una línea sin cortes.

Antes de iniciar la conversación, La Doctora se abrigó —el batón negro con vivos que usaba era muy liviano—, apagó el tocadiscos donde sonaba la Pastoral de Beethoven y conminó a Poupée, su perra boxer, a sentarse a sus pies.

Señora, su partido va a abandonar La Hora del Pueblo. ¿Usted había aprobado la participación socialista en esa coincidencia de sectores?

En su momento yo apoyé moderadamente la incorporación del partido en La Hora del Pueblo. Era preferible esa hora a la otra, la de las botas que vivíamos entonces. Pero la situación ha cambiado. La bota no es la misma, o al menos es distinto el pie que la calza. Además, el radicalismo y el peronismo  presentan en su seno divergencias que en aquel momento no eran tan notorias.

Entonces, ¿el socialismo tiene un destino aislado?

El socialismo no surge de nuestra voluntad, está más allá de los partidos mismos, porque son las condiciones económicas de los países las que lo convocan. Fíjese que hoy, en las nuevas repúblicas que nacen de los procesos de independencia, aparece la búsqueda de un camino socialista. Y en la mayoría de esos países no hay partidos socialistas preexistentes.

¿Usted quiere decir que el partido no es necesario?

A mi edad las cosas se miran de otra manera: sin posiciones sectarias. Muchas veces me he preguntado qué clase de fanatismo —si así cabe llamarlo— nos conducía a los socialistas a pelearnos, a dividirnos muchas veces por minucias. Es que en nuestro partido las ideas son muy importantes, y a menudo la defensa ardiente de una posición conducía a una ruptura. Eso ha sido algo lamentable, y ha debilitado muchas veces al partido hasta el punto de que otros asumieran parcialmente, y realizaran, puntos de nuestro programa.

No sin enfrentamientos. Me refiero al peronismo: es un ejemplo de lo que usted mencionaba. El peronismo realizó viejos proyectos de legisladores de su partido, pero el socialismo se opuso.

Perón descompuso muchas cosas. Fíjese en el sindicalismo actual: uno ve a esos secretarios generales que andan en coches de lujo... En nuestra época los dirigentes gremiales viajaban en colectivo, y ellos mismos abrían el local del gremio. Cuando recibían una renta, nunca era mayor que el sueldo que les correspondía y los aportes eran cotizaciones voluntarias de sus compañeros, no los depósitos obligatorios en los que el patrón hace de cobrador. Pero no hicimos las cosas del mejor modo posible. Nos hemos autocriticado de nuestra participación en la Unión Democrática: un partido que es capaz de autocriticarse muestra que se mantiene despierto.

¿Habrá sido la tendencia a la división de la que habló usted la que debilitó al socialismo en potencial de figuras políticas? Todos sus grandes hombres pertenecen a la generación de los fundadores y en los últimos tiempos no han surgido políticos de su talla...

No olvide que hemos pasado casi seis años de silencio, y del silencio sólo nacen cosas pequeñas. En 1966 yo vi cómo clausuraban nuestro local de la calle Sarandi, y hacían un inventario de las cosas. Cuando lo devolvieron faltaban hasta los ventiladores. ¿De qué sirvió, pues, aquel inventario? No será por razones ideológicas que faltan los ventiladores. No; es muy difícil salir de una etapa sin actividad política. Es cierto que no nos impidieron publicar La Vanguardia. Pero eso era como sembrar al voleo y no saber en qué lugar había que hacer la cosecha. Nos cerraron los centros socialistas. ¿Usted sabe qué importantes fueron para nosotros esos centros? Especialmente en los principios.

Eran casas muy modestas, muy modestas. Con bancos en hilera. Y allí dábamos clases de higiene, explicábamos los peligros del tabaco, el alcohol, la prevención de la tuberculosis. Todo era muy distinto: los obreros eran inmigrantes, más ignorantes, más pobres. Pero, le diré era un ambiente moralmente superior. Yo era estudiante de medicina y me acerqué al partido para dar clase en aquellos locales. Recuerdo el proceso de Sacco y Vanzetti: la película me recordó esos años. ¡Qué indignación! También guardo el recuerdo adolescente del proceso a Dreyfus: en aquella época todavía la gente era capaz de inquietarse por la libertad de un hombre honesto. Ahora... Vi por televisión a la señora de Sallustro y me compadecí de su dolor. Pero me pregunté, entonces, por qué hay que condolerse solamente cuando muere un hombre de dinero. Por qué no se hizo el mismo barullo cuando desapareció ese muchacho Martins, por ejemplo.

(El fotógrafo Eduardo Núñez comienza a hacer su trabajo y La Doctora se inquieta primero, y se arregla el pelo después, con una sonrisa.)

A Justo no le gustaba que lo fotografiaran: le molestaba estar detenido frente a la cámara, paralizar la sonrisa y posar. No tengo ninguna foto de él tomada por un particular. Por supuesto, él no se negaba a que los periodistas cumplieran su trabajo.

Señora, usted que ha estado preocupada por los problemas de la mujer en la vida social, ¿qué opinión tiene de Evita?

Me cuesta un poco hablar de alguien que ha muerto hace tan poco...

Ya han pasado veinte años.

... y cuya figura se instrumentó tanto. Finalmente, ¿a usted le parece que ella encarnó una ideología política diferenciada? Yo creo que no. Hizo antes lo que ahora hace Manrique: repartir beneficios.

¿No cree, sin embargo, que ella reflejo la participación decisiva de la mujer en la acción política? La presencia de Eva en el poder coincide con la conquista del voto femenino.

En ese campo llegó tarde. En los centros socialistas las mujeres siempre tuvieron iguales derechos que los hombres. Palacios presentó dos veces un proyecto para dar voto a la mujer, pero lo rechazaron. Los conservadores creían que si las mujeres votaban no iba a haber nadie que les hiciera el puchero y los esperara al mediodía. El movimiento feminista es anterior a Eva Perón.

Usted sabe que hoy en día el feminismo se ha radicalizado. Las viejas consignas sufragistas van al lado, a veces, de la defensa del lesbianismo.

Nada de eso hubiera sido posible sin nuestras luchas.

Por último, doctora: ¿será posible la reunificación del viejo tronco, incluidos los socialistas democráticos?

Yo quiero que así sea. ¿Qué mejor unidad que la de los viejos camaradas? Pero el destino no está cerrado. Tenemos que acompañarlo al ritmo de los más jóvenes. Nada es imposible, joven. Nada es imposible.












 Alicia Moreau de Justo, del ensayo electoral a la conquista de los derechos femeninos



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Alicia Moreau nació en 1885, en el exilio de sus padres en Londres, donde habían buscado refugio contra las persecuciones luego de la derrota de la Comuna de París de 1871, de la que Armand Moreau, su papá, había participado activamente. Poco después del nacimiento de Alicia, la familia migró a Buenos Aires, donde Armand se vinculó al grupo socialista francés Les Égaux (“Los Iguales”), una de las organizaciones que en 1896 confluiría en la fundación del Partido Socialista.

En 1902, Alicia inició su escuela secundaria en el Normal 1, de la avenida Córdoba de la capital, donde dos años después se recibió de maestra. Allí tuvo como profesor de filosofía a don Hipólito Yrigoyen. En 1906 participó en el Congreso Internacional de Libre Pensamiento, a partir del cual inició su militancia feminista que, luego, la llevaría a sumarse al Partido Socialista.

Mientras realizaba los estudios universitarios, que le darían su título de médica en 1914, comenzó a dar conferencias en la Sociedad Luz, institución creada por librepensadores para promover la educación obrera. Su tesis doctoral en medicina fue sobre la función endócrina del ovario. Luego se especializaría en enfermedades femeninas, mientras daba clases de fisiología en la Universidad de La Plata.

En 1910, encabezó la creación de la institución el Ateneo Popular y comenzó a colaborar con el dirigente socialista Enrique del Valle Iberlucea, identificado con la “izquierda” partidaria, como redactora del periódico Humanidad Nueva.

Cuando en 1914 estalló la Primera Guerra Mundial se puso al frente del movimiento pacifista. Cinco años más tarde, en 1919, participó como delegada en el Congreso Internacional de Obreras que se reunió en Washington, donde tomó contacto con las sufragistas norteamericanas. A su regreso, fundó la Unión Feminista Nacional a la que adhirieron, entre otras, la poetisa Alfonsina Storni.

Al año siguiente, la unión llevó adelante un impactante simulacro de votación, en el marco de las elecciones nacionales del 9 de marzo de 1920. Se instalaron urnas en 20 distritos electorales de la Capital y, concluido el comicio, fueron llevadas para su particular escrutinio a la sede de la revista Tribuna Popular. El triunfo fue para las socialistas, seguidas de lejos por las radicales. Mientras tanto, en las elecciones oficiales, compitieron dos mujeres: Alicia Riglos de Berón de Astrada, por el Partido Socialista, y Julieta Lanteri, por el Partido Feminista Nacional, que obtuvo 1.363 votos.

En 1921 Alicia Moreau de Justo se afilió al Partido Socialista y, luego de casarse en 1922 con el líder histórico del partido, el doctor Juan Bautista Justo, se incorporó al Comité Ejecutivo, teniendo a su cargo la coordinación de las agrupaciones feministas. Su tarea fue fundamental para la obtención de los derechos de la mujer –que no incluyeron los cívicos- en 1926.

Por ese entonces, Alicia Moreau de Justo llamaba a las mujeres a “conquistar” los derechos, pues de otra forma no se conseguirían. Para recordar a esta gran luchadora por los derechos de las mujeres, en la fecha de su fallecimiento, traemos las palabras que escribiera en la revista Nuestra Causa, en ocasión de un nuevo ensayo electoral practicado el 21 de noviembre de 1920.
Fuente: Revista Nuestra Causa, “El ensayo del voto municipal femenino”, por Alicia Moreau, 10 de noviembre de 1920, págs. 152-153, en Edit Rosalía Gallo, Nuestra Causa, Revista mensual feminista 1919-1921, Buenos Aires, Instituto de Investigaciones Históricas Cruz del Sur, 2004, págs. 113-116.
“El 21 de noviembre tendrá lugar un nuevo ensayo de voto femenino. Esta vez con motivo de las elecciones municipales… (…) Lo que pretendemos es despertar la atención de las mujeres, es interesarlas en el movimiento, es provocar una manifestación de opiniones. (…) Cuando hayamos llegado a la conquista del sufragio, sólo entonces será el momento de una acción política definida… (…) Recuerdenque los verdaderos derechos se deben conquistar, que es necesario vencer los conservadores, rutinarios retrógrados, los temerosos de lo nuevo, los amantes del pasado, que es necesario vencer el temor de los políticos que ven con recelo esa incógnita que encierra el voto femenino ( y tal vez sea éste el mayor obstáculo); recuerden las mujeres que dispersas las fuerzas se debilitan y que para conseguir el bien común necesario es sacudir la apatía y elevarse por encima del bienestar del momento presente.”
Alicia Moreau de Justo
























EMMELINE PANKHURST (1858-1928)












lunes, 23 de junio de 2014
La sufragista inglesa, Emmeline Pankhurst (1858-1928) 



Emmeline Pankhurst es uno de los nombres más importantes en la historia del sufragismo en la Inglaterra de principios del siglo XX. Emmeline vivió rodeada de personas defensoras de los derechos femeninos, ya fueran hombres o mujeres. Sus padres, su marido y sus hijas, creían en la necesidad de cambiar la sociedad y dar a las mujeres un papel más activo en el mundo que avanzaba a pasos agigantados. Pero el camino no fue fácil. Emmeline fue detenida en varias ocasiones, quedó viuda de manera prematura y acusó en su vida personal la dificultad que comportaba dedicar todos sus esfuerzos a una causa que, al menos, pudo ver materializada antes de morir. Pues fue gracias a Emmeline Pankhurst y muchas otras sufragistas que en 1928 se aprobó el derecho al sufragio femenino en Inglaterra.


Una familia moderna en la Inglaterra victoriana


Emmeline Goulden nació el 15 de julio de 1858 en Manchester en el seno de una familia con ideas más bien modernas en aquellos años. Su padre, Robert Goulden, era un hombre de negocios implicado en la vida política de su país defendiendo los derechos civiles de hombres y mujeres. Su madre, Sophia Crane, descendía de una familia con una larga tradición de defensa de los derechos femeninos.


Robert y Sophia ofrecieron la misma educación a todos sus hijos, ya fueran niños o niñas. El matrimonio Goulden tendría hasta diez hijos. Así, la pequeña Emmeline, pudo estudiar primero en una escuela de Manchester y posteriormente a un colegio en París, el École Normale de Neuilly.


Además de una educación privilegiada, Emmeline vivió una infancia rodeada de cultura, pues su padre era un amante del teatro y llegó a comprar un teatro en Salford, y acudía con su madre a actos políticos.


Sufragista prematura


Emmeline conoció el movimiento sufragista desde bien pequeña pues sus padres eran unos fervientes defensores de esta causa que aun era minoritaria en Inglaterra y muchos otros países del mundo. Su madre era una ávida lectora del Women's Suffrage Journal y acudía a los primeros mítines en defensa del voto femenino. Cuando Emmeline tenía tan sólo catorce años, acudió con su madre a uno de estos actos. 


Poco después de volver de París, donde terminó sus estudios, Emmeline conoció a un abogado veinticuatro años mayor que ella. Corría el año 1878 y la joven tenía tan sólo veinte años pero la diferencia de edad no fue un problema para que ella y Richard Pankhurst congeniaran desde el primer momento. Y es que Pankhurst era un defensor de la causa sufragista femenina, además de otros movimientos liberales del momento. 


Una pareja sufragista


Emmeline y Richard se casaron el 18 de diciembre de 1879 en la Iglesia de San Lucas en Salford. La pareja llegaría a tener cinco hijos, de los cuales, la mayor, Christabel y Sylvia, acompañarían en el futuro a su madre en las actividades sufragistas. Después de vivir en el hogar de los padres de Emmeline y en Chorlton-on-Medlock, los Pankhurst se trasladaron a vivir a Londres donde Richard sería elegido miembro del Parlamento y Emmeline abrió un comercio.









El hogar de los Pankhurst se convirtió en un lugar de reunión de activistas en favor de los derechos femeninos, abolicionistas que luchaban contra la esclavitud en Estados Unidos y defensores de otras causas sociales.


En 1889, la actividad política de Emmeline se materializó en la creación de la Liga de Mujeres, que pretendía aglutinar y dar forma al movimiento feminista que crecía en Inglaterra cada vez con más fuerza. La Liga fue pronto considerada una organización radical.


Madre e hijas sufragistas


Emmeline Pankhurst sufrió un duro golpe en su vida personal cuando casi una década después, en 1898, fallecía su marido. Emmeline se centró aun más en su lucha política y pronto se vería acompañada de sus propias hijas, quienes, a pesar de que con el tiempo tendrían ciertas diferencias ideológicas con su madre, crecerían políticamente a su lado.






En 1903 Emmeline dio un paso más en su carrera política con la creación de la Unión Social y Política de Mujeres. La nueva organización nació con mucha fuerza y las sufragistas empezaron a verse como una verdadera amenaza para los defensores de las ideas totalmente contrarias. Boicots mediáticos y represiones en sus actos fueron las consecuencias posteriores. Dos años después, la hija de Emmeline, Christabel y otra sufragista, Annie Kenney fueron detenidas en el transcurso de un miting del Partido Liberal y acusadas de agredir a la autoridad. Aquella detención marcaba un antes y un después en la lucha sufragista. 


Las Pankhurst, Emmeline y sus dos hijas Sylvia y Christabel iniciaron entonces sus manifestaciones en Londres defendiendo más activamente el derecho al voto femenino. Emmeline también terminaría en la cárcel, como muchas otras sufragistas, y protagonizarían huelgas de hambres que darían a su causa una visibilidad pública mucho más amplia. Lo triste fue que algunas de aquellas mujeres dejarían su propia vida en el camino.





El paréntesis de la Gran Guerra


Cuando en 1914 se iniciaba la Primera Guerra Mundial, Emmeline aceptó paralizar sus actividades sufragista y ayudar en la contienda a cambio de que el gobierno liberada a todas las mujeres encarceladas por defender el voto femenino. La nueva dirección política se materializó en la creación del Partido de las Mujeres en 1917 fundado por Emmeline y su hija Christabel en el que, sin abandonar sus reivindicaciones sufragistas, hicieron gran hincapié en la defensa de Inglaterra en la guerra.


La consecución de un sueño


En 1918 terminaba la guerra y el mundo ya no volvería a ser igual. Dos años después, los Estados Unidos aprobaban el derecho al voto femenino, lo que fue un impulso importantísimo para el partido de Emmeline, quien viajó al otro lado del Atlántico para conocer de primera mano el gran cambio político.


En 1925, Emmeline Pankhurst se integró en el Partido Conservador donde continuó defendiendo el sufragio femenino. Su sueño se vio realizado el mismo año de su muerte, en 1928. 


El 14 de junio de aquel año, a punto de cumplir los setenta, Emmeline Pankhurst fallecía en Londres. Había conseguido el objetivo por el que había luchado toda su vida. 




Publicado por ©Sandra Ferrer


















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